Amecameca, 24 de abril del 2008. 21.26 p.m.
A Alejandro:
tal vez ahora todo sea diferente
y yo sea solamente un animal hecho con tijeras de podar
un alma menos atrevida, decidida y fácil
tengo nuevamente la edad indefinida de mi primer sueño
en ese entonces estaba parada frente al cristal
miraba el deslizadero marrón y la semilla que no podía
alcanzar
a mis espaldas una piscina azul
pero crecí y se expandieron las telarañas
la angustia de la caída
y mi boca era una agonía de silencios que no podía apagar
caí
caí
en una libreta de papel marrón
decidí irme lejos de casa a una cama sin base donde sueño más que nunca
ya sin sus manos
sin su cama de peces
sin sus gemidos pronunciando mi nombre apenas
hasta que la luz cruje a mis pies y los gritos de las calles tomadas me despiertan
antes
antes
perdí la historia de un paralelo, de un volcán de tres picos y una dama oscura que no me daba de beber
caminé sin dirección
busqué a un vigilante ciego que tampoco tenía agua para mí
.
a veces sueño contigo, Alejandro,
con tus últimas palabras antes de morir
con tus letras puestas juntas en una frase que aparece todavía en mi pantalla
la noche sin ti es más oscura
los perros gruñen y los ruidos me lastiman
agradezco el día que me enseñaste tu cama
tu piano
tu estela más convulsa que cualquiera
y luego como niños nos escondimos de tu abuela que me insultaba en la puerta
fue hace tanto tiempo ya
en un día de lluvia como hoy
extraño tu carrusel
tus dientes de chin chin
tus palabras de aguacate
tu boca succionando mi pecho y enseñándome lo inútil de todos mis recuerdos
.
no soñé en los hoteles de paso cuando engañaba
las ventanas con cortinas sucias son una aguda referencia
.
me costó aprender a dormir sin el primer hombre que amé
lejos del cómodo gris de sus muros
en ese entonces hasta las pesadillas eran dulces
yo tenía un ojo de cada color
y una hiriente minifalda roja por la que te deslizabas
.
mi último sueño no lo recuerdo
¿O sí?
ni sé el desenlace de las manchas y la desesperación
ni quiero
las gotas de sudor me esperan en el sobresalto del túnel
(el mío)
y en una lejana terminal
confieso
mi último sueño es que este sueño sea un sueño sin fin
una carcajada tenebrosa en el límite de todo lo que creo
un candado que no se abra nunca
un respiro antes de mi propia muerte
la solución de la condena de amar con el cuerpo cada espacio íntimo
quiero caminar sobre piedras calizas
no apetezco despertar en la oscuridad del grito
.
tal vez ahora todo sea diferente
y yo sea solamente un animal hecho con tijeras de podar
un alma menos atrevida, decidida y fácil
tengo nuevamente la edad indefinida de mi primer sueño
la niña sigue parada frente al cristal
mira el deslizadero marrón y la semilla que no puede
alcanzar
a sus espaldas una piscina azul
2 comentarios:
Que bonito esta tu poema, Lauri, cada dia escribes mejor.
Todavia recuerdo tus poemas que empesaron a publicarse en el periodico mural de la UCA.
Que estes bien, me encanta este poema.
Claudia
NO MAMES, lauri... Debería poner un anuncio al princiìo del blog "quién sufra problemas del corazón o corra el riesgo de enloquecer con la nostalgia o la tristeza, manténgase alejado de los siguientes poemas"
Increíble.
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