
De pronto tengo definitivamente
un olor tuyo
un olor ácido y aciago
que no pertenece a otro sitio
De pronto
el tiempo es una burbuja detenida
una escaramuza de palabras
y salitre
De pronto soy la anónima discontinua
la visitante trémula
De pronto somos dos desconocidos
que entre las murallas
-azorados-
amamos la belleza abismal
la levedad del mínimo momento
Luego
besamos los estertores
agitamos los cabellos
gemimos
De pronto
llega ese olor tuyo
guardado en la roca
tostado, benévolo, extraño, joven
y la distancia ríe al mar
como los faros a tus barcos
la piel se eriza
la visión espumosa
la boca suelta con jugos
no hay instantes repetidos
ni viejos reproches
ni detalles
La luna creció al oleaje
como el deseo a las entrañas
No soy nada permanente
pero me quedo dormida
-definitivamente-
en ese olor tuyo
ácido y aciago
que no pertenece a otro sitio
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