domingo, diciembre 16, 2007

Macondo

Me fui a Macondo.
Aracataca, Colombia, 17-21 de diciembre 2007. Taller de Literatura y Periodismo, Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano. Prometo traerles palabras y mi colita que no sea de puerco.

domingo, diciembre 09, 2007

Hombre- mar y Mujer en el mar


Mazunte, Oaxaca, México
5 de diciembre de 2007
Hombre-mar
Había una vez un hombre que llegó al mar a pedir perdón
"perdóname", dijo, y cayó verticalmente sobre un pez
agitó alas de pelícano, mugió y luego se rascó las pulgas
porque era un perro al que algunas veces la gente le daba de comer espinas de pescado que le hacían daño
daño
"perdóname" por ser este atardecer de piedras dormidas como focas, de pies que sumidos en la arena casi se tropiezan
"perdón", repitió, por contar sin planetarios tus estrellas, por reírme de las extrañas formas de la osa menor y juntar piedras que parecen todas iguales
"perdóname", río, por dormir demasiado, pensar en ti sin admitirlo, inventar días dislocados donde ellas me miran la-entre-pierna
para luego lograr todo lo contrario:
que tú creas que no pienso en tí
caminó
miró cómo recogían los huevos de tortuga y cómo los enormes reptiles acorazados lloraban al parir
"perdóname", concluyó, te extrañé sin darme cuenta, me confundí:
eras tú la que miraba el mar
y caías verticalmente sobre un pez



Puerto Arista, Chiapas, México

7 de diciembre de 2007

Mujer en el mar

Yo era un nudo de aprehensiones

una duda explosiva de malas miradas

callaba más de lo debido

envejecía

me dio insomnio

me busqué la vida entre el ruido de la gente que no conocí

había un pueblo desierto

unas hamacas

lanchas dormidas

historias de ahogos

un faro de cemento gris

los perros ladraban, agresivos

untados de arena y con frío

a veces sufro la imposibilidad de mí misma

mi enconchada fragilidad

te miré, de lejos

creí que era yo la montaña hermética dormida al atardecer

me confundí

(varias veces)

pero eras vos el que estaba en mis ojos

el que dormía poco

el que sudaba

el que miró las estrellas en abundancia

el que no localizó la luna

aburrido,

te tomaste una cerveza cerca de boca del cielo

lunes, noviembre 26, 2007

Algo entre las orquídeas



algo entre las orquídeas

no sé todavía qué

el viento estruja la veleta de colores

hablan de una niña que no conozco

de regalos de color verde

me sorprenden los pétalos violetas de plantas nombradas en latín

ellas, van abriéndose frente a mis ojos, pluscuamperfectas

sin una hoja seca que arrancar

no hay futuro denso o rojo

cierto

lo que tenemos hasta hoy es un río papagayo colmado de in-cer-ti-dum-bres

para mientras la luna es de queso

de tío Coyote

tenemos miedo de los reflectores

toda la luz alunada nos penetra

de noche

mañana,

comeremos dulces sin nombre

y me sentaré en tus piernas sobre una banca de la alameda

a media vereda

y bien

después de recibir volantes de distintas asociaciones de auto ayuda

como no nos importará lo que digan

nos diremos bajito:

“Esta es la ciudad más linda del mundo”

lunes, noviembre 19, 2007

La de la libélula


escribí un poema llamado "Especie marchita", en contra de la humanidad. Quise subirlo hoy, hablar de calaveras y borrachos tirados en la plaza. Pero no pude. Estoy tan enamorada que soy como una postal nahif, así que prefiero compartirles la letra de la canción "La de la libélula" del trovador mexicano David Aguilar, que vino a la fiesta de luces-poesía-música-pastel de zarzamora de nicole (no pongás pacheco al cole). Quien desee escuchar las composiciones hermosísimas de David tiene el link a su derecha. Yo soy su fan. Y quiero ser la luciérnaga pálida de estilo Amelie. Ah, y por cierto las fotitos de arriba son en el café "Dos Molinos", París, donde se filmó la peli.

La de la libélula

una libélula bélica cálida de Dalí
que en luna se revela tan volátil
una pupila que lila ilumina es angelical
delinea mil claveles paralelos
flor del alelí
huele la delicia del reloj en lentitud

un caracol que pulula en el ciclo más nebular
duplica en espirales aleluyas
un colibrí de la línea labelo multicolor
sin brújula especula un plenilunuio
lirio de la luz
que habla la blancura plurilingûe del color

célula floral
pétalo lunar
de clima claro tan bailable y tornasol
ve la luz del ala que me vuela si modulas
el azul de un cielo tan película de limbo

una luciérnaga pálida del estilo Ámelie
que dulce lapizlázuli alucina
una molécula líquida helada de girasol
que baila melodía de ukulele
polen del abril
Dalia sobrevuelo tu pistilo en latitud

célula floral
pétalo lunar
de clima claro tan bailable y tornasol
ve la luz del ala que me vuela si modulas
el azul de un cielo tan película de limbo

domingo, octubre 28, 2007

frío

Foto: Carlos García en la Patagonia
Ciudad de México, 28 de octubre de 2007, 10 grados centígrados.

hace días corrían burbujas de lluvia

ayer, luna llena

hoy un escarchado que provoca la plática continua

qué frío hace, qué si los pingüinos y los icebergs

chistes de cajón

y las colchas en la madrugada se multiplican

y cuando hay distancia, duelen los huesos

y hay que frotarse las manos

y bajo las colchas sacar la lengua

para encontrar

otra lengua

y tomar bebidas humeantes

calentar la tina con burbujas

cerrar las ventanas que no cierran

y sacar el viejo abrigo de mamá


lo malo del frío es su cercana prolongación a la pereza

invernar es el verbo preferido de todos en estos días

y la sopa se acaba

bueno, yo no tomo sopa, sueño con tomar sopa pero la tienda está muy lejos


¿Alguien podría invitarme una sopa?

