Aracataca (Macondo), Colombia.
20 de diciembre 11.15 a.m.
El tiempo se mece entre hojas de almendro
des-pa-cio
aquí no hay nada más que decir
solo existe un nombre propio
pero
José insiste
nos habla de incongruencias australianas
no puedo distinguir nada de esto
los burros se ríen
la telefonista tiene seis dedos
en la plaza, piel pálida de incesto
la madre es una niña
ojos grandes
enfermos
-un hombre me induce a lo imposible-
sí, ayer, conocí a Rebeca, quien nos dijo:
“Era yo la que comía tierra”
con evidente orgullo
y sus ojos nunca fijos
cerveza en la guaca
baños en la orilla
los niños corren descalzos
niños hermanos e hijos
Electra y Edipo en un cóctel tropical
cosas de burras
mujeres en carpa
Úrsula mirándonos desde los muros
riéndose
de esta arquitectura demencial.
pd: Aracataca o Macondo: La débil línea del realismo mágico
http://www.elfaro.net/secciones/el_agora/20071224/
ElAgora1_20071224.asp
6 comentarios:
Qué honor ser la primera en dejarte un comentario por tan grande y hermoso poema.
Querida Lauri, cómo has de alegrar los aires de Macondo con tu estela.
Beso.
Ximena.
como me gustaria ir alli!
Deusa Maia, seus textos são, mais uma vez, divinos!
Beijos
EL realismo mágico todas lo llevamos dentro. Y tú, tanto o más que muchas, salvadoreña muégana querida
Beso y abrazo colombiano
Me gustó eso de "salvadoreña muérgana querida"
Abrazos venezolanos
OA
Bello... la luciérnaga rondando por las calles de flores amarillas, y elevaciones puras y demenciales es otro elemento tan real y maravilloso
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