jueves, agosto 21, 2008

verborrea dislocada

ciudad de méxico, 13 de agosto de 2008. 2.11 a.m.

antes que todo sucediera vos te diste cuenta de que era fuera de lugar que las chicas te miraran la entrepierna

y aunque la crítica social decidió que eras un patán, yo te defendí siempre con los argumentos necesarios para mí, que son los que realmente cuentan

y así

avanzan ahora estos días dislocados donde yo que nunca fui tajante puedo decirte que no te voy a dejar de escribir nunca y voy a guardarte en mis poemas un lugar donde nadie te descubra, donde te hagás pequeño y encojás tus manos de gigante que me regalan luciérnagas rosas de alebrijes, te voy a esconder para que sigás besándome los párpados cada noche aunque no estés

pero pensándolo bien cualquier lector ilustrado en las pasiones de la carne va a concluir que aparecés en todos mis versos aunque te disfrace de pelícano

entonces mejor ni me debato en esta polémica de olvidarte

mejor te acepto en silencio y termino escribiendo de vos en todas partes, en los acuarios cerrados y en las tardes de la Alameda Central donde me recuesto en los bancos para no desfallecer de angustia ante las presiones del capital cada vez más escaso, como diría mi papá, y es que está el problema de la crisis económica mundial pero de eso no quiero hablar porque me deprimo y me desvío del tema

total para qué huir de tu nombre, si arturo me dijo que toda escritura es un acto de amor y por fin me quedé tranquila al darme cuenta de que entonces no importa ser monotemática y una puede explayarse en misivas, aprovechando la ocasión tuve ganas de contarte que esta mañana la luz se coló demasiado intensamente por mi ventana

vos tenés bien claro que las diez de la mañana son algo tan incomprensible para mí como la inteligencia artificial, la métrica, la rima y los algoritmos

no entiendo nada que me digan si no es después de las doce del mediodía, aún así y

a pesar de todos los malos pronósticos divulgados hasta el momento, salí a la calle,

la vida me lastimó en forma de fuentes corroídas por el desdén del gobierno de la ciudad

y por esta raza de hijos de puta que nos permitimos que exista toda esta humanidad desquiciada

todos estos hombres y mujeres tambaleantes

todos estos enfermos mentales en abandono

toda esta suciedad

porque no nos da vergüenza la mendiga sin ojo que nos sale al paso todos los días en el eje central y esos cuerpos derruidos frente al teatro blanquita

estoy cada vez más confundida, no encontré las respuestas que busqué de niña

tengo ganas de llorar por todo y mi hermano me contó el final feliz del campamento de guazapa donde ahora hay un paseo con caballos y cascadas con cangrejos de agua dulce donde antes explotaban bombas y asesinaron a Hércules, estudiante universitario de identidad desconocida, y un señor feudal mandaba matar a la gente por capricho y todo ese dolor en los ojos nublados de mi hermano que me recuerda el nombre roto de mi país, un país con nombre de patrono, pero a la vez tan herido como este país, el tuyo, donde vive la mendiga sin ojo del eje central, y a ella no la tapa nadie de noche, ni tiene a quien abrazar, y quizás un día alguien la besó sin intentar hacerle daño, solo por quererla y guardarla entre sus brazos

y me da rabia y bastante vergüenza por mi bohemia pop como diría charleen

¿nos estaremos perdiendo de algo? ¿estaremos dejando sepultada la obligada denuncia?

parece que últimamente todo está podrido, carlos está triste y yo también y vos has entrado en un mutismo que me desespera

pero no hay que dejarse intimidar ni darnos por vencidos eva, que pase lo que pase estaremos aquí todos los martes, que quizás todos estos sucesos descompuestos que nos persiguen son la antesala a la gloria, o a los plátanos, que en el salvador les dicen plátanos en gloria cuando tienen azúcar y canela y quedan así con una baba deliciosa ¿ves? de pronto me entra esa nostalgia, y sueño con el trópico, con jaraguá y el primer día en que nicasio conoció el mar, leo a roque y lloro, pero es que roque siempre me hace llorar, aunque terminemos preguntándonos si era poeta o militante, y al final que más da, si toda escritura es un acto de amor, un ritmo constante que nos da qué pensar

te confieso, estas palabras me persiguieron desde el pasillo del metro hasta la puerta de mi casa y luego me llenaron las hojas en blanco, yo no tengo la culpa, y voy a rechazar cualquier comentario de la crítica educada, por ahora, he de decirte que es demasiado soliloquio para una noche de miércoles, ningún mensaje oculto para vos existe en esta sucesión desarticulada de pensamiento, pero no le digás a nadie, esto que digo es lo que creo, toda escritura es un acto de amor y hoy me quiero dejar de pendejadas zen, quiero decir malas palabras, quiero sentirme mal y acostarme con la conciencia acalambrada por toda la suciedad que habita en la injusticia del mundo… este es un día dislocado y me lo permito.

lunes, agosto 18, 2008

maldito domingo

y el mendigo de esmoquin me regaló una rosa roja

sus pétalos estaban negros

era domingo sí

el palacio botaba la luz por las ventanas

y habían tambaleantes como yo regados en las calles

.