pregunta de cajón


tuve días que nada se me ocurrió

disculpas

lo que pasa es que a menudo y demasiado

recuerdo al muchacho de los dientes de chin chin

le hablo y hasta me lo encuentro en el metro

ah, el frío, les decía,

es realmente insoportable


por eso,

hoy quiero meterme a la cama contigo

deja de rabiar.

lunes, octubre 15, 2007

Armónica



A Alejandro, que descanse en paz y viva dentro de nuestros corazones:


Quisiera llevar en el rostro un epígrafe
la marca en piel de tu nombre
para que todos sepan el dolor que nos inunda
a nosotros, miserables, que perdidos nos quedamos esperándote
martillo en la sien, vuelta la cabeza al revés
lágrimas envueltas en papelitos de piñata
como vos
rueda de caballitos
alfil

todo me sobra ya

tal vez tu sonrisa ahora está clavada bajo el Puente de las Artes
y tus dientes de chin chin,
tus palabras de aguacate,
tu espontaneidad diletante,
tu agudo desenfado y, sobre todo,
esas tus preguntas angulosas,
estén tarareando una melodía pegajosa,
a la vuelta,
cerca

pero
te llevaste tu armónica
la que sonaba en los pasillos grises y aburridos de la universidad
(nunca fuiste ni gris ni aburrido)

y ahora vivo en tu melodía, en tus yemas que recorren el juguete de metal

y me acuerdo

me guardaste unas hojas rugosas con varios de mis pequeños poemas
malos
pobres variaciones de un cuaderno a rayas

me dejaste
nuestros juegos privados
de
palabras
colgados de la débil línea de la red
juegos de niños
rueda de caballitos

toda tu música de vuelta
toda tu risa de vuelta
(no lo creo, todavía)

No te vayás
esta tierra está podrida
no hay gente con esa
tu voracidad
de comerlo todo, de atravesarlo todo

no existe
ni aquí
ni en nadie
tu angustia inexpugnable
tu espíritu espeso
tus ideas explotadas en los muros
tus imágenes
tus dedos curiosos
tu manía de polemizar hasta el sonido
tu pelo y tu termómetro
tus líneas

tu voracidad
por atravesarlo todo
por comerlo todo

no termino
me quedo con los papeles viejos
esos,
nuestros poemas borrosos

me quedo en tu sonrisa
en tus palabras itinerantes
oigo el chirriar de tu armónica
que rompe
todos
los pasillos grises y aburridos

me quedo en vos.

miércoles, octubre 10, 2007

El libro rojo (entre París y Londres)


El libro rojo se fue a dormir para ser mejor. A continuación, el que más me gusta:

XIX

“La vida se instala en formas privadas de tercera dimensión, que desaparecen si se ponen de filo o dejan apenas una rayita rosada inmóvil vertical en el agua”, Julio Cortázar.

Otro idioma

Nada de lo nuestro puede explicarse así nomás

hemos tratado de dotarnos de un lenguaje diferente, privado

sobre todo privado

a otros, amantes arquetípicos, les interesan los peces

pero a nosotros, sombras mundanas,

instalaciones cómodas dentro de la burbuja

nos interesa el jugo de naranja con guayaba que tomamos después de untarnos con aceite una noche de esas en la que tuvimos que escondernos hasta de los des-conocidos

tomábamos café en las librerías

comíamos en el lugar de las mariposas

hablábamos de nosotros con total prepotencia y desparpajo

entregándonos a nuestras particulares-

divagaciones-

metafísicas

nos interesa la posmodernidad ambulante

el centro histórico

decirnos amor en formas sucias e inquietantes

jugar a los niños con parques y comer dulces rellenos de cajeta

tanto y para mientras (dos de mis conjunciones favoritas)

estoy muy cerca del final de este viaje en que nos anudé más de tres veces en reflexiones proclives al llanto

intento hacer de mí una madeja de palabras inmortales y en eso estoy debajo de un puente, hay una paloma gris, asquerosa, que aparece recurrente como todas las de su raza, hay gente que deja basura cerca de las lenguas del río y recuerdo como hace once años hice lo mismo cerca de un atónito ecologista de caminos

hay tantas cosas de mí que quiero decirte

pero no puedo

sí, estoy casi al final de este libro rojo, de la lluvia diletante y enferma, del hastío por lo nuevo, del camino ese que no alcanzo a discernir y de un tembloroso afán por usar la caricia

oscura de anhelos verbales

ávida por conceptualizar la muerte y la miseria

tan dentro de mí que soy gris y horrible como las palomas

tan traslúcida como toda nuestra raza de verbo-diarreicos

cansada

cansada

de oírme hablar de vos para mis adentros

de barajar posibilidades del encuentro

mientras se hace tarde

próxima, turgente

instalada en los códigos privados de ambos

cansada

por eso me detengo

voy a hablarte en gíglico amor,

voy a decirte quédate, llévame al mar, dame de beber una cerveza oscura en el bar de la esquina

voy a decirte, amor,

arrójate al vértigo de tus ansiedades, de una vez y para siempre,

moríte,

de una vez

Y cuando despiertes, voy a decirte que

Quiero:

volver a esas formas privadas, a nuestras películas surrealistas de primos sin sexo, a tu café, a la ducha en que no cabemos juntos, a tu cama –y a la mía-

y que todo el lenguaje del mundo desaparezca,

en el fondo de los peces que otros fundaron

casi es el final de este libro rojo y de los garabatos

(te aviso)

cógeme de los huesos, amor,

hundí tus ojos de cíclope en mis caderas

háblame en otro idioma, amor,

volvé para que nos revolquemos en el pasto hasta matarnos como vacas,

hablemos de nosotros, por fin,

que ya fueron muchos barcos, muchas las aves de paso, muchos libros de orillas con ríos, demasiadas las páginas

las páginas insostenibles

las nubes vistas desde un “arriba” artificial

tantas las canciones repetidas

el dolor de estómago de los poetas

¡Demasiados!

demasiadas las mandrágoras

los malvones

los ananás

las escrófulas

los arcos perpiaños

las nervaduras y, sobre todo,

los intercesores

confieso:

es imposible mantener el ritmo de esta postal de calles antiguas, demasiado soliloquio para ver un puente, demasiada la intolerancia al verbo y a los monumentos, ha llegado entonces como te dije la hora de destruirlo todo, todo, todo el lenguaje del mundo y decirnos al oído

nuevas y sucias palabras de amor


miércoles, septiembre 26, 2007

martes, septiembre 11, 2007

Muslos de sangre



Muslos de sangre
gotas hacia abajo
desde la cerradura
la llave negra de mi vagina abierta
planta amarrada a una estaca
la tuya que dice “mía”
tu mirada que me rapta y me toca
me suelto y salgo
muslos de sangre
este es mi cuerpo
“mío”
es mi camino abollado, mi templo violáceo, mis recovecos,
con las manos escribo y con las yemas me toco cuando sola me hago sublime y grito

no soy esperma de nadie

tal vez a veces más veleta oscura o un poco la ninfa caótica
demandante maravilla del desnudo, timón desbocado en la sal de la caverna
creo, crezco, croo, mastico y mascullo
creo en lo que soy:
voluptuosidad impune
en la calle
y con vestido
casi siempre digo lo que pienso
y si no lo logro
me arrepiento
me doy vuelta todos los días
como calcetín sucio y al revés
me río con mis encías rojas
y mis muslos de sangre
mis puentes de espinas
mis agónicos veleros
mis versos insomnes
(absurdos entre lo absurdo)
vine al mundo desnuda
y desnudo a todos ustedes con la mirada y las palabras exactas
sí, soy el demonio en la edad perdida
que los demás sepan que no voy a detenerme
firmo el acta de compromiso
soy la misma atroz comensal de instantes agotados
desesperación en estado puro, sin mezclas, pura piel hirviente, pluma temblorosa, pesadilla
vine para matarme en cada letra
muslos de sangre
espera.

lunes, septiembre 10, 2007

XXI


¿Y ahora qué vamos a hacer?
cómo cancelo todo lo que escuché de vos
y el mareo en la cafetería
y tu esperma haciendo manchas en mis muslos
y el desvelo
y las comidas
y mi vestido suspendido
y el amor al aire libre del sábado
y tus dedos como tenazas de un animal decidido a comerse toda la arena del mundo en la boca de mi cuerpo
en mi cuerpo que es mi boca
y mi cuerpo era goce/lo era
y el tío vivo y las orejas de conejo y el arroz envuelto en algas y tu persecución en la cocina y el reciente avance de todo lo incierto y la impotente forma de amarnos porque somos de otros ¡qué triste!
y la biblioteca
y un viernes abrazados en el sofá
viendo una película de primos sin sexo
y la emoción de regalarte un libro
y el jardín de piedras falsas y un rastrillo
y la complicidad de mi perro contigo
¿Y ahora qué vamos a hacer?
si ya abrimos la verdad y es tan oscura, es un túnel amarillo,
es el esófago encendido, la sin razón durmiendo hasta tarde en la cama
cómo recogemos todos nuestros versos incompletos
las garzas de San Miguel
y las pequeñas cosas nimias
la trivialidad hiere todos mis costados
y digo “bien” cuando dicen ¿cómo estás? porque ni modo que intente explicarles tu forma de dormir y habitar ó
la aguda certeza de que estoy podrida por dentro desde antes y tengo esa manía de llorar por casi-cualquier-cosa
y ni modo que cuándo me pregunten ¿cómo estás? explique cosas tan absurdas como que imagino –parada frente al Viaducto- que en alguna parte por fin estás. Todo esto es personal y lo digo.
No puedo explicarles el tibio roce de tus yemas, todas tus palabras convenciéndome y tus ojos perdidos, perdidos cuando entro.
¿Y ahora qué vamos a hacer?
¿Romper los muros?
¿Abrir boquetes?
¿Salir descalzos a la calle?
¿Tomar jugo de mandarina?
No podemos
solo alcanzamos a jugar a las sombras
encender la vela gastada
y cabalgar una línea curva con aceite
(huele bien y nadie entiende)
cerrar los ojos
ponerte una boina para que ya no te odie más y perseguir
lo-que-debe-ser-a-tus-viejas-heridas-
esto es personal
no puedo explicar más
cómo cancelo todo lo que escuché de vos
tus palabras partieron esta estancia vacía donde ahora en la esquina duerme mi perro enrollado en su cola y donde la pluma temblorosa responde que ya nada puede hacerse
tal vez más garabatos
o un café para limpiar el vidrio roto de la noche
todas fueron palabras sencillas
cuchillos, quemaduras y celos como espejos de antes ¡antes!
¿Y ahora qué vamos a hacer?
esperar el olvido que nunca llega,
jugar entre los dedos con la cinta roja que me regalaste
(todo es insuficiente)
¡Tus dedos largos!
¡Tus palabras sucias!
en el filo de la vela gastada, nuestros cuerpos diciéndose adiós
gritos de placer
y llantos de conmiseración
(nada exagerado)
tus dedos como dedos de un animal
buscan piezas de sal
largas cuevas donde los monstruos duermen
oscuros túneles amarillos
y mi herida/esta maldita quemadura

Ya nada podemos hacer
todo ha terminado para nosotros

(aunque recuerde tu esperma manchando mis muslos
y tus ojos entrando en los míos)

