y aunque la crítica social decidió que eras un patán, yo te defendí siempre con los argumentos necesarios para mí, que son los que realmente cuentan
y así
avanzan ahora estos días dislocados donde yo que nunca fui tajante puedo decirte que no te voy a dejar de escribir nunca y voy a guardarte en mis poemas un lugar donde nadie te descubra, donde te hagás pequeño y encojás tus manos de gigante que me regalan luciérnagas rosas de alebrijes, te voy a esconder para que sigás besándome los párpados cada noche aunque no estés
pero pensándolo bien cualquier lector ilustrado en las pasiones de la carne va a concluir que aparecés en todos mis versos aunque te disfrace de pelícano
entonces mejor ni me debato en esta polémica de olvidarte
mejor te acepto en silencio y termino escribiendo de vos en todas partes, en los acuarios cerrados y en las tardes de
total para qué huir de tu nombre, si arturo me dijo que toda escritura es un acto de amor y por fin me quedé tranquila al darme cuenta de que entonces no importa ser monotemática y una puede explayarse en misivas, aprovechando la ocasión tuve ganas de contarte que esta mañana la luz se coló demasiado intensamente por mi ventana
vos tenés bien claro que las diez de la mañana son algo tan incomprensible para mí como la inteligencia artificial, la métrica, la rima y los algoritmos
no entiendo nada que me digan si no es después de las doce del mediodía, aún así y
a pesar de todos los malos pronósticos divulgados hasta el momento, salí a la calle,
la vida me lastimó en forma de fuentes corroídas por el desdén del gobierno de la ciudad
y por esta raza de hijos de puta que nos permitimos que exista toda esta humanidad desquiciada
todos estos hombres y mujeres tambaleantes
todos estos enfermos mentales en abandono
toda esta suciedad
porque no nos da vergüenza la mendiga sin ojo que nos sale al paso todos los días en el eje central y esos cuerpos derruidos frente al teatro blanquita
estoy cada vez más confundida, no encontré las respuestas que busqué de niña
tengo ganas de llorar por todo y mi hermano me contó el final feliz del campamento de guazapa donde ahora hay un paseo con caballos y cascadas con cangrejos de agua dulce donde antes explotaban bombas y asesinaron a Hércules, estudiante universitario de identidad desconocida, y un señor feudal mandaba matar a la gente por capricho y todo ese dolor en los ojos nublados de mi hermano que me recuerda el nombre roto de mi país, un país con nombre de patrono, pero a la vez tan herido como este país, el tuyo, donde vive la mendiga sin ojo del eje central, y a ella no la tapa nadie de noche, ni tiene a quien abrazar, y quizás un día alguien la besó sin intentar hacerle daño, solo por quererla y guardarla entre sus brazos
y me da rabia y bastante vergüenza por mi bohemia pop como diría charleen
¿nos estaremos perdiendo de algo? ¿estaremos dejando sepultada la obligada denuncia?
parece que últimamente todo está podrido, carlos está triste y yo también y vos has entrado en un mutismo que me desespera
pero no hay que dejarse intimidar ni darnos por vencidos eva, que pase lo que pase estaremos aquí todos los martes, que quizás todos estos sucesos descompuestos que nos persiguen son la antesala a la gloria, o a los plátanos, que en el salvador les dicen plátanos en gloria cuando tienen azúcar y canela y quedan así con una baba deliciosa ¿ves? de pronto me entra esa nostalgia, y sueño con el trópico, con jaraguá y el primer día en que nicasio conoció el mar, leo a roque y lloro, pero es que roque siempre me hace llorar, aunque terminemos preguntándonos si era poeta o militante, y al final que más da, si toda escritura es un acto de amor, un ritmo constante que nos da qué pensar
te confieso, estas palabras me persiguieron desde el pasillo del metro hasta la puerta de mi casa y luego me llenaron las hojas en blanco, yo no tengo la culpa, y voy a rechazar cualquier comentario de la crítica educada, por ahora, he de decirte que es demasiado soliloquio para una noche de miércoles, ningún mensaje oculto para vos existe en esta sucesión desarticulada de pensamiento, pero no le digás a nadie, esto que digo es lo que creo, toda escritura es un acto de amor y hoy me quiero dejar de pendejadas zen, quiero decir malas palabras, quiero sentirme mal y acostarme con la conciencia acalambrada por toda la suciedad que habita en la injusticia del mundo… este es un día dislocado y me lo permito.