jamás
las abejas rondan las líneas azules del mar
¿demasiada repetición?
quizás solamente somos el recuerdo interoceánico de la adversidad
la espiral anudada del olvido
recojo
la concha de largas callosidades
le fijo
nubes inmediatas
en una inútil puesta en escena
la risa corta la levadura
tus besos la sal
hoy vi un pelícano agitarse
me gustan los pelícanos porque ríen cuando sangran los cuerpos que destrozan
son
la venganza contra el pez que escapa
y lo mejor es que no tienen culpa
yo
a veces tengo culpa
además
todo pájaro parece inofensivo
y no lo es
deseo permanecer
ser lama verde sobre la arena
y cesar la añoranza
tal vez me equivoqué
al no ser lo suficientemente aguda para discernir
el color rojo de los caimanes
pero siempre quiero creer
que en algún lugar hay una casa azul para mí
y alguien que me espera en el límite adverso de la roca
quiero salir a pescar
en el sol alado de todos los días
ya no quiero ser gris ni triste
repito:
quiero estudiar papiroflexia
y hacer del prodigio un don al servicio de las cárceles
quiero escapar de vos
de una vez
para mientras
el mar murmura
todo lo que sé hasta ahora
está completamente roto
el agua
arrastra nuevos esqueletos
no seré capaz de alcanzar los restos
jamás
no pares
si vas a entrar
2 comentarios:
Me gusta sobre todo este final:
"no seré capaz de alcanzar
los restos
jamás
no pares
si vas a entrar"
Tienes una poética de búsqueda y de discernimientos, que va en pos de lo que muchas veces se nos olvida decir en poesía. Me gusta. Espero nos leamos por aquí.
Besos...
poesía con aroma a costa y sonidos de conchas, me encanta.
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