Ciudad de México
al 8 de septiembre de 2007

a la persona que quiera el poemario completo, escríbanme a luciernagapoeta@yahoo.com.mx

jueves, agosto 30, 2007

las personas

las personas no son intercambiables
si lo fueran
me diera lo mismo
recordar a mi profesora de segundo grado de primaria
o a mi maestro de Letras del bachillerato
y no
definitivamente él era alto y ausente
y ella guardaba ante mi mirada atónita la merienda en el sostén
(era rechoncha y dulce como la mermelada de fresa)
las personas no son intercambiables
algunos perros comen basura
la tarde es un cuadro de hojas tambaleándose en la ventana
ya no hay calcetines limpios en el cajón
hace un frío que me hace más propensa a la conmiseración
los elefantes están borrachos
y los vencidos hicieron un club
un jugador de fútbol murió súbitamente (los jóvenes también mueren)
mi colchón está tan inservible y frío …
en la madrugada sueño esas cosas tan inconexas: un viaje a las montañas de Chile un almuerzo de pollo encebollado y huidas y cuadros rotos entre meseros de corbatín
despierto/enciendo la luz
miro los papeles desordenados
tengo unas terribles ganas de llorar
toso sin parar
me detengo en medio de la gente
y duermo en el metro
lucho con mis ganas de no incidir en el mundo
me acuerdo de la vaca con manchas que no me regalaste
miro el jardín pequeño que duerme junto a mí con ocho piedras de colores
y un rastrillo
repudio
la mano que distribuye los méritos
por qué no me tocó un girasol, un beso, una mano en el muslo, un estertor
hago malos chistes
por suerte
choco con las botellas y duermo más de la cuenta
y como galletas blancas que por dentro son negras
deliciosas
veo películas dramáticas –donde aparecen personas que viven peores tragedias que yo-
pero
cómo paro esta sesión cerebral
dónde está el botón de “off” para la desesperación
las personas no son intercambiables
uno elige y uno ama
(ama más de lo que elige)
las personas no son intercambiables
oigo comentarios tan variados
tan variados
y de pronto estoy interesada en que todos sepan que estoy sola
que lo repito
hago chistes malos y me río
de repente digo tantas malas palabras
cómo puedo explicar
que me gustaba el guiño inmortal de tus ojos
tu sonrisa
tu curvada y amplia espalda
tu imperfecta figura
tu forma de traicionarte/ tu inconformidad
nuestras largas e intrincadas palabras
tus sábanas y tu olor
tu colchón que duele
y tus manos que duelen
en la mañana
abrir los ojos y mirar las siluetas de la calle al otro lado de tu habitación pensar que nadie nos mira que estamos solos que éramos nosotros en esa pequeña y lograda trivialidad que empezaba a hacerme feliz
eras importante
más importante que otros muchachos
las personas no son intercambiables
*
(editado por la autora, me gusta más así)

miércoles, agosto 22, 2007

Dos copas de vino

dos copas de vino
una está vacía, no terminamos
volver a tus brazos
no siempre puedo irme
ocho piedras dormidas en la arena
un enorme silencio en casa
en tu cama regreso a mi misma, todo lo demás está tan lejos
significa que quiero estar aquí
en vos.

miércoles, agosto 08, 2007

salgo


tornamesa, tallada, desnuda
retrocedo en el marco del bar
es viernes
rabillo de ojo/ me fijo/ agito un vestido azul que a los días/ sin saberlo
me arrancarías luego de sudar los jirones de la fiesta

salgo en busca de nada en lo absoluto
ni siquiera compañía
qué puede encontrarse ya
si la fatiga te la imponen
si los vencidos arrastran los pies
sobre las baldosas donde los felices caminan de la mano

en nuestro más allá
en la salida del bar
días después
jugando a los pulpos con las lenguas atadas
seríamos la envidia del hombre que cuida los autos

los expectantes/ entre saludos
no saben qué decir
si abrazados nos da por ser los últimos en pie al bailar
(qué largas son tus pestañas)

salgo
a tus ojos y al lago
tengo escamas/ vuelvo
al sillón cómodo de una estancia compartida
donde ahogamos los gemidos y nos metemos los dedos debajo de la piel
(casi me caigo de vos)

perforas mis ácidos y viejos rincones
contemplas mi aura, la que supuestamente descubres
no es para tanto
no soy invisible

“nada es perfecto”,
te digo
solamente somos algo pequeño dentro del hombre

salgo
a la noche
a la neblina
desmenuzo entre ruidos
las cenizas de mis yemas en tu pelo
¡Tanta dicha en tan poco tiempo!

ahora salgo
y soy distinta
un ave sin plumas
un pavo real de espinas
una masa mezclada y oscura
una súplica para que esta herida
esta llama cocida de la despedida
sane sobre el mapa que colgaste en la esquina de tu habitación

dormida junto a vos
parece que estuve toda la vida
sentada arriba tuyo, nos busco para descifrarnos
¡Tanto sudor!

