Los bambúes crecen en la maceta de la esquina
sobreponiéndose al abandono
y las doradas rosas, doradas y maravillas se estacionan entre los ecos nocturnos/
de los pequeños fantasmas que siempre nos rondan con sus ruidos/
una pequeña mariposa negra entró en la habitación
malos presagios o consabidos infortunios
el espacio de cielo desde el sur
Marcela atormentándonos desde la ventana
lástima, no supimos nunca el nombre exacto de quien la escribe
o el volumen preciso de las cuencas de sus ojos
Llanos e inmovilidad
contados números
guijarros o grillos
¿Hace cuanto no escuchabas un grillo?
nuevas veraneras en el portal
contadas palabras de estupefacción
por qué te fuiste en una noche de diciembre
por qué hace tanto frío en el trópico húmedo
y por qué la aseveración científica de que dormir sola
es conveniente para la productividad
no me compensa esta soledad
La ventana del castillo a lo lejos, desde un fortín distinto y menos suntuoso
este recinto lleno de polvo e indiferente a ésta, la nueva habitada
los perversos se esfuman al cerrar las páginas del libro que te confisqué
hace falta bruñir el horror
buenas noches
Tantas historias
Tantas
y toda lógica pintada al revés
1 comentario:
pues me parece muy bien, he leido tus textos en letras salvajes, y ya se que tengo un blog nuevo al cual acudir, cuando las noches caribeñas no me den tregua.
un beso desde el caribe
y abrazos
r
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