domingo, junio 24, 2007

Huestes y Dos


1. Huestes

Arrastro desde hace tiempo
cadenas
viejos baúles y forros
esferas

vengo de un lugar remoto, de puro y ansiado silencio
iluminada al costado por esa luz que en verano, cae de pronto y no se recuesta
(antes de las ocho)
tinglados
guijarros pequeños
hojas murmurando
viento suave y unos cuantos
espas-mos
arrastro desde hace tiempo mis huestes
mis llantos de infancia
mis cuadros

lucho
mastico
estallo
soy adoquín de ese camino largo
sola
recojo guijarros
aprendo y hablo
un sol estático guarda mi espacio
arrastro desde hace tiempo/algo
dudas
largo

Yo
continúo

con el gesto repetido de una mano
que limpia el cristal empañado
del pasado

2. Dos
ellos no dicen futuro
moran adentro
retan y destruyen la espina dorsal del ego
aún así
de contradictoria forma
¡Pretensiosos!
lujuria extendida y suave
oraciones nuevas
camisetas blancas/uñas
domingos de pájaros
desvelo

los fantasmas tocan y abren
ellos no preguntan
pero tampoco aman

no hay promesas
algún filo de posesión, tal vez
sábanas revueltas
puertas

miro la imagen que olvidan
y sonrío

miércoles, junio 20, 2007

petición revocable


que te escriba cuando esté bien
cuando los que quedan en las bancas no me produzcan
ese asco repetido por la humanidad
cuando no nos cobije un día gris
como hoy

que te cuente de mí
cuando haya llegado la esperanza anónima
y otro lejano a vos me haga en el cuerpo
una operación que retire las cicatrices

que siga adelante
cuando semejante frase es un atentado al sentido común
cuando después de un baño imaginario de hierba buena, naranjas y manzanas
el taxista no adivine en mis suspiros la desazón
cuando
cuando
mi perro no mire a la ventana esperando nuevos dueños
¿Quién les da el título de posesión de otras bestias?
se pregunta él con sus ojos verde canino

que te escriba cuando esté bien
para que la culpa no se te cuele en la nueva cama y las grandes fotos
para que la disección de mis recuerdos sea completa por fin
y podamos tapar con eufemismos el abandono

que un día te olvide
que ya no me duela
(la resignación nunca fue mi lugar favorito)
que no use repetidas conjunciones prohibidas
por aquellos

que las cortinas ya no estén sucias
que haya fuentes prendidas aún en días de lluvia
que los niños me regalen dulces
que las tardes no sean cuesta arriba para los vencidos
que haya siempre café para los desvelados
que las malas noticias se conjuren en los labios
que no haya explosiones de bilis frente a los vecinos
que nadie huya cuando se le ama
que todos vuelvan y hagan una gran fiesta

que te escriba cuando esté bien
cuando no haya rutinas repetidas
ni viejas fotos escondidas en la cómoda
ni cortaduras con platos rotos
ni hambre, ni frío
ni reproches

que te escriba cuando esté bien...


viernes, junio 15, 2007

Entro


Jueves 14 de junio de 2007

Colarme en tus ojos de lechuza
zambullirme en l-o-s- abiertos pacunes

(dijeron tantas cosas antes de nosotros,
tantos asuntos sobre el patetismo de las cosas)

hilar un barrilete de seda oscura, descansar a la sombra de aquella laguna
seca
de bruces sobre un millón de hojas, de grises, de libros

gritarle a tus ojos de lechuza
para que vos me digás “tranquila” y yo recoja mis jirones
y vuelta una niña
pueda zambullirme en las ventanas abiertas de t-u-s pacunes
dóciles pupilas de almendrada ternura

anoche, de seda oscura
antes de anidar en tus sábanas húmedas
contemplé atónita tu mirada que gira y abarca
algo animado dentro del hombre
un halo milenario de agudos estertores
un viejo que juega con un perro joven
en el parque de un triste epitafio
(¡dijeron tantas cosas antes de nosotros!)

Colarme en el túnel
expresarme con celos (inventando un pretexto)
implorarle a la ternura al filo del deseo
para que vos me digás “tranquila”
respiro
me cuelo
abro tus pestañas/y entro
en el espacio discreto
se enciende la lámpara/te muerdo
silbo la temible melodía y sucede lo inquieto
sin necesidad de espejos/me he convertido en tu cuerpo
blanda estructura de t-u- esqueleto
disfrazada de lechuza (tengo plumas) me quedo tranquila
descanso a la sombra de tus lagunas
y digo
¿Algún día volverás conmigo, volverás al mundo?

No hay brisa en tu centro
pero no me rindo
y espero
reviso mis huesos
te penetro
no es algo fácil explicar el porqué de tanta agua
ningún objeto inanimado, espeto
desgrano tu alma
esa estructura blanda
inmanencia exacta
de esperanza amplia

dijeron tantas cosas
antes de nosotros
tantos absurdos sobre el patetismo de las cosas

ahora
es el contrario
oscura vértebra del caos
te colás en mis venas
para blandir la reiterada certeza

(sobre las tablas el escenógrafo deja escapar una columna delgada de humo)

subrayo:
estos huesos y estas sombras
son a la existencia como unas lechuzas a tus ojos

aclaro:
nunca viviremos más allá de estos cuerpos
por eso, entro

La noche cae tranquila, cruje la voz del cuervo
vos alargás la mano
y apagás la lámpara de la esquina.

viernes, junio 08, 2007

transversal


"si la noche nos prometiera la salvación o un antídoto para la ausencia, y si el hoy no me puedo levantar se convirtiera en una promesa para resistir. No me entendés, ni sabés..."

te tengo cogido transversalmente de mis entrañas
el estómago se queja cuando pronunciamos tu nombre
hoy, es domingo
tuve que escribirte
tuve que decírtelo
seguís siendo la percepción informe de un sueño de largos años
continuás hundido en mis costados
en las referencias cotidianas al pasado

hoy
voy a incomodarte
voy a repetirlo:
“te tengo cogido transversalmente de mis entrañas, la calle se queja porque nunca más caminaremos juntos los dos y mi estómago protesta cuando sin querer tu nombre aterriza en la conversación”.