(pienso demasiado y un poco todavía “entro”)

pero

salgo
me voy de donde vine
cuento las lunas

para ser sincera
la de ayer me parece
demasiado
exigua
(insignificante al tiempo que nos falta)

-Las promesas son mozotes-

quiero volver al absoluto
a ese gesto tuyo
tan apretado y peculiar
a tu boca y al bar

salgo
respiro
me pierdo un poco
explico:
es que me cuesta empezar de nuevo.

martes, julio 24, 2007

Tiempo nuevo

A Nicole Delgado, mi bloguera favorita:

abro el calendario
tanto espacio acumulado y la luna muriéndose de celos
ahora la caprichosa, está abriendo sus fauces para tragarnos
vivo en un tiempo nuevo, que se parece a mi pasado
un vago recuerdo
unas ganas de quedarme
en parte por los besos del lago
en parte por los bares
y por el perro
sin jerarquías, aclaro
porque si habría de decir algo
prefiero de todo, los besos del lago

(estoy tan lejos de lo demás, no voy a decirlo)


pero habrá que hacer maletas pronto
empezar el año lunar en otra parte
y tomar mezcal.

viernes, julio 13, 2007

La araña

Jueves 12 de julio de 2007
23.51 p.m.
San Salvador

Frente a mis ojos atontados
contemplo el intento vano de una araña por engullir a un zompopo
que se resiste y salta sobre el blanco de la pared
afuera llueve
dentro de la ropa hace calor
nada grave todavía
nada urgente que me obligue a abrirle la puerta a algún desconocido

más lejos, los niños sumidos en una profunda soledad que nadie les entiende
-son tan estrictas las órdenes de los padres-
recurren a amigos imaginarios bajo el árbol de limón
que a estas alturas ya no existe
sólo queda su pequeño tronco incrustado en el recuerdo
como el equivocado intento de una persistente resistencia a la castración

en la calle los autobuses me conducen por calles conocidas
las de siempre, las de mi aprehensión
y cuando el sol está todavía a una altura imperturbable
y poco propicia para deprimirnos
me entran unas incontenibles ganas de llorar

pero como el zompopo
resisto el vano intento de la araña por engullirme completa

no puedo negarlo
pueda ser que sus largas patas un día me alcancen
y más borracha que de costumbre vuelva a intentar sujetarte por el bolsillo del pantalón

pero puede ser que no
y que de una vez por todas, me rinda
y salte al vacío del vértigo de todos los días

satisfecha, así, la desilusión
yo también pueda convertirme en una araña
que persigue zompopos.

domingo, junio 24, 2007

Huestes y Dos


1. Huestes

Arrastro desde hace tiempo
cadenas
viejos baúles y forros
esferas

vengo de un lugar remoto, de puro y ansiado silencio
iluminada al costado por esa luz que en verano, cae de pronto y no se recuesta
(antes de las ocho)
tinglados
guijarros pequeños
hojas murmurando
viento suave y unos cuantos
espas-mos
arrastro desde hace tiempo mis huestes
mis llantos de infancia
mis cuadros

lucho
mastico
estallo
soy adoquín de ese camino largo
sola
recojo guijarros
aprendo y hablo
un sol estático guarda mi espacio
arrastro desde hace tiempo/algo
dudas
largo

Yo
continúo

con el gesto repetido de una mano
que limpia el cristal empañado
del pasado

2. Dos
ellos no dicen futuro
moran adentro
retan y destruyen la espina dorsal del ego
aún así
de contradictoria forma
¡Pretensiosos!
lujuria extendida y suave
oraciones nuevas
camisetas blancas/uñas
domingos de pájaros
desvelo

los fantasmas tocan y abren
ellos no preguntan
pero tampoco aman

no hay promesas
algún filo de posesión, tal vez
sábanas revueltas
puertas

miro la imagen que olvidan
y sonrío

miércoles, junio 20, 2007

petición revocable


que te escriba cuando esté bien
cuando los que quedan en las bancas no me produzcan
ese asco repetido por la humanidad
cuando no nos cobije un día gris
como hoy

que te cuente de mí
cuando haya llegado la esperanza anónima
y otro lejano a vos me haga en el cuerpo
una operación que retire las cicatrices

que siga adelante
cuando semejante frase es un atentado al sentido común
cuando después de un baño imaginario de hierba buena, naranjas y manzanas
el taxista no adivine en mis suspiros la desazón
cuando
cuando
mi perro no mire a la ventana esperando nuevos dueños
¿Quién les da el título de posesión de otras bestias?
se pregunta él con sus ojos verde canino

que te escriba cuando esté bien
para que la culpa no se te cuele en la nueva cama y las grandes fotos
para que la disección de mis recuerdos sea completa por fin
y podamos tapar con eufemismos el abandono

que un día te olvide
que ya no me duela
(la resignación nunca fue mi lugar favorito)
que no use repetidas conjunciones prohibidas
por aquellos

que las cortinas ya no estén sucias
que haya fuentes prendidas aún en días de lluvia
que los niños me regalen dulces
que las tardes no sean cuesta arriba para los vencidos
que haya siempre café para los desvelados
que las malas noticias se conjuren en los labios
que no haya explosiones de bilis frente a los vecinos
que nadie huya cuando se le ama
que todos vuelvan y hagan una gran fiesta

que te escriba cuando esté bien
cuando no haya rutinas repetidas
ni viejas fotos escondidas en la cómoda
ni cortaduras con platos rotos
ni hambre, ni frío
ni reproches

que te escriba cuando esté bien...


viernes, junio 15, 2007

Entro


Jueves 14 de junio de 2007

Colarme en tus ojos de lechuza
zambullirme en l-o-s- abiertos pacunes

(dijeron tantas cosas antes de nosotros,
tantos asuntos sobre el patetismo de las cosas)

hilar un barrilete de seda oscura, descansar a la sombra de aquella laguna
seca
de bruces sobre un millón de hojas, de grises, de libros

gritarle a tus ojos de lechuza
para que vos me digás “tranquila” y yo recoja mis jirones
y vuelta una niña
pueda zambullirme en las ventanas abiertas de t-u-s pacunes
dóciles pupilas de almendrada ternura

anoche, de seda oscura
antes de anidar en tus sábanas húmedas
contemplé atónita tu mirada que gira y abarca
algo animado dentro del hombre
un halo milenario de agudos estertores
un viejo que juega con un perro joven
en el parque de un triste epitafio
(¡dijeron tantas cosas antes de nosotros!)