me imaginé que al final de mis días estaría sola como hoy

como los pájaros y las terrazas de noche

.

me dolieron las piernas de caminar la oscuridad de mi ánimo

y la voz me persiguió más intensa e insoportable

.

arrastré la suciedad de los adoquines con los ruedos de mi pantalón

últimamente brotan mis más antiguos extremismos por el orden

pero a la ciudad le perdono el mal olor de las cloacas

los restos de cientos de pies en la calle Madero

su ruido que sube hasta mi azotea

ese murmullo de caos hermoso

su rimel corrido en mis días

.

yo soy de aquí

de este ruido y esta ciudad

pero no quiero ser de este maldito domingo la presa fácil

.

ya no quiero vivir en tu desesperación

tengo la mía propia

.

no soporto mi calidad de víctima silenciosa

que no se atreve a responder

.

quiero gritar

.

el rencor es la suciedad en mis pantalones

mis esperanzas son farol roto

.

marco el número de casa

mi madre me tranquiliza

todavía hay un lugar donde volver

pero estoy dispuesta a evitar la huida

.

voy a dormir con la noche

vos vas a dormir con cualquiera

con el miedo de tu afán por destruir lo que nos queda

.

tengo rencor

.

camino las calles de vuelta

hay alguien que vive entre bombillas rojas

pero no lo conozco

.

demasiados gendarmes en la calle de Cuba

demasiada la desesperación

estoy obnubilada

.

la rosa roja adorna la cocina

llueve

.

tengo odio.

domingo, agosto 17, 2008

Nuestro taller permanente

Las inscripciones están abiertas, las sesiones son de 11 a.m. a 1 p.m. y de 7 p.m. a 9 p.m. Todos los miércoles en Tonalá 261, Colonia Roma. El precio es accesible al público: 500 pesos mensuales más una incripción de 50 pesos.

¡Nos la pasaremos de maravilla! ¡Los esperamos!

miércoles, agosto 13, 2008

Yo, líquido

me hago agua a la falta de tus manos

me pierdo en la ciudad que me entregó al paso sus bancos de metal para sostenerme

y sus torres antiguas para consolarme

.

paré

volví a llorar en los transportes

a escuchar la voz incurable de unos versos leídos en una habitación con eco

caí otra vez

olvidé de pronto el cielo amplio y por remedio levanté la vista

abracé lo que queda de mí en la misma cama

.

hablé a solas, dormí de más, caminé de prisa y me quedé absorta buscando la razón metafísica de los espectaculares

me da por tantas cosas iguales que antes

por oír los mismos discos que me ayudaron entonces a sobrellevar la pena

.

he aprendido poco del agua y del aire

siempre me confundo

siempre busco la metáfora de los animales, me decís

veo el mundo en la forma de un bestiario de bolsillo

soporto el agua caer redonda sobre mí una tarde en que el acuario estaba cerrado y yo no encontraba la ruta más corta

estaba perdida en esta ciudad que me vio llegar distinta

a la que recurro para preguntarle cosas que necesito saber para seguir aquí

y entonces llovió un marasmo de rayos y frigoríferos

los truenos me ensordecieron y los relámpagos alentaron a los automovilistas para que acelerasen a empaparme

y dije total

yo soy líquido

liquido atroz meditabundo nómada

reptante acompasado convulso

infantil autobiográfico cómico

perdido

sí lo acepto

yo, líquido, me dije

pequeño bestiario de mares y pelícanos

cajita con hilos para coser

incertidumbre emocional y geográfica

.

intento sobreponerme

al regresar a casa lloré todo lo íntimo que hay dentro de mí

toda mi región rendida ante el asombro.

Aclaración



Fluido corporal es saliva,sangre, sudor, excretas urinarias, líquidos entre célula y célula, la célula misma con su citoplasma. El cuerpo esta hecho en un buen porcentaje de agua. No sólo sexo y lágrimas es fluido corporal. Saludos a las megáfonas.
Firma: Cecilio García-Papá.

