inútil
toda mi vida pensé que yo era la dueña de mi escritura
por lo que almacené frases horrorosas que luego destruí
y mitigué la ansiedad fabricando sintagmas que inmediatamente
aprobé
pero luego me di cuenta que estaba completamente equivocada
en todo
que mi vida era solo la manifestación incapaz de una voz dolorosa
una combinación de algoritmos que bien pudieron derivar en un paramecio
ante semejante demolición de paradigmas
opté por dedicarme incansablemente a una vocación inútil:
escribí panfletarios poemas de amor
que ahora detesto
este mismo poema será expulsado
en líneas ralladas que crucen el límite
y peleen por un espacio libre en la papelera
para reñir con los girasoles que crisparon al vidrio
la escritura es un dictado
una tortura lenta de púas
el silencio oscuro que no conocí
un tratar de explicarse a uno mismo,
cuando no se puede
es una postura
anterior y prepotente
no obstante,
me pongo el disfraz.
planeo escribir el poema más largo de amor
muy pronto
sin abusar de mis frases hechas,
ni incluir palomas grises y puentes
para mientras y sin urgencia,
hago garabatos
no me pongo estricta
hago una alusión bestial a mis temas favoritos
extraño al gato azul
me conmisero de mí con los infelices y los vencidos
porque nada me sirve en este momento
no puedo ni siquiera comentar la esquizofrenia de mi deseo
mucho menos ofrecerle una solución
directamente proporcional a sus necesidades
mientras tanto
acaricio esta pornografía tímida
que me llena de esperanzas
no puedo alterar
ese ánimo de promiscuidad
que cada letra se merece
uno descubre por sencilla deducción
que por más que escriba
nada es suficiente
es inútil todo
la mediocridad es una idea que me ronda
para matar
todo es inútil
y es que el amor, que me importa mucho
no obedece las artes del conjuro verbal
lástima.
Ciudad de México, 9 de marzo de 2008
no tengo ojos
solo dos rayitas achinadas de melancolía
hoy decidí olvidarte y estaba tan segura, tan dentro de mí, tan propia
pero un par de cervezas hacen que cambie de opinión, profundamente
soy fácil
verde
tengo púas en la parte alcachófica del alma
fallo
confundo
intento
tengo miedo
dices:
el mismo cielo
excusas
excusas
falsedades
hay demasiada muerte en el aire
y un niño dentro de mí que todavía no nace
y yo misma que no crezco, no maduro
flores nuevas que tambalean en la mesa,
a falta de agua para beber a su gusto
hacemos una parafernalia falaz para abandonarnos
y nadie se la cree,
menos nosotros
hoy decidí olvidarte, y estaba tan segura, tan dentro de mí, tan propia
pero luego se dibujan cuatro cartas:
la primera, un deseo ancestral,
la segunda, el destino que ya intuíamos,
yo también te conocía desde antes
la tercera, una imposibilidad dolorosa
la cuarta, la necesidad de amarnos
el mismo cielo
la misma canción
debajo de nosotros
no lo soporto
tengo rabia de los inventos del verbo
y de la hipocresía de los amantes.
2 comentarios:
Te adoro por todas tus palabras. Sos realmente maravillosa corazón.
Creo que es lo que más me ha gustado de lo que te he leído... Maravilloso, Lauri. Ambos poemas son maravillosos.
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