Colarme en el túnel
expresarme con celos (inventando un pretexto)
implorarle a la ternura al filo del deseo
para que vos me digás “tranquila”
respiro
me cuelo
abro tus pestañas/y entro
en el espacio discreto
se enciende la lámpara/te muerdo
silbo la temible melodía y sucede lo inquieto
sin necesidad de espejos/me he convertido en tu cuerpo
blanda estructura de t-u- esqueleto
disfrazada de lechuza (tengo plumas) me quedo tranquila
descanso a la sombra de tus lagunas
y digo
¿Algún día volverás conmigo, volverás al mundo?

No hay brisa en tu centro
pero no me rindo
y espero
reviso mis huesos
te penetro
no es algo fácil explicar el porqué de tanta agua
ningún objeto inanimado, espeto
desgrano tu alma
esa estructura blanda
inmanencia exacta
de esperanza amplia

dijeron tantas cosas
antes de nosotros
tantos absurdos sobre el patetismo de las cosas

ahora
es el contrario
oscura vértebra del caos
te colás en mis venas
para blandir la reiterada certeza

(sobre las tablas el escenógrafo deja escapar una columna delgada de humo)

subrayo:
estos huesos y estas sombras
son a la existencia como unas lechuzas a tus ojos

aclaro:
nunca viviremos más allá de estos cuerpos
por eso, entro

La noche cae tranquila, cruje la voz del cuervo
vos alargás la mano
y apagás la lámpara de la esquina.

viernes, junio 08, 2007

transversal


"si la noche nos prometiera la salvación o un antídoto para la ausencia, y si el hoy no me puedo levantar se convirtiera en una promesa para resistir. No me entendés, ni sabés..."

te tengo cogido transversalmente de mis entrañas
el estómago se queja cuando pronunciamos tu nombre
hoy, es domingo
tuve que escribirte
tuve que decírtelo
seguís siendo la percepción informe de un sueño de largos años
continuás hundido en mis costados
en las referencias cotidianas al pasado

hoy
voy a incomodarte
voy a repetirlo:
“te tengo cogido transversalmente de mis entrañas, la calle se queja porque nunca más caminaremos juntos los dos y mi estómago protesta cuando sin querer tu nombre aterriza en la conversación”.

viernes, mayo 25, 2007

El poema del viento

Chetumal, 11 de mayo de 2007
6.23 p.m.

¿Romperás el viento?
¿Sostendrás al pájaro?
¿Te reirás con los niños en el aleteo?
¿Columpiarás los ojos?
¿Jugarás al ave?
¿Guardarás mi mano?
¿Serás el vigía del faro, el anciano desnudo que no le teme a las olas?
¿Encenderás la luz cuando acabe todo?
¿Coleccionarás fotografías de niños columpiándose al caer el día?
¿Y los manglares?
¿Serás pescador, esperma?
¿Tormenta de tarde?
¿Granos de elote?
¿Oscuro pozo de corrientes secretas?
¿Piernas abiertas de la maravilla?
¿Una mano tendida, un zapateo de niño, una concha nácar, un bloque de ladrillo?
¿Romperás el viento?
Porque si no rompes el viento y no guardas mi mano
puedes irte ahora.

viernes, abril 20, 2007

esperanza anónima


/pude ser una cursilería


Jueves 19 de abril de 2007
11.52 p.m.

seguro tendrá las manos largas
y su abrazo más grande que el mío
un montón de palabras para consolarme
el corazón intacto a pesar de la edad que ya nos persigue
un barco grande y un balcón

su silencio nunca pesará entre nosotros
llamará a menudo
tocará mi frente antes de dormir
no importará su tristeza acumulada
ni sus secretos
no se interpondrán
mi añoranza acumulada
ni mis defectos

tendrá esa facilidad añorada de hacerme reír
una palabra siempre justa a la orilla de mi desesperación
un silencio al límite de mis ganas de no estar
sus besos serán eternos, tibios y húmedos

combatirá con ahínco la frialdad de los espacios
la injusticia de los alrededores
la miseria humana

llorará en las películas donde hay que llorar
dirá groserías cuando sea necesario
y doblará las rodillas cuando lo exija la ternura
le gustará la poesía y las grietas que abre en nuestras vidas

soportará mis excesos y mis desvaríos
cabalgará mi cuerpo sin cansancio
y se quedará quieto si el deseo cede a la compañía

seguro de sus pasiones
con devoción
perseguirá su aurora
sus noches cerradas
su convicción

sus ojos serán de niño
y su sonrisa ganas de llorar

los domingos serán de fiesta
y nunca más
las esquinas de la nostalgia

querrá, sin duda, acompañarme
allá
dónde nos pondremos viejos
apretando las manos cansadas de caminos

a él
que no conozco
que espero
que no sé dónde está
que no me imagino
que ni me imagina
ni sabe dónde estoy

a él
en quien confío.




lunes, abril 16, 2007

Promesa dos



en la Tierra
Adán cambia la lectura de Eva
Eva no siempre es la misma
y si dos personas
dinamitan los lazos
nada cambia en la órbita exigua y cotidiana
de la luz solar que se esparce como todos los días

(podría haberse pensado que tu ausencia mataría
las hormigas del café
pero aunque amargo sigue siendo el mismo)

Nosotros,
engendros pequeños de inmortalidad
exiliados e ilusos
gigantes degradados
hace ya algún tiempo
imaginamos
que sería suficiente prometer
-en voz baja-
que nos amaríamos toda la vida

(como gusanos ardiendo
en un refugio atómico)

en la Tierra
si dos personas dinamitan los lazos
nada cambia en la órbita exigua y cotidiana

la luz solar
se esparce como todos los días

miércoles, abril 11, 2007

Existencias

Este decálogo de poemas se lo dedico a mis amigas entrañables, hermanas brujas, confidentes y apoyo incondicional en estos tiempos de existencias resquebrajadas. A Laura y a Leire, por todo. Y al mar, por los iones negativos que incrementan la serotonina y alivian un poco las penas. A Carlos Humberto por el comentario.


