
soñé con estrellas que caían en un pozo
adentro la luna rielaba redonda y llena
como una niña de aire
solitaria
pensé en mis amigos y sus propias estrellas
que también suelen caer en el vacío y volverse solas
hice cuentas
de los años volviéndose hilos de pescar
y arpones llenos de sangre
reparé en la palabra estalactita
y la deseché
porque no cabe en este poema
di vueltas en el fondo del agua
la memoria me llevó por el camino de polvo y te vi
estábamos haciendo lo que hacíamos siempre
pero hace mucho tiempo que nos fuimos
con el dedo dibujé formas libres en el suelo
y me resigné al paso febril de las unidades de tiempo
oí los pájaros cantar al amanecer
pero ya era tarde
grité mis heridas con un gesto silencioso y hondo
mis ojos quedaron aguados
incapaces de llorar
entonces pensé que nunca volveremos a ser los niños que fuimos
pero me retracté
porque los niños siempre son los niños
y no basta toda la vida para crecer.
Conmovedor poema que se reinventa a sí mismo. Comienza desde una desesperanza reflexiva y concluye con una máxima intuitiva.
ResponderEliminar¡Lindo! Lauri amorosa
ResponderEliminarcomo te quiero salvadoreñita de mi corazón!!!
ResponderEliminarDefinitivamente "no basta toda la vida para crecer..."
ResponderEliminarY cómo cuesta.
Besos de 2010,
Ophir
Que lindo escrito! esa foto que pusiste es del Sótano de las Golondrinas verdad? :)
ResponderEliminarsaludos Lauri