miércoles, diciembre 23, 2009

La competencia está reñida

Hasta el 31 de diciembre, se cierran las votaciones para el Premio Semifusa de Literatura, les pido su voto para mi blog en:

www.revistasemifusa.blogspot.com

¡Corran la voz!

domingo, diciembre 20, 2009

la distancia

la distancia es todo lo que no quise que fuera
esta ciudad friolenta cubierta de bufandas
la pregunta ¿quién recibe las regalías de los libros de Kafka?
o bien
¿recuestas tu cuerpo en otra parte?
espero que no
que tu cuerpo tendido sea solamente un recuerdo en mi colchón
la distancia es soda cáustica royendo mis entrañas
dos mil kilómetros que se convertirán
en cinco mil kilómetros
de lejanía
yo nunca quise irme
nunca quise que te fueras
me gustan los poemas vistos a través de un telescopio
le hace falta más sinceridad al mundo
y a mí
y a vos
me gustó
el mensaje que te envié valiéndome de las telecomunicaciones:
“quisiera estar encima de ti
(…) me contigo
(…)te
y luego dormir y que me quites la colcha”
no me gusta que fumés en la cama
pero ahora que no estás
me gustaría que fumaras en mi-cama

la distancia es todo lo que no quise que fuera.

martes, diciembre 15, 2009

caos sideral

caos sideral de luces brillantes y asesinas
caos rectangular de noches suspensivas
palabras nuevas

puericultor, no entiendo
nada de lo que sucede aquí
ni el sonido interrumpido
hierbabuena
focas
soy un error ESPECTACULAR atravesado por avenidas
e hipopótamos líquidos

oraciones repetidas
ven, yo misma
ven, rájame, vuelve a ser mi alimento
mezclado con las marcas de la nariz

esta época nos está mirando

hipocondríaca
automática
hipotenusa
inconsciente
y cruel

caos sideral,
no encuentro la puerta ni la esquina

¿dónde me dejé que no me hallo?
(tengo culpa)

nunca volveremos a ser los niños que fuimos.

domingo, diciembre 13, 2009

A Jorge, por todos estos días:
es difícil juntar mapas
en medio de este caos sideral
y el aerosol rojo de estos días insumisos
e ir atropellando la tos con los ojos
y meter mis dedos en tus glóbulos linfáticos
beber la aceptación de verte ser tal cual viniste
luchar aceptar conocer concebir
el paisaje de los rombos y las grupas de las líneas vitales
(que son muchas)
es difícil juntar lo que fuimos
verte dormir mientras yo despierto
y sentirme de pronto la llave
para que escapes de tu insonora incomunicación
sal del cuarto
desviste el desliz de mis avestruces
que están empollando
el sol rosa de diciembre
mezquina la distancia que nos separa
es difícil juntar el mapa de tu emporio lunar con el estetoscopio de esta época
noches excesos metáforas férreas
es difícil no ser tu sangre
y el mapa circular de tus astros.

Buena noticia

Eva Cabo, Pablo Ibañez, Jorge Palomares y yo creamos

www.casamanitacartonera.blogspot.com

Una editorial que nos ayudará a hacer muchos sueños realidad

Enhorabuena

Yujú

viernes, diciembre 11, 2009

A Jorge:

¿Por qué sigue abierta la puerta?
¿Por qué las semillas de los dátiles son líneas profundas?
¿Por qué pareces saber tanto de mí y aún así tus ojos me rehuyen?
¿Por qué de pronto tu mano y tu cicatriz me buscan y tu centro es un cilindro al que quiero volver a tener en medio de la lengua?
¿Por qué el olor a tus mangas es la emperatriz a la que quiero desvestir?
¿Por qué estoy pensando en tu abdomen mientras fumamos un nombre compuesto y tu mirada oscila entre mis dedos?
¿Por qué tu pie derecho me remueve las ganas de esta tarde de equívocos?
No importa
Déjame tus ojos, tus labios y que sigan abiertas todas las puertas del mundo