Lunes 2 de abril 2007
1.10 a.m.

existencia uno
estoy perdida en el azar
en las ramas de un domingo acabado
de una hora más

el día se prolongó lo suficiente
para acabarnos

el dolor es una amalgama
sin límites, sin comienzo, sin final
un viejo paseo sudoroso de abril

tantas historias acá, al costado
de un solo fantasma
de enumeradas ausencias

no hay nadie más

tal vez
solo la desesperación inicial

el infierno dulce
de mi existencia

existencia dos
conjurar el odio y la tristeza
al ladrón
al muro del rencor

y continuar

Jueves 5 abril 2007
Playa Paraíso, Guerrero, México

existencia tres
un pelícano formal
ala tras ala
en el pecho del abrazo

un pez untado de arena
un avión de papel
y un verso con tu nombre

Viernes 6 de abril 2007
existencia cuatro
la línea azul
dos perros
una fotografía
un tronco carcomido de salitre

una niña larga
de tez oscura
juega al destino
entre malabares

el sol a lo lejos cae
y el mar murmura recuerdos tristes

existencia cinco
gaviotas
el atardecer entre latas vacías
imposible al mundo encontrarnos

tres chicas
llenas de sal
sentadas al filo del gigante

este instante nunca volverá

existencia seis
es abril
truenan las alas de los pájaros

era abril, ayer
y todavía estabas conmigo

Sábado 7 de abril 2007
existencia siete
el hombre solo tiene una pequeña casa
un cuerpo
un alma reducida
enésimo temblor del agua

existencia ocho
dejar que la inmensidad lave y arranque la ropa
luego inventar una música
y contarle a todos el inverosímil
la posibilidad remota
de que alguien pueda
curar el silencio encerrado en el cuerpo

Domingo 8 de abril 2007
existencia nueve
sentir su lengua
hasta el fondo de mis manos
la savia azul que me limpia

sentir sus manos
a medio desnudarme
los brazos en cruz sobre la arena

sentir su cavernosa voz donde la mía rebota
deconstruir memorias

anoche
luna llena
lloró la última flor blanca

desde la barca
mis manos soltaron
mi última ilusión de vos

existencia diez
nos vamos
dejamos la arena y el ron
los ojos de los caimanes
el agua de coco
la pasividad

la playa queda atrás con los restos de nosotras
viejas fotografías
colgarán de una casa azul
cuando vuelva al mar

domingo, marzo 11, 2007

El último beso


Martes 21 de enero 2007

7.50 p.m.

Uno nunca sabe cuál es el último beso de esta historia
tal vez lo intuimos cuando,
y con la cordialidad del caso,
los amantes se dicen ‘hasta luego’.

Uno llega a casa
riega las plantas
va a la lavandería
lee libros importantes de gente importante
mira la televisión
cuece el arroz.

Pasan los días
y uno poco a poco se va dando cuenta que el teléfono no suena
que no llega el correo
que el otro no solo está de espaldas sino que es el ausente favorito
de la nostalgia.

Entonces, uno
vuelve a regar las plantas
vuelve a ir a la lavandería
vuelve a leer libros importantes de gente no tan importante
y sobre todo mira la televisión
cuece el arroz
y aprende como otras personas, tan distintas de estas personas, cuidan a los cocodrilos

Uno nunca sabe que aquel beso iba a ser el último beso
sino hubiera preparado mejor los labios,
tratando de hacer del último beso, el mejor beso
y hasta de pronto, por qué no,
hubiera gritado desde la esquina
‘¡No te vayas!’
‘¡Te necesito!’
pero dicen las abuelas que el hubiera no existe
que ése es para los fracasados.

Y uno da el último beso de esa historia
injustamente
sin saberlo.

Alejandra se ríe.

Y uno llega a la casa
riega las plantas
va a la lavandería
mira la televisión
lee los libros
cuece el arroz


y aprende.

viernes, febrero 16, 2007

Ciegos II

Hoy me encontré de nuevo frente a ellos
entraron al autobús
pero ya no eran dos
sino tres
el vientre abultado de ella
sorprendía a la noche
de los demás

siempre son dos
los que aún sin imágenes
buscan la mano del otro
para caminar

ciegos, somos todos
ciegos, somos nosotros, los otros
trastabillamos
huimos
y hasta nos miramos
cuando en la cama
guardan silencio los gigantes

el deseo
mío y tuyo
tuyo y mío
es el bastón que nos detiene
para no caer
otra vez

No estamos tan lejos

El árbol nuevo



a buen árbol se arrima
la desolación compartida

a este
el nuevo árbol
con dejos de felicidad japonesa
paseos a tu lado en domingo
ventanas con vecinos amables
senos de manzana

en algún momento
debe cesar el dolor
como la falsedad de los colores
pintados por el mago cruel

en algún momento deben cesar las lágrimas
sobre este suelo sin muebles
sobre estas letras solitarias
de camas vacías
y distancias limitadas

el árbol nuevo
seca sus ramas
para borrar el llanto y los antiguos grafitis de amor
tatuaje de hojas
fuego a la espera
ánimo
tu voz grave al otro lado, nueva e inspirada,
abre los botones de mi blusa
y mancha los dedos de humedad
tras los pliegues que se abren

paseos por la Alameda
y tu mano sosteniéndonos
fuerte
del árbol nuevo

ay, tus besos

jueves, febrero 08, 2007

Recapitulaciones



A continuación dos poemas de "La primavera se amotina" que a petición de mis lectores tenían que formar parte de este blog. Sirve además para cerrar una era... que abruptamente ha terminado.


(Escritos en el año 2000)

Pensando en la edad

Cuando la edad se instale en mis ojos
y mi juventud con sus rarezas explosivas
se vaya a pasear con otros
tal vez con los fantasmas de unos tiempos
hasta más radicales
entonces iré deponiendo algunos defectos físicos
y de las ganas

Cuando la edad se instale en mis ojos
recordaré esta noche bulliciosa
estos excesos de sexo compuesto
alcohol en la sangre y marihuana en los pulmones

Me acordaré de tu pelo
y de tu olor al salir de la ducha
o quién sabe si hasta tu nombre se me diluya
cuando la edad se instale en mis ojos

Me acordaré también de tu psicosis
de cuando me cabalgabas poderoso
amenazante
fuerte
orgásmico

Cuando la edad se instale en mis ojos
lloraré los sueños que no alcancé
como aeroplanos
añoraré la belleza sin rebuscas
mi piel olorosa y siempre lista
estos piquetazos en el vientre
los besos húmedos que regalo
de madrugada
sin previos formularios

Cuando la edad se instale en mis ojos
y cuando mi juventud con sus rarezas explosivas
se disperse en el ocaso de una vida intensa
lloraré y sonreiré un poco
por las locuras que no hice
y por las que hice también
y de seguro voy a extrañarte
porque no serás el mismo que quise ayer
o anteayer


Noche cerrada

Cae cansada la princesa jinetera
sacudiéndose el moho
cae por la barra show del reloj inquieto
bamboleando los glúteos sonoros y perversos
suenan las ambulancias allá afuera
entre putas y secuestros
con violencia mueve las caderas andrajosas
la noche cerrada
se para en el atril circunspecto
de las máscaras y los perros
en su baile frenético
los hombres en directo buscan su sexo
para besar la miel de las esferas
pero ella no para
totalmente dueña de su cuerpo
la noche agitada
cede a los tropeles de su vientre
lo expande todo
ataca
ataca
la página roja deshecha de pétalos
explota
explota

Al final
la noche rellena de pieles sudorosas
de miradas lascivas
de hombres ciegos
de mujeres sordas
se rasga por completo
las ropas
la ninfa pegajosa se clava puñales
ella sola

lunes, enero 22, 2007

Los vencidos

Los vencidos esperan la media noche para hablar a solas
con los fantasmas anodinos
y auto compadecerse
para que nadie los escuche sollozar entre los almohadones
cuando no es necesario
que los demás se den cuenda que chapoteamos en el fango
más tristes que los tristes

Nadie por supuesto se pregunta por los vencidos cuando allá dentro hay tanta dicha
nadie se preocupa por nosotros cuando llega la hora de las bodas y las fuentes
mucho menos aquellos que quedaron enteros y entraron oriundos al salón,
a costa de quebrarnos las costillas y arrancarnos las uñas

los que nos quedamos afuera de esos salones de celofán –por ahora-
suspiramos convulsos
y agitamos un trago con aceituna en la antesala de la podredumbre
para saludar a la soledad que es la condena contemporánea de los abandonados

los vencidos somos así
exagerados para describir las lágrimas que nos provocó el fin del amor
el término definitivo de los contratos y las heridas con papel
insultamos
al gigante que hizo trizas las muñecas
con la frialdad del asesino
y el cinismo del traidor

la historia obvia totalmente la existencia de los vencidos
y los cuentos de finales felices no incluyen postdatas que nos narren
la frustración de la bruja que no pudo envenenar a Blanca Nieves
o la consecución existencial
de las hermanastras que lloran en los rincones del pan
por haber perdido al príncipe que se fue con la chica de la zapatilla

los vencidos tomamos de más
fumamos de más
y lloramos ridículos al repasar
las canciones de pasados inalcanzables y clausurados por nuestras odiosas muecas

los vencidos vamos por ahí mascullando maldiciones
arrastrando la nube negra de la que huyen los felices
y hasta los infelices
que consiguieron rozar los pies y explotar el polvo
para volver a ser los mismos

Y en la cruda tarea que consiste la recapitulación
esto es lo que queda de nosotros, los vencidos:
un montón de huesos de aves
platos sucios
pocos muebles
explicaciones
eufemismos de fraudes y fiascos
una caja con cartas de ayer

y sobras

Nosotros,

sal de cadáver,
esperamos
levantarnos
de entre las cenizas
recoger los vidrios rotos, cada vez más rotos
recuperar, por fin,
el temple que nos robó la derrota

y volver a empezar

Bestia dos




El sabio se sienta a la orilla de una laguna
la chica arma su carpa, es la selva del observante
el sabio habla de pájaros, chimpancés, avestruces y otros bípedos
la chica no tiene ganas de acostarse con nadie

El hombre elucubra sobre los penes de los rinocerontes
elabora teorías sobre las bestias en su estado natural o de putrefacción
en el atlas virtual de las actitudes consanguíneas
a ella le cuesta mantener la erección

Un hombre puede amarrar su vida y luego salvarla en el suicidio
‘guarda silencio te dije’
quién mató a los inocentes, la madre o la hermana
el perro o el amo

El mono cuelga de la rama
mientras el cocodrilo planea meter mano
antes que la naturaleza voltee la espalda
frase tuya, dicha en la inconsciencia del no-conocer-me

Mi reloj de mesa parece comerse el infierno con todo y los condenados
posee la efusividad propia de los hijos ilegítimos
y la justicia atemporal de los equivocados

El sabio observa la laguna
hay un silencio incómodo en el recuento de lo que dejó a su paso
la-mano-del-hombre
la chica no puede explicar porqué dejó de sentir el agua en su propia estación lluviosa

El sabio mira lo que dejó la bruma cocida de turquesas
la chica tiene frío y se oculta en la carpa
a lo lejos dos gaviotas representan las líneas octogésimales del caos
cuánto calor
¡A ella le cuesta tanto mantener la erección!