viernes, septiembre 30, 2016

43 poeti per Ayotzinapa

Tradujeron al italiano nuestros poemas dedicados a los muchachos desaparecidos en Ayotzinapa. Todas las ganancias del libro serán entregadas a sus padres. Seguimos exigiendo JUSTICIA.
http://www.edizioniarcoiris.it/index.php?id_product=248&controller=product

sábado, septiembre 24, 2016

Deseo y Escritura

El libro de Ginn Arias Alberto Báez Munguía Rosa Guadalupe García Mónica Villalobos Manzano Eliana Zaghis se presentó ayer viernes 23 de septiembre de 2016 en Wiser Books & Coffee Dos años después de encontrarnos en una bella, antigua y medio derruida biblioteca de Coyoacán. La escritura existe, muchas veces atravesada por la complicidad de animales que solo escriben y se enamoran, como dice J.E. Eielson. Estoy contenta de acompañar la escritura de otros, de verla encarnar, de verla desbocarse :D Que vengan más textos, que no pare el deseo.

jueves, septiembre 15, 2016

Nociones de patria

Desde que nació Agustín, la palabra patria es todavía más incierta y dúctil para mí, porque aunque tengo diez años viviendo en el extranjero, para los mexicanos soy salvadoreña y para los salvadoreños, mexicana.
Quedé entonces en el limbo de los desterrados y exiliados por voluntad propia, con los afectos divididos y cada día extrañando a la mitad de mi vida, independientemente de la geografía en que me encuentre.
Pienso en la palabra patria y me vienen a la mente el mar Pacífico, la lengua española, los vínculos sanguíneos y escogidos, la tierra negra, la arena, cierta música y lo mismo una pupusa que un buen mole verde.
Cómo, ahora que soy madre, le enseñaré a mi hijo lo que siento por un país en el que no vivimos. He empezado, sin planearlo, mediante el lenguaje, surco de tantos equívocos. Le canto el Poema de Amor de Roque Dalton, versión Yolocamba Ita, y cada vez que lo hago mis ojos se vuelven laguna viendo en Youtube a los hijos de Roque llorar, no por el poeta sino por el cuerpo del padre desaparecido, asesinado y sin sepultura, le canto “Canasunganana” de Exceso de equipaje, que en la universidad no me gustaba y ahora sí. Lloro pensando en la abuela trabajadora a la que le urge que el bebé duerma para hacer el quehacer, como a mí. El llorar, en mi caso, es un mecanismo descompuesto, como dice Rosario Castellanos. Últimamente, tengo el botón de llorar en ON cuasi permanente. Hormonas, dicen.
Desde este país diferente que es la maternidad, también le canto “El sombrero azul”, versión Ali Primera y en mi voz quisiera que cupiera , al menos, lo que sé del paisito desde la cruenta masacre de 1932, poder contarle de la guerra civil, la violencia, pero también quisiera regalarle a mi hijo una bandada de pericos extintos a las 5 p.m. o una nieve del Pops.
De qué se trata entonces esa sustancia incierta denominada “patria”. Antonio, uno de mis estudiantes del taller de Poesía Vida en el reclusorio de Acapulco, dijo que patria es lo que tú quieres que sea. De repente, una se siente sin suelo, al menos yo me siento así a un año de haberme mudado de ciudad, y, de pronto, me asola el vértigo por lo desconocido o lo que me queda por construir de posibles vínculos.
Mientras esta ola de vértigo pierde fuerza y voy cayendo en situación; la canción, mi propio canto, la música, se ha vuelto parte de la patria fragmentada que comparto con mi hijo.
Pronto, él conocerá a mis padres, a mi familia, a varios de mis amigos de allá, el color del cielo de El Salvador, la vista al volcán de San Salvador y un poco del sabor de la comida que se vuelve patrimonio emocional en la infancia y tendrá, al menos, dos patrias (El Salvador y México), resquebrajadas, asoladas por circunstancias sociales extremas, pero también como un cosmos lleno de posibilidades.
Para mientras, le sigo cantando y, aunque supuestamente no me entienda, yo sé que me entiende, seguiré tarareando todo lo que pueda recordarme a El Salvador. La patria también es canto ¿Verdad?

