de pronto que
el teléfono silencio
ella quisiera
no ser la tercera persona sino la primera
dónde está él
dónde están todos los hombres que se supone que fueron él
sucesos indefinidos rodean este espacio reducido
donde me ha arrinconado la violencia
el peso de lo incierto
sobre el hombro adolorido
ella: silencio
sin palabras
llora el reverso
las dos caras
llueve
llovizna
un charco
ni siquiera el signo del cielo puede ser una nube
no hay oscuridad más dolorosa que la ausencia.
II
si el que debería fuese pero no
él no vino
la mujer recuesta su cabeza en el colchón a ras de suelo
dime, mordida vacía,
te veo aquella madrugada fuera
la luz cénit que te alumbraba el rostro
el des-abrazo
la distancia
el peso de tus piernas sobre mi cuello
quiero oír
partiendo con tu voz las paredes
no soy tu verde
pero intento llenar de lunares los momentos cortos en que fuimos dos símbolos
insistencia
huesos de caderas
si te extraño es un accidente
aéreos globos
no saber del futuro
aire esférico
una capa delgada de polvo
un rastro
sobre los cuerpos.
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