jueves, noviembre 27, 2008

la imposibilidad

hay oscuros caminos que no puede abrir

la luz entre las hojas

heridas que no cicatrizan desde la infancia

como las manchas de varicela que estarán hinchadas

toda la vida

.

dolores de cabeza que no cesan al despertar

cartas viejas que aparecen al ordenar la casa

relaciones animales imposibles por especie

cariños platónicos de mesas de café

.

y de pronto

aparece

la repentina calma de la derrota

una sensación tirante en los labios por no poder decir

y explicar

lo que se cuece en el estómago cuando tenemos pesadillas

el dictado susurrante que persiste durante la existencia

la loca escritura que demanda la atención de un amante

amante por lo demás dispuesto a la tortura

a la hierática carcajada de uno mismo

.

yo que andaba perdida me encontré en la imposibilidad

en el asumir doloroso de que ya todo está perdido entre nosotros

porque si seguía comiéndome tus ojos a las tres en la esquina

algo terrible iba a sucederme

terminaría prendida de los cables de luz

como un zapato lanzado al azar

.

algo así

algo terrible

.

hay cosas que no tienen solución

como las bolsas de plástico rotas

los dientes de leche

el deseo que surge al carbón de los anafres

el atardecer irreal de las azoteas

.

la mano que escribe el mundo ha caligrafiado por fin el punto final

.

quién sabe

tal vez en unos años

la imposibilidad no sea un absurdo

y el frío de esta época

sea solo un lejano rumor de nosotros.

sábado, noviembre 22, 2008

pequeños insectos


el silencio se impone cuando el olvido improvisa sus pasos lentos para colarse en la noche
las risas vienen del piso de abajo
el increpar del hígado
.
jactanciosa violenta de viejas fracturas
incoherente natural entre los fonemas
.
hace tiempo me perdí
y no me encuentro
.
hay un mundo minúsculo que descubrí en el desierto
pequeños seres que viven entre las espinas a fuerza de poca agua
escalando las temperaturas extremas de la Tierra
subrayan que el ego es algo propio de los hombres
.
el viento tiene algo de subrepticio
un acomodar de azares que voltea los molinos
.
veleidosa es una palabra exagerada en sublimación
.

de pequeña

comía muchos tréboles

para ver si me daba la suerte una llave vitalicia
.
la tengo sobre la mesa
me salva todo el tiempo
.
en aquel paisaje remoto de insectos
creció mi infancia despeinada
entre sompopos de mayo
lunas llenas que coleccioné desde el jardín
grillos que nunca miré en persona
.
sospeché de la discreción de sus cortos pasos
.
las hormigas siempre llegan de noche
llevándose en sus pies las explosiones del pasto
hablando el lenguaje silente al que convoco
para soportar el vértigo sobre los puentes peatonales
el tedio de algunas horas
la ausencia recurrente de tus ojos
.
los pequeños insectos hacen túneles
fabrican a pausas las grandes dunas
son ellos la doble metáfora de tantos oídos sordos a la caída del agua
son un poco porque sí la esencia contenida del vacío
.
hay un hueco hondo debajo de nosotros
por eso siempre tenemos miedo y salimos a la calle
temblorosos
como refugiados patéticos de nuestras rutinas gloriosas
.
hoy maté una araña
el resto del día me dediqué a escuchar la escritura automática de mi metabolismo
.
tengo ansias incoherentes de decir con la palabra lo indecible
lo imposible por impropio
lo que no cabe en el llanto
.
encender el recuerdo proso mítico de Claudia
quien en su cumpleaños número diez
recibió un bote de luciérnagas
que al agitarse inventaron una lluvia de luz sobre su propia poesía
.
luego de esa historia me volví un lugar común
.
la salamandra que ardió en las brasas contenía en la sombra de su cicatriz
toda la convulsa destinación del oficio esquizofrénico de la escritura
.
quién soy yo para juzgar a los rastreros bichos innombrables
quién soy yo para decir que no tengo voluntad de abandonar el pie que me oprime contra el piso en tan reiteradas ocasiones
.
por favor
dejá de asesinar el mundo minúsculo que encontré en el desierto
o me vengaré
sembrando frijoles mágicos en toda tu tierra para que tengas que treparte en las enredaderas y visitar a todos los gigantes egoístas de los cuentos
.
voy a dormir debajo de un árbol rojo
en medio de un paréntesis a mis invocaciones
desayunaré con abejas que tendrán el sol tatuado en la sombra
recogeré las migajas y soportaré sobre mis hombros el ruido de los laberintos
.
estoy llamándome a mi misma para que no se me olvide el número
.
tengo asco y desazón y una pluma bastante desordenada a la que saco filo con un montón de piedras
.
tengo un montón de anécdotas que contar
dame paciencia
.
paisaje sinuoso debajo de mis pies
vida microscópica de redondas arenas
llamada tardía de la niña que soy a ciegas:
encendé el camino que debo seguirte entre los ladrillos
márcale el ritmo a mis tambaleantes pasos
sálvame de mí que siempre es lo más difícil
devuélvele a mi mirada el absoluto optimismo
.
universo minúsculo, daguerrotipo:
.
préndele el sol a todas las luciérnagas
para que no se ahoguen en los líquidos oscuros
de un dolor repetido.

domingo, noviembre 16, 2008

estupefacta

acepto mi completo estado de estupefacción

mi sensibilidad a la temperatura externa del gris concreto

mis ruidos internos de órganos adoloridos

.

si pudiera resumirme me hiciera un pequeño epílogo

para poner mi nombre con letras góticas sobre el pasto verde y lejano

de un otoño que no camino

.

hay falta de movimiento en el universo

una completa desidia de los astros

y una luna creciente que se desdibuja en mi pupila

.

hoy solo existe el interiorismo propio de un domingo silencioso

alguien insiste en la necesidad de vaciar tristeza en palabras

pero nada es suficiente para nosotros

los viejos que nacimos con el corazón efusivo

y enfermo

.

y es que a esta noche le faltan los grillos de mi patio

las risas de los niños en nochebuena

el olor a las rosas blancas de mi abuela

un balcón de herrumbre donde canten serenatas los enamorados

.

por eso voy a llenar el buzón de fe de erratas

voy a cambiar sirenas de emergencia por insectos minúsculos

voy a quedarme quieta a soñar con la cara de Quetzalcoatl

haciéndole un nudo al agua y un puente a las piedras

.

mañana voy a caminar despacio por la ciudad

y voltearé a ver la vida nueva del andén de enfrente

las caras de la gente cansada de andar a flote

las esquinas manchadas de humo

.

hoy

tengo unas ganas pequeñas de no decir nada

de comer tranquila y saludar a mis muertos

de hacer el amor como si fueran mis manos

unos aerógrafos

.

tengo ganas de olvidarte

de diluirte en un montón de líneas dibujadas

como muros que se sobreponen

.

por eso escribo esta noche

que solo quería ver la luna y buscar a mis grillos.

jueves, noviembre 13, 2008

un poema feliz y de colores

quiero pintarme la carita de colores

romper con esta racha gris que se cuelga de mis tobillos

decir azul con la boca bien abierta y los cachetes más felices

que aquel día cuando salí de la escuela y diluvió

sobre mi uniforme a cuadros

.

yo caminé a casa sabiendo exactamente quién era

envuelta en ese cuerpo extraño

.

estoy cansada de tantas pericias emocionales

de explicaciones banales de las circunstancias que me atañen

de que se me caiga la quijada cada vez que veo pasar la sombra

del amor que tiene las letras cansadas de nombrarse

.

el agujero que se le hunde al cielo en la Alameda

que se cierre

.

que el recuento no deje tantos daños

.

que mi madre tenga la misma sonrisa de siempre

.

y que el mar lave todas las heridas de los muertos

y todas las escamas de los vivos

.

estoy con la paleta en la mano

decidida

a usar colores primarios para levantar la atmósfera de mis días

a volverme una llama incandescente que no apaguen las fechorías de una dama en desvarío

a dejar de ser un recipiente que soporte el estado de tu fácil egoísmo

.

tengo ansias de revoluciones cotidianas

de romper las nubes negras tantas veces avistadas

que pase algo

algo en mí

que cambie el rumbo

.

soy pura voluntad

nada cáustico ni místico

mis pájaros no están muertos

tienen ramas incipientes en los bordes

tienen plumas/radiantes girasoles

.

me gustan los besos

la pasión en la taza

al mediodía

y en la cena

.

pero estoy cerrando el grifo

no pienso diluirme en tanta sábana

estoy calculando las nuevas coordenadas de esta aeronave

conté hasta diez y ya no pude

.

acelero para detenerme

.

y en la curva más cercana

aferrarme

.

a mi paleta de colores.

miércoles, noviembre 05, 2008

El hombre de Mictlán


Para los aztecas, Mictlán es la tierra del descanso eterno


Me desperté de esa pesadilla dulce que fue la vida
y tenía, frente a mis ojos, la claridad del condenado
un pasto blanco que no podía asir con los dedos
una felicidad suave
un descanso.

Tengo olvidos cómodos dormidos en las pestañas
desapareció la náusea que me provocó la miseria reiterada de los mendigos
la nostalgia impune no me hiere porque he perdido sus causas
y todo lo material se esconde ya en mi pasado.

Soy el hombre que atravesó el valle para llegar a Mictlán
de la mano del perro gigante de encandecidas pupilas.

He vencido la zozobra y la agonía del desamor repetido
mis manos derruidas se convirtieron en las mozuelas líneas de mi destinación.

Nada me sobra ya
y el corazón de mi amada es un hueco en el espacio de lo que ahora soy.

Fui el guerrero asesinado por el enemigo mil veces
la mujer que esperó cosiendo en la puerta por el hombre que nunca volvió
el niño que murió en el parto
todos los que han sido y vendrán.

Soy parte de este humo blanco y oloroso a copal
he dejado mis cadenas al atravesar la atmósfera
renazco en el cuenco de agua que me dan a beber los antiguos
y allá abajo, sobre mis huesos, los que permanecen
toman mezcal en mi nombre.

Nombre que he guardado en la mano
y blandiré de nuevo cuando regrese a la Tierra
de hollín pintado, las mejillas
de sangre encendida, mis venas
porque todo esto es un tránsito
el ir y venir a la madre sagrada
que con tanto ahínco laceramos.

No voy a intentar otra vez destruirme
he encontrado en Mictlán el verdadero sentido de lo que busqué
en el frenesí de mi obstinación.

No soy más el solitario infame
ni la gula
soy el sol la luna
el alabastro el corazón rendido
el beso la luz de las plantas
la herida abierta de los hombres
el lugar donde todos se sientan a comer
el banquete
de este día de muertos.