Viernes 9 de agosto de 2013, Akagera National Park, Rwanda
frontera con Tanzania.
IX
Aquí
hace 19 años
los vecinos salieron con machetes a hacer
pedazos a sus vecinos
ahora la gente habla de eso cuando me voy a
dormir
o susurra al respecto durante la cena.
Un millón de vecinos asesinados por sus
vecinos
durante cien días
por la gente que un día se tomó un trago
con ellos en el bar
por aquellos que se decían ‘buenos días,
que te vaya bien’.
Durante el genocidio,
este hotel se quedó vacío
y los búfalos y los monos babuinos
vacacionaron a sus anchas
luego de que las personas mataran a miles
de personas.
Ahora
una paz a medias
tensa y meditabunda
pero el rostro de ira de algunos vivos
me hace pensar que
en cualquier momento
en cualquier lugar
los vecinos pueden matar a sus vecinos
así
los edificios se quedarán vacíos
y los animales vacacionarán a sus anchas
sobre nuestros escombros.
X
Dicen que hay un elefante que se volvió
loco
durante los enfrentamientos
porque algunos hombres mataron a toda su
familia
para comérsela
dicen
que hay que tener cuidado con el elefante
solitario
porque ataca a las personas.
Y con razón, pienso.
XI
El mantel azul está bailando
en la sobremesa de un desayuno continental
al otro lado de la Tierra.
Un hombre me cuida con un palo
de los traviesos monos babuinos
y me sobreviene la culpa histórica de que
para escribir estas manchas azules
haya un hombre parado a mi derecha
cuidándome con un palo de unos monos que
creen que esta es su casa
y quizás lo sea.
XII
Ver a los monos comer flores rojas se
siente bien.
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