domingo, septiembre 11, 2016

"Mi primer taller de poesía"

"Mi primer taller de poesía" empieza el lunes 3 de octubre de 2016 en Skribalia, en línea, desde cualquier país del mundo. Aquí la información: http://www.skribalia.com/course/mi-primer-taller-de-poesia/
Gracias por compartirla.

lunes, septiembre 05, 2016

Maternidad posmo

Lunes 5 de septiembre de 2016
Polémico. A mi me recomendaron que debía maternar (compartir mi sustancia maternante con mi hijo), es decir, pasar con mi bebé los primeros meses de su vida y dejar de trabajar, 'juelule', me dije, pero lo he hecho, parcialmente, solo trabajo ocho horas semanales fuera de casa (dando un taller de poesía en un reclusorio, trabajo que me cimbra y me da alegría). Me recomendaron dedicarme a pacer cual rumiante mamífera y dar la teta, lo he hecho, hasta donde mis fuerzas me lo han permitido, aunque a veces el cuerpo y la psique desvelados ya no aguantan. No soy una purista y, la verdad, cuando ya no he aguantado el cuerpo, le he dado leche de fórmula a mi bebé, con el perdón de las de la liga de la leche y conexas. Estoy del lado de ambas posturas; considero que las mujeres que no quieren ser madres tienen el derecho a no serlo y nadie debería juzgarlas por ello y las que queremos serlo deberíamos tener también el apoyo moral de las no madres, no su crítica jactanciosa y destructiva, un apoyo estatal y social para pacer y dar la teta sin tener que preocuparnos por lo económico, si así lo escogemos, o bien, se nos debería respetar la decisión de incorporarnos poco a poco al mundo laboral según vaya siendo nuestro deseo y deliberación, eso sí, con las suficientes prestaciones sociales no con la incertidumbre de la flexibilidad laboral. No creo que todas las mujeres deban ser madres ni considero que ser mamá sea, a secas, lo más bello. Esos son cuentos de hadas y estereotipos. Por lo menos, en mi experiencia personal, ser mamá ha implicado que todo lo que era, sentía y creía con anterioridad tambalease. Y mi sombra ha salido a flote con todos los poderes, quizás porque no duermo bien y, entre dormida y despierta, he soñado que mi marido es el rey sandía, con capa de semillas y todo, o que Batman hecho murciélago llega a mi cuarto. No sé cuántas depresiones post-parto llevo ya. Por lo tanto, ser mamá no es para nada un lecho de rosas. Pero de que es hermoso y te dan ganas de ser mejor especímen, no hay discusión.
¿Ser mamá es algo político? ¿Tenemos que volvernos súper poderosas para satisfacer las demandas que sobre nuestro cuerpo inflingen la competencia capitalista laboral, como la muchacha de la foto, o guardar el rol socializado de lo doméstico? ¿No sería mejor fundar nuestra irrepetible maternidad en cada encuentro con el Otro (bebé)?
Les dejo el artículo en cuestión, hablemos de qué es, en la posmodernidad semifeudal tercermundista, ser mamás o no serlo, ve chís. Y algo sé de cierto, si no fuera por todo el amor y la solidaridad que han tenido mi compañero, mi familia y mis amigos y otras mamás empáticas, ya me hubiera extinguido con mis dudas y mis desvelos.Otro gran tema: La obliteración de los padres que sí quieren ser protagonistas de la crianza y el apego a sus bebés. Porque no los toman en cuenta ni las instituciones, ni los debates, ni las feministas, ni las personas que timonean los asuntos aparentemente dicotómicos mamá-bebé y se olvidan de la tríada papá-mamá-bebé.
Y vos, qué pensás.