“Y sentí vértigo y lloré, porque mis ojos habían visto ese objeto secreto y conjetural, cuyo nombre usurpan los hombres, pero que ningún hombre ha mirado: el inconcebible universo”, Jorge Luis Borges.
aquí nació el universo hoy
este es el ruido del cosmos que descansará en la línea de mi mano
en tu perfil
en mi pecho manchado por tus empuñaduras
un solo recuerdo hace
una noche
el mareo
el baño explotado de luces pegadas a mis párpados
a mi costado, el hombre que amo
el rastro de todas las cosas como miles de personas en un vagón
la voz: rasguños de noches en vela sin ojos
la superficie: un insomnio un año
el aire: la revuelta de tus respiraciones
una habitación que nos permite escribir el presente fatigado de las sábanas
esas, las oscurecidas
donde devorará el génesis todas sus semillas
explota: el olor el tacto
la subversión es la carne dormida
no medir la dimensión de lo que habrá
descansa
la ciudad también ha cesado sus explosiones
ni gritos ni botellas que se quiebran inundan
el movimiento de traslación de la Tierra
o el universo de nuestras pieles lindantes
presagio
estoy contando tus granos de arena
la muerte existe pero hoy está lejos de aquí
yace la vida de las ciudades en nosotros: dos cuerpos agotados
sus canciones sus acordes su pan en latas de metal olientes
mordidas
clímax sin dolor
enrumbada la grafía
escribir o callar para siempre
tómame
come la calma calla
no digas paredes circundándonos
ni tiempo
el Yo insiste en deshacerse de sus cáscaras
mi pecho marcado
enrojecido
Yo: exhausta
oscurecida por el contenido de las sábanas
al lado, el roce de tus pies
tu respiración
el aleph en su reducida lujuria
un calor en el centro de mi sexo
las ventanas empañadas
palpita
la masa que nos contiene
y
ay
el universo
esa palabra.
laurigarcíadueñas
30 de marzo de 2011
1 comentario:
mmm aquí hay luz y salamandras... gracias lauri
Publicar un comentario