II

ven, llévame a la cama
acércate
no te precipites
sube mis piernas hasta tu reloj
fáltame el respeto debajo de las estalactitas
ven, mírame con tus ojos de lunares
come de mi aire las enredaderas
abusa de las buganvillas
ausculta la masa de mis himnos
conmemora la línea delgada que quiso unir el olor de nuestros párpados
alégrate de nuestros huesos
calcínate en el deseo
ha pasado tan poco tiempo que no quise sacar las raíces de su cicatriz
ni la clorofila de las plantas
ven, escurre de una vez mis filamentos
posee mis neuronas que están agonizando
arrebata la luz y los ferrocarriles
pégame con una cinta cóseme engrápame y estámpame
sintetiza mis absurdos silábicos
radioactívame para que me ilumine
esdrújula mis ansias
polinízame
quiébrame en gotas
escúchame gemir toda la noche

III
Se ha quebrado una taza en la cocina
A estas alturas, se han quebrado demasiadas cosas
¿A dónde van los restos rotos?
Si se rompe un corazón ¿Dónde se colocan los pedazos?
¿Hay un lugar dónde se acumulen las luces vueltas sombras, el atardecer de ayer o los besos que se niegan a entregarnos en un juego siniestro que nos desgasta?
Quiero encender la luz y barrer los pedacitos
Aprender a defenderme de mi dolor continuo e inexplicable
Negociar el aprender a diario
La intensidad del cuerpo
El movimiento
Los volúmenes geométricos

Hoy se ha quebrado el ruido, el suelo, la bolsa, una escuadra, la economía mundial, varias partículas
¿Dónde ponemos lo que fuimos sin serlo?
¿Dónde se guardan los pedacitos?
Han pasado pocos días y no quiero estar rota ni tener ganas de llorar en todas partes
Quiero que lo único que se rompa de mí sean mis labios de tanto besarte.

domingo, diciembre 06, 2009

La cocina

es domingo
campanas suenan
la luz torda nos abre los ojos
el pan tostado sale
muerdes masticas te ríes
se cae el café
me quejo
te ríes
quemas las mantas
te ríes
el alcohol permanece en la cabeza
calentamos la sopa
riego las plantas
pones los platos
arriba a tu derecha hay miel
partís los limones
la mesa la cocina
me miras te miro
decimos ‘qué gran noche la de anoche’
espera, yo voy
pásame las tortillas
pijama
mezclilla
nos besamos
al otro lado de la ventana: la vecina
me miras
me sigues con las manos
me metes las manos
me mides
nos medimos
en el espacio de un nosotros repentino:
es la alegría.

viernes, diciembre 04, 2009

El velorio del cantor

Te recuerdo Víctor

Un adiós sencillo, pero multitudinario, fue el que se hizo después de tres décadas para velar los resto del cantautor chileno. Aunque aún no se encuentra al homicida de Víctor Jara, para sus más cercanos, en su asesinato hubo justicia. Hoy, Víctor es inmortal.

Autora: Carolina Rojas, desde Santiago

Eran las doce del día y entre cambio y cambio de guardia de lejos se oían las canciones “El arado”, “Paloma quiero contarte” y “Derecho a vivir en Paz”. Entonces se acababa todo lo solemne y los presentes contenían el nudo que desgarraba la garganta en ese acto de tragar la saliva para no llorar. Pero no todo era tristeza, al fin se pagaba esta deuda de hace más de 36 años: el primer funeral del cantautor fue clandestino. No hubo flores, ni carroza. Fue un secreto que guardó Joan Turner, su esposa, sus dos amigos y el sencillo nicho del Cementerio General.

Pero hoy están sus canciones para hacer volar al sus seguidores, volar hasta ese Víctor de sonrisa amplia, guitarra y de poncho negro de puntas rojas, la misma prenda que el jueves cubría su féretro.

Hasta el galpón que lleva su nombre, ubicado en la Plaza Brasil de Santiago llegaