viernes, noviembre 25, 2011

Mientras más se grita menos se mata

“Mientras más se grita menos se mata”, referencia de un estado de asfixia generalizado.

La joven compañía Mirateatro está presentando en el Trolebús Escénico de la colonia Condesa “Mientras más se grita menos se mata”, una metáfora escénica del mal estado emocional que atraviesa la ciudad de México y cualquier otro conglomerado social contemporáneo.
Colmada de histeria, de principio a fin, el espectador vivirá durante 50 minutos, cada uno más intenso que el anterior, la angustia que provoca un Estado fallido que ha confinado a sus habitantes a gritar y llorar “en su soledad acolchonada”.
“Ya no quiero esperar quiero vivir”, “quiero ir al mar”, “ya no quiero sentir este vacío”, son afirmaciones que no necesariamente podrían ser pronunciados por tres talentosas actrices sino por cualquier transeúnte que tenga que aguantar un “damitas, el tráfico estaba pesadísimo en el Periférico”.
El arquetipo de Todos Los Hombres también está presente en esta puesta en escena. Hombres que reclaman no ser más un lugar común, receptáculo de las neurosis femeninas, ni necesariamente el padre, hijo, hermano, esposo, novio o amante.
Este país se está cayendo a pedazos, los países se están cayendo a pedazos, y en medio de esos escombros surgen apuestas escénicas como ésta que no pretende dejar moraleja alguna sino enfrentar al espectador con problemas propios del género humano tales como la espera, la angustia, el miedo, la soledad y la búsqueda del amor.
“Mientras más se grita menos se mata… o al contrario”, se vuelve una reflexión urgente, precisamente en un contexto donde la vorágine de violencia parece haberse apoderado de las circunstancias históricas.
Con solo 35 butacas disponibles, lo que hace esta experiencia totalmente íntima, políticamente íntima, en un Trolebús detenido en la esquina de Sonora con Parque México en la colonia Condesa.
De jueves a sábado a las 9 p.m. Domingos a las 8 p.m. El costo de la entrada es de 100 pesos, y hay un descuento especial de 50 por ciento para estudiantes y maestros. Hasta el 27 de noviembre. Con nuevas fechas en diciembre.
Texto y adaptación de Lauri García Dueñas. Elenco: Alejandra Lugo, Britsa Analí López, Zaira Concha y Jorge Luis Chávez Caballero. Dirección: Julio Perea. Producción Ejecutiva: Blanca Guevara.

jueves, noviembre 24, 2011

Ah Omara, Omara...


Mi disco de los Buena Vista Social Club está en casa de mis padres en San Salvador. Ahí se ha desgastado y rallado por todas las veces que lo pusimos para bailar en la sala.
El documental de Wim Wenders también lo he visto muchas veces. Recuerdo, entrañablemente, la escena del pianista Rubén González, amenizando una clase de ballet para niñas en Cuba. Y el momento culmen en que Omara Portuondo llora al cantar “Dos Gardenias”, acompañada del fallecido Ibrahim Ferrer. Sus rostros son inolvidables para mí y están “heridos de sombras”.
Llevo pues, unos diez años, al menos, bailando “El cuarto de Tula”, “Chan Chan” y repasando el disco. Enamorándome, abrazando, con el soundtrack de los Buena Vista de fondo.
Por austeridad, se me pasaron un par de conciertos de la banda en México, pero el pasado martes 7 de noviembre, en concordancia al viejo refrán de “a todo pavo se le llega su Navidad”, a mi se me cumplió mi sueño musical.
Fue en la plaza de toros, con dos boletos de 150 pesos que nos permitieron llegar hasta localidades valoradas cuatro veces más ese precio. La respondencia del deseo tantos años cultivado hizo que avanzáramos hasta donde podríamos ver a la banda de cerca, sin que los de seguridad nos detuvieran.
La plaza estaba medio llena y el público mexicano tardó varias rondas en animarse a bailar, no entiendo cómo la gente puede “ir a ver” a los Buena Vista y no desenfrenarse.
Yo ya estaba de pie antes del primer acorde, dispuesta a que me doliera el cuerpo de tanto moverlo. Cuando la orquesta arrancó, las lágrimas me chorrearon felices y se me repitieron durante varias canciones.
El Buena Vista Social Club renovado, con varias ausencias en sus filas, interpretaba sus grandes éxitos como si su marca no se hubiera desgastado con los años. Virtuosos, los ejecutantes daban clases de música a cualquiera.
Omara Portuondo, a sus 81 años, hizo su entrada triunfal vestida con un saco de lentejuelas turquesas, logrando contagiar de frenesí a la plaza que la aclamó en más de una ocasión como “la más bonita, la más sexy”.
Derrochando alegría y vitalidad, la cantante cubana bajaba su cuerpo como si estuviera bailando reguetón. Su voz era un rayo de altos decibeles que hubiera sido capaz de tumbar los aviones que surcaban a esas horas el cielo nocturno. Digo yo.
Omara cantó “Veinte años” y me deshice en más lágrimas. Aguzó “Dos gardenias” y levanté los brazos diciendo “ya me puedo morir, que me parta un rayo”, El Muchacho escuchó un “que me atropelle un camión”. No me oyó bien, pero el mensaje era sin duda claro: “He escuchado cantar a Omara Portuondo, ya qué”.
El que la reina cantara “Quizás, quizás” y “Bésame mucho” aniquiló de una vez por todas las angustias de mi corazón.
La luz del escenario iluminó por unos segundos el rostro de un hombre mayor, y pude ser testigo de su absoluta felicidad, a pesar de la indiferencia de su acompañante.
Más de la mitad del público no llegaba a los treinta años, y los extranjeros blanquitos eran los que más bailaban.
En las últimas filas, había hombres que llegaron solos y que aún así no paraban de bailar.
Los Buena Vista regresaron al escenario luego de concluido el concierto y nos regalaron otras dos melodías, para que los que asistimos esa noche pudiéramos, no solo dormir tranquilos, sino que extasiados ante tanta exuberancia.
Gritamos “¡Viva Cuba!” muchas veces. Era inevitable.
La reina Omara fue la última en salir de escena, aparte tarareó “Amorcito, corazón, yo tengo tentación de un beso” y eso fue suficiente para que del éxtasis me diera casi taquicardia.
La música es el Patrimonio Infinito. Varios días después todavía tarareo por los pasillos “Dos Gardenias”.
Ah Omara, Omara… la más sexy, la más bonita. Si quieren leerla, sígala en twitter y vean esta su foto, para que el relámpago de su belleza los atraviese por completo.

jueves, noviembre 10, 2011

Mientras más se grita menos se mata...





Los invito a mi primera adaptación para teatro:

Texto y adaptación de Lauri García Dueñas con Alejandra Lugo, Britsa Analí López, Zaira Concha y Jorge Luis Chávez Caballero. Dirección: Julio Perea.

Lugar: Trolebús escénico: Parque México, esquina Sonora, colonia Condesa, México D.F.

Fechas: 17, 18, 19, 20, 24, 25, 26, 27 de noviembre de 2011.

Horarios: Jueves a sábado 9 p.m. y los domingos a las 8 p.m.

Costo de la entrada: 100 pesos. Descuentos del 50 por ciento para estudiantes y maestros.

Estreno: 50 pesos con vino de honor.