
No hay preguntas suficientes que me alcancen
en plena madrugada digo:‘no quiero estar aquí”
pero luego se teje el día y el ron se cuece sobre la mesa
como el olvido
y explota el polvo y la luz de nuevo
y uno se sube al camino
se lava el cuerpo con cariño
se cubre la vergüenza de la piel desnuda
y sale a la calle
enfrenta las trampas del pensamiento libre
las dolencias que quedaron en la frente
por tantas pesadillas
se sumerge en el mar de hombres y mujeres apretados en un vagón
y dice sí, por fin, ‘soy yo de nuevo’
no ese monstruo amoral que navega telarañas oníricas ó
esa niña sintiendo la estocada final por la diferente orfebrería
el hombre y la mujer entonces
son el génesis
fuera del colchón y las sábanas cuando rozan a los otros
cada vez más diferentes
y se ven a sí mismos rodeados de árboles avenidas
gris concreto enunciaciones tiquetes de metro
cicatrices mendigos y plazas
igual llorarán las pesadillas
o por no encontrar la página del libro
yo no me encuentro. no sé lo que sigue
no todo será tan fácil
habrá fantasmas nihilistas que entre los arbustos les griten:
‘¡nada es suficiente, nada!’
‘¡no vale la pena, nada!’
pero el hombre y la mujer primeros
harán juntos la resistencia
el beso de la mariposa blanca
el amor fraterno entre hermanos
.
optimistas
.
llenarán un bote de pleonasmos
espantarán lo que queda de la noche desesperada
se tomarán un café en el mismo lugar de siempre
y dirán
‘la vida es una lenteja, vos y yo valemos la pena’.
1 comentario:
de tu libro??
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