Nunca necesité un superhéroe de capa roja y estrellas amarillas
porque tenía a mi hermano
supongo que algunos tuvieron que
comprar en la universidad
un póster del Che, yo no
porque tengo a mi hermano.
Azar molecular del destino,
habitó mi misma casa
era flacucho y audaz, más nadie
sospechaba que
podía encumbrar piscuchas y
romper todas las tejas
hacer volar con cuetes las
cañerías de rabiosos vecinos
bajar las guayabas más altas del
guayabar
surtir de pepetos a sus amigos
ingratos
que lo dejaban arriba del palo
cuando él, generoso,
ya se los había aventado todos.
Como si fuera poco,
le quitaban los plátanos de la
canasta verde
con la que lo mandaban a la
tienda hasta dos veces.
Él siempre le hizo caso a mi mamá.
En arrebatos egoístas, mi
hermano,
escondía los pasquines en el
cielo falso de su cuarto
o me reventaba la nariz por no
dormir la siesta
pero después (porque los
superhéroes sufren de culpa y ternura)
me pintaba todos los carteles
para el colegio
y dibujaba cuentos solo para
mí.
Y así
pasaron los años ridículos de
nuestra infancia.
Mi hermano se metió a la
guerrilla
se enamoró joven
coleccionó lentes oscuros
tuvo miedo
un día se fue hasta el final
me quedó en los ojos cuando cruzó
la esquina
y le prendí una vela roja a toda
su vida
para que no lo mataran los
hombres
que no entienden que los héroes
son siempre los más pequeños.
Mi hermano volvió
porque siempre pudo volver
se emborrachó en los bares
se volvió a enamorar
tuvo hijos
y por fin
conoció a la mujer que ama.
Él
me salvó de mi misma (varias
veces)
por eso
yo
nunca necesité un superhéroe de
capa roja y estrellas amarillas
porque tenía a mi hermano
supongo que algunos tuvieron que
comprar en la universidad
un póster del Che,
yo no
porque tengo a mi hermano.
3 comentarios:
Yo no me aguanté al martes.
Me encanta, Lauri, me encanta.
Gracias por tus comentarios.
Te quiero.
Leí: "yo tengo a mi hermano" en el último verso...
Precioso.
Un besote.
OA
Gracias Lauri,
por compartir tu hermano con el muundo,
por compartir tus memorias, tus sentimientos de tu hermano con el mundo.
ya entiendo, mas que nunca, que somos mucho mas que uno mismo, sino, el amor y apoyo de la gente alrededor.
mateo
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