La mudez se
convirtió en tus ojos de espasmo.
Sería
redundante hablar de la carne y la luz
o los
pequeños ladridos del cuerpo que van
dibujándose
en el aire antropófago.
Sí,
me gusta
cantar
sobre todo
al polen
para hacer
de este texto
una bandera
de significados
sin
redención.
El recuerdo
de tus ojeras como aerolitos remotos y abstractos
la robustez
repentina de tu figura en mi límite
masticación/mis
gestos/dices
El sudor
empapeló el pañuelo rojo de aerogramas
las
cicatrices devinieron en uñas en la espalda
al final:
yacer sin energía
pero con
toda la luz del trópico en la boca.
“Regar
pájaros como heliotropos” en el balcón.
No hay
ausencia posible.
Tomaré un
autobús como un paracaídas
(si la vida
no es lo que parece)
para que la
devastación se vuelva
el temblor
continuo de lo que se frota.
Miércoles
11/03/2015
1Verso
de Vicente Huidobro.
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