pulpos violáceos regodeándose en la cama,
tentáculos de pacaya, tres girasoles olvidados,
siestas que huyen del resplandor,
aterrizaje forzoso de la intimidad,
pum, caí.
con los ganchos de colores para colgar la ropa
los cráteres fulgurantes que atisbas desde el espacio
el dolor esencial de hacer contacto con otras constelaciones
de piel verde
mísera ilusa,
no quedaba agua suficiente para darnos de beber
entonces, dinamité por completo
la confianza en el progreso de la humanidad
pobre especie marchita, me dije
con sus tentáculos de pacaya,
amantes enfermos de inconformidad,
voluptuosidad impune,
ropa sucia al pie del sofá
¿Por qué tuve que equivocarme?
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