miércoles, agosto 06, 2008

teoría vespertina del desapego


una vez tuve un amante budista que me enseñó que el amor es desapego pero yo no le entendí la viceversa, me colgaba de sus brazos, le asaltaba la puerta y las páginas, lo aturdía con emoción científica
.
tuvimos que separarnos porque así son el viaje, los aviones y las distancias y porque crecer duele, duele tanto que uno llora de noche cuando nadie nos ve
.
perdí un calcetín en el desierto
.
y la convicción no constatada de que soy del campo, porque aunque animal verdoso no me adapto a dormir en el suelo, a sufrir de frío, las fogatas no me calientan y la lluvia me fatiga
soy tan de ciudad que soporto el tránsito, los relojes detenidos, el ruido, el humo, los coches, soy parte de este subibaja lleno de gritos
nací a la par de un volcán verde de cuyas faldas siempre quise irme
.
la ciudad es desapego, anónimos moluscos con tenis, pasos peatonales, grandes edificios, y yo en verdad no quiero irme, pero me voy a cada rato, interrumpo mi falta de silencio, me reconstruyo, escribo en los cafés para romper el método, lloro, me engolosino, espero, fallo, me obsesiono
.
quizás el desapego sea salir de casa un día, ver llorar a la mamá de uno, y sin querer estar más feliz que nunca, porque por fin el mundo abrió la boca y nos escupió de esa ciudad donde en el único bar abierto decíamos ‘quiero irme de aquí, por favor’, a pesar de que voy a perderte, que te perdí de mis manos, que te llevó una muchacha que empiezo a querer por quererte lo que yo no te quise
.
quizás el desapego sea mi miedo a que la gente me hable y por eso me hago una oruga, una niña que tira flechas en el patio debajo del árbol de limón de la infancia, un beso repartido en miles de pedazos y kilómetros, un montón de espinas que tuve que irme quitando metiéndome otras, condenada de memoria, coleccionista absurda de pedazos de papel en los que apunto direcciones donde siempre llego tarde
.
o quizás el desapego sea olvidar la tarde en que me hizo llorar mi hermana mayor y no pude enseñarte mi muñeco tito de pelo azul y besarte luego de que le regalaste aguacates a mi papá y él se ofendió, porque una a los nueve años abre los ojos para que veás que son de pacún y te vayás a sentar conmigo en la banqueta, nunca nos dimos aquel beso, y en eso estábamos, cuando en el salvador la gente se moría en una guerra y nosotros decíamos ‘fall ball’ y trabábamos la pelota en el techo de la casa de Julieta y su papá se enojaba porque le quebrábamos las tejas de barro
.
o quizás el desapego sea verte partir tantas veces de mí, con tantos nombres distintos que estoy empezando a preocuparme
.
nunca estuve lista para perderte porque solo soy la niña que tira flechas imaginarias debajo del árbol de limón de la infancia, porque caminar descalza me preocupa, sobre todo por la tierra que se mete entre los dedos y es bien incómoda siempre, porque te vi detrás de los árboles del colegio y en los bares, siempre te gustó el cine, la cerveza y mirarme por horas con esos ojos de niño imaginario
.
o quizás el desapego sea absolutamente indefinible, y tenga cara de mar o de desierto, porque en ambos lugares uno siempre pierde la calma o los calcetines
.
en resumen creo que escribí todo esto porque, como no soy budista, no entiendo qué es el desapego y como soy citadina tal vez nunca comprenda al desierto, aunque aprenda de su brillo la esencia libre de las cosas
.
yo
solo sé desnudarme en la horizontalidad de tus manos y tu boca, aprendí muy temprano a tirar flechas imaginarias e inofensivas en vez de balas, porque no me gustan las balas, ni aunque fueran bolas de fuego imaginarias en una tarde calurosa, no me gustan tampoco las hermanas mayores que encierran a los niños para que no salgan a la calle a jugar con los muñecos de pelo azul que se llaman tito
.
en total
solo soy la chica que se asusta cuando la gente le habla, soy sensible a las cosas
.
y como no entiendo qué es el desapego y cómo vuelvo a ti como todos los hijos ilegítimos vuelven a su casa para poder explicar lo que son, porque soy así, cada vez más la misma que no puede ser otra, por eso,
.
quiero pedirte que solo por esta vez
no te vayas
quédate conmigo.

Lost Acapulco

la sal acaricia las piedras

las destruye en olas minúsculas de pedazos

ni ellas se dan cuenta

porque el sol les crepita las ondas

rotos están los acantilados

los aviones antiguos detenidos en la base naval

y todas las intenciones incomprensibles que ocultan

los corazones de los pelícanos

mar de pelícanos

alas gloriosas que deslizan el atardecer como persianas

.

la música es fuerte como el acelerador de los autobuses

las ganas se detienen en medio de una madrugada de pájaros

parece que siempre estuvimos aquí

atados de las manos y las hamacas

y los perros que asustan la noche

.

el viaje es un principio y un fin

siempre

yo me perdí en el mar con vos

en un mar de pelícanos

.

no hay regreso para nosotros

.

no había otra salida

que deslizar las alas al atardecer

clausurar las persianas

y despedirnos de nuevo

.

para mientras

te espero

.

en una playa perdida donde quisiera vivir con vos

atados

como los pájaros.

martes, agosto 05, 2008

Excusa

Piedras. Horas con piedras. Números rojos y azules como días del calendario. Hasta volver a verte sin tanta alegría. No volver quizás, mejor quedarse, estropeada por la verborrea. Viaje y regreso. El último día pasabas solo cinco minutos y la idea fue ir buscarlos a ellos. Ellos: pedazos de alquitrán, nicotina. Verbos para combatir los cinco minutos, para detenerte debajo del árbol lleno de líquenes y ver tus ojos con despropósito. Tus manos como puntos a mis manos, tu pelo, animal recortado en medio de noches calurosas. Ellos: verbos de alquitrán, nicotina tibia, golpe a mi voz, vaivén de mis nervios. Desde la puerta agité el gesto inmortal, mientras el árbol se descascaraba. En el último día de este mundo.

.

Escrito en Morelia, Michoacán, México, un día de junio de 2006, rescatado de una libreta olvidada