martes, agosto 15, 2006

Ocultarse



En el vaivén del transporte público
la niña junta sus dedos
aguza la mirada de su ojos chinos
persiste

Las raíces del árbol tumultuoso se ríen del cemento que intenta aplastarlas
abren grietas donde el hombre quiso sembrarlas eternas
soñamos junto a los pájaros que alguien imprima en letras mayúsculas
nuestros anhelos descarados de inmortalidad
las turbias anémonas de la edad establecen al pie un par de obstáculos
deberíamos burlarnos del hombre
como las raíces que logran desprenderse de las fuerzas que las pisotean

Estoy perdida
la niña deja menos de un centímetro entre sus dedos
aguza la mirada
persiste

Una especie de tortolita se coló en la canaleta del agua tratada donde no pueden beber las mascotas
para dejar claro que el objetivo de hoy es ocultarse de los demás a toda costa
Ah vanos mensajes que nos llegan desde las antenas de las azoteas
nos sumen en la debacle de una verborrea inútil
ejercicios
para que los dedos no se vuelvan abigarrados
ni el deseo retorcido nos haga perder la fe en la humanidad

Estoy distraída
la niña se baja en la próxima estación
y nunca conocí el sol que le quemó el rostro
aguza la mirada
persiste

Habría sido más razonable no poner las palabras una encima de otra
y ocultarse bajo las sábanas calientes que nos dejó la noche