viernes, mayo 02, 2008

La justa dimensión

El mundo no se acaba en tu boca
la lluvia sigue siendo un caudal
entre mis piernas
la luz se esparce como todos los días
los escarabajos caminan encorvados
sobre su destino.

El olor de otro cuerpo
me despierta el apetito.

El bambú es una fiesta de tejidos
me emociono
acaricio con mis uñas
resucito pájaros.

Quisiera estudiar papiroflexia
y hacer del prodigio un don
al servicio de las cárceles.

El paisaje subrepticio del deseo
es un continente que no muere
las fuentes reciben las monedas
de la noche que camino
la sacerdotisa espera en la punta
de unos ojos nuevos.

Y es que he decidido darle la justa dimensión a las cosas

tengo vocación de templanza.

1 comentario:

Alex Rivera dijo...

MUY BUENO, TIENE BASTANTE FUERZA, ESTA CHIVO COMO DICEN USTEDES LOS CATRACHOS, CONGRATULATION!!