lunes, mayo 11, 2020

Utopía del 10 de mayo

Que ninguna niña sea obligada a ser madre.
Que ninguna mujer sea obligada a ser madre.
Que ninguna niña o mujer se convierta en madre producto de una violación sexual.
Que ninguna madre sea víctima de la violencia de género.
Que ninguna madre tenga que buscar hijas o hijos desaparecidos. Que la interrupción del embarazo sea libre, legal y gratuita.
Que se respete la elección de las mujeres que no quieren ser madres.
Que todos los partos sean respetados, humanizados y gratuitos.
Que la madre tenga asistencia pública de salud, licencias de maternidad pagadas de mínimo seis meses.
Que los padres tengan licencias de paternidad que no sean de cinco días sino de seis meses mínimo. Que se atienda la salud mental en el puerperio.
Que no haya padres irresponsables económica ni emocionalmente.
Las madres queremos y necesitamos trabajos dignos. Bien pagados. Prestaciones sociales.
Basta de "mamá puede con todo". No. No es cierto y no debería.  Mamá necesita contención y corresponsabilidad.
Que los compañeros de vida, las hijas y los hijos no sometan a la esclavitud de los trabajos del hogar a las madres.
Que las madres no dediquen tres veces más tiempo a los trabajos del hogar que los demás miembros de la familia.
Basta de sacralizar o satanizar a las madres. No somos santas, ni heroínas ni las culpables de todos los males de la humanidad.
Las madres somos mujeres, padecemos la condición humana y no somos solo madres. Somos humanas, complejas.
Las madres que desean tiempo libre sin su familia no son malas madres. Solo están cansadas.
No juzgues a tu madre. No la obligues a cumplir tus expectativas. No le demandes todo lo que necesitas. Ella tiene LÍMITES.
Asume tus responsabilidades como sujeto, no se las embarques a ella. No seas excesivamente dependiente de ella. No te conviertas en una carga.
No le recrimines por todo lo que hizo mal. Agradece lo que hizo bien. Somos imperfectas.
Déjala descansar cuando está enferma y cansada. Atiéndela. No seas tan exigente. Cuando esté comiendo, déjala comer. No le pidas nada cuando esté sentada o acostada. Las madres nos sentamos o acostamos poco.
No esperes que muera para decirle y demostrarle tu amor y agradecimiento. Llámala.
No le regales adminículos para profundizar su esclavitud doméstica. Regálale cosas que ella te pida y necesite como mujer.
No dejes que haga las tareas del hogar que te corresponden si ya eres un adolescente, joven o ADULTO. Atiéndete solo.
Si ya trabajas y vives en su casa, dale dinero mensualmente. Paga tu renta, tus servicios y tus alimentos.
Recuerda que, después de los 18 años, tu madre no tiene ninguna responsabilidad económica legal contigo así que si te apoya, agradece, no exijas.
No las dejemos solas en la crianza de bebés, niñas y niños pequeños. No la voltees a ver solo un día al año.
Si es tu pareja, no hagas que sea tu madre.
Si es tu pareja, trátala como mujer no como tu madre. Si es tu madre, no la trates como si fuera tu pareja.
A todas mis amigas madres y no madres. Felicidades.
Autora: Lauri Cristina García Dueñas.

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