jueves, enero 27, 2011

aquí se rompió una taza

aquí se rompió una taza
y necesito comerme los pedazos

nadie sabe nada de mí
nadie sabe nada de ti
todas las demás personas podrían ejercer un veredicto sobre nosotros
pero no me importa su opinión

pasamos todos estos años comiéndonos la pared de cristal que rodea al mundo
y de pronto
en la cama tibia
hay dos cuerpos que se hablan

no tengo nada más que decirte
(nada)

tu cara viéndose en mi espejo
(la madrugada)

la imposibilidad de nosotros mismos
(la noche)
y muchas palabras caprichosas que se dijeron como el vidrio
que los hombres del semáforo se incrustan en la espalda

(esta ciudad será siempre solitaria)

tu presencia es larga y dulce
se me impone
como el peso del reloj y la música

en la vida
no existe un solo camino

de tanto caminar he aprendido
de la luz y las plantas

sos y serás siempre el pensamiento: mi pensamiento

no voy a olvidarte un solo día
de mis días
pero quiero permitirme:
la ruta.

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