lunes, marzo 10, 2008

dos poemas de domingo


inútil

toda mi vida pensé que yo era la dueña de mi escritura

por lo que almacené frases horrorosas que luego destruí

y mitigué la ansiedad fabricando sintagmas que inmediatamente

aprobé


pero luego me di cuenta que estaba completamente equivocada

en todo

que mi vida era solo la manifestación incapaz de una voz dolorosa

una combinación de algoritmos que bien pudieron derivar en un paramecio


ante semejante demolición de paradigmas

opté por dedicarme incansablemente a una vocación inútil:

escribí panfletarios poemas de amor

que ahora detesto


este mismo poema será expulsado

en líneas ralladas que crucen el límite

y peleen por un espacio libre en la papelera

para reñir con los girasoles que crisparon al vidrio


la escritura es un dictado

una tortura lenta de púas

el silencio oscuro que no conocí

un tratar de explicarse a uno mismo,

cuando no se puede


es una postura

anterior y prepotente


no obstante,

me pongo el disfraz.


planeo escribir el poema más largo de amor

muy pronto

sin abusar de mis frases hechas,

ni incluir palomas grises y puentes


para mientras y sin urgencia,

hago garabatos

no me pongo estricta

hago una alusión bestial a mis temas favoritos


extraño al gato azul


me conmisero de mí con los infelices y los vencidos

porque nada me sirve en este momento

no puedo ni siquiera comentar la esquizofrenia de mi deseo

mucho menos ofrecerle una solución

directamente proporcional a sus necesidades


mientras tanto

acaricio esta pornografía tímida

que me llena de esperanzas


no puedo alterar

ese ánimo de promiscuidad

que cada letra se merece


uno descubre por sencilla deducción

que por más que escriba

nada es suficiente

es inútil todo


la mediocridad es una idea que me ronda

para matar


todo es inútil

y es que el amor, que me importa mucho

no obedece las artes del conjuro verbal

lástima.


Ciudad de México, 9 de marzo de 2008

3.10 a.m.

No tengo ojos

no tengo ojos

solo dos rayitas achinadas de melancolía

hoy decidí olvidarte y estaba tan segura, tan dentro de mí, tan propia

pero un par de cervezas hacen que cambie de opinión, profundamente

soy fácil

verde

tengo púas en la parte alcachófica del alma

fallo

confundo

intento

tengo miedo

dices:

el mismo cielo

excusas

excusas

falsedades


hay demasiada muerte en el aire

y un niño dentro de mí que todavía no nace

y yo misma que no crezco, no maduro

flores nuevas que tambalean en la mesa,

a falta de agua para beber a su gusto


hacemos una parafernalia falaz para abandonarnos

y nadie se la cree,

menos nosotros

hoy decidí olvidarte, y estaba tan segura, tan dentro de mí, tan propia

pero luego se dibujan cuatro cartas:

la primera, un deseo ancestral,

la segunda, el destino que ya intuíamos,


yo también te conocía desde antes


la tercera, una imposibilidad dolorosa

la cuarta, la necesidad de amarnos


el mismo cielo

la misma canción

debajo de nosotros


no lo soporto


tengo rabia de los inventos del verbo

y de la hipocresía de los amantes.

2 comentarios:

Sor Juanais dijo...

Te adoro por todas tus palabras. Sos realmente maravillosa corazón.

Emiliano Álvarez dijo...

Creo que es lo que más me ha gustado de lo que te he leído... Maravilloso, Lauri. Ambos poemas son maravillosos.