jueves, agosto 30, 2007

las personas

las personas no son intercambiables
si lo fueran
me diera lo mismo
recordar a mi profesora de segundo grado de primaria
o a mi maestro de Letras del bachillerato
y no
definitivamente él era alto y ausente
y ella guardaba ante mi mirada atónita la merienda en el sostén
(era rechoncha y dulce como la mermelada de fresa)
las personas no son intercambiables
algunos perros comen basura
la tarde es un cuadro de hojas tambaleándose en la ventana
ya no hay calcetines limpios en el cajón
hace un frío que me hace más propensa a la conmiseración
los elefantes están borrachos
y los vencidos hicieron un club
un jugador de fútbol murió súbitamente (los jóvenes también mueren)
mi colchón está tan inservible y frío …
en la madrugada sueño esas cosas tan inconexas: un viaje a las montañas de Chile un almuerzo de pollo encebollado y huidas y cuadros rotos entre meseros de corbatín
despierto/enciendo la luz
miro los papeles desordenados
tengo unas terribles ganas de llorar
toso sin parar
me detengo en medio de la gente
y duermo en el metro
lucho con mis ganas de no incidir en el mundo
me acuerdo de la vaca con manchas que no me regalaste
miro el jardín pequeño que duerme junto a mí con ocho piedras de colores
y un rastrillo
repudio
la mano que distribuye los méritos
por qué no me tocó un girasol, un beso, una mano en el muslo, un estertor
hago malos chistes
por suerte
choco con las botellas y duermo más de la cuenta
y como galletas blancas que por dentro son negras
deliciosas
veo películas dramáticas –donde aparecen personas que viven peores tragedias que yo-
pero
cómo paro esta sesión cerebral
dónde está el botón de “off” para la desesperación
las personas no son intercambiables
uno elige y uno ama
(ama más de lo que elige)
las personas no son intercambiables
oigo comentarios tan variados
tan variados
y de pronto estoy interesada en que todos sepan que estoy sola
que lo repito
hago chistes malos y me río
de repente digo tantas malas palabras
cómo puedo explicar
que me gustaba el guiño inmortal de tus ojos
tu sonrisa
tu curvada y amplia espalda
tu imperfecta figura
tu forma de traicionarte/ tu inconformidad
nuestras largas e intrincadas palabras
tus sábanas y tu olor
tu colchón que duele
y tus manos que duelen
en la mañana
abrir los ojos y mirar las siluetas de la calle al otro lado de tu habitación pensar que nadie nos mira que estamos solos que éramos nosotros en esa pequeña y lograda trivialidad que empezaba a hacerme feliz
eras importante
más importante que otros muchachos
las personas no son intercambiables
*
(editado por la autora, me gusta más así)

miércoles, agosto 22, 2007

Dos copas de vino

dos copas de vino
una está vacía, no terminamos
volver a tus brazos
no siempre puedo irme
ocho piedras dormidas en la arena
un enorme silencio en casa
en tu cama regreso a mi misma, todo lo demás está tan lejos
significa que quiero estar aquí
en vos.

miércoles, agosto 08, 2007

salgo


tornamesa, tallada, desnuda
retrocedo en el marco del bar
es viernes
rabillo de ojo/ me fijo/ agito un vestido azul que a los días/ sin saberlo
me arrancarías luego de sudar los jirones de la fiesta

salgo en busca de nada en lo absoluto
ni siquiera compañía
qué puede encontrarse ya
si la fatiga te la imponen
si los vencidos arrastran los pies
sobre las baldosas donde los felices caminan de la mano

en nuestro más allá
en la salida del bar
días después
jugando a los pulpos con las lenguas atadas
seríamos la envidia del hombre que cuida los autos

los expectantes/ entre saludos
no saben qué decir
si abrazados nos da por ser los últimos en pie al bailar
(qué largas son tus pestañas)

salgo
a tus ojos y al lago
tengo escamas/ vuelvo
al sillón cómodo de una estancia compartida
donde ahogamos los gemidos y nos metemos los dedos debajo de la piel
(casi me caigo de vos)

perforas mis ácidos y viejos rincones
contemplas mi aura, la que supuestamente descubres
no es para tanto
no soy invisible

“nada es perfecto”,
te digo
solamente somos algo pequeño dentro del hombre

salgo
a la noche
a la neblina
desmenuzo entre ruidos
las cenizas de mis yemas en tu pelo
¡Tanta dicha en tan poco tiempo!

ahora salgo
y soy distinta
un ave sin plumas
un pavo real de espinas
una masa mezclada y oscura
una súplica para que esta herida
esta llama cocida de la despedida
sane sobre el mapa que colgaste en la esquina de tu habitación

dormida junto a vos
parece que estuve toda la vida
sentada arriba tuyo, nos busco para descifrarnos
¡Tanto sudor!

(pienso demasiado y un poco todavía “entro”)

pero

salgo
me voy de donde vine
cuento las lunas

para ser sincera
la de ayer me parece
demasiado
exigua
(insignificante al tiempo que nos falta)

-Las promesas son mozotes-

quiero volver al absoluto
a ese gesto tuyo
tan apretado y peculiar
a tu boca y al bar

salgo
respiro
me pierdo un poco
explico:
es que me cuesta empezar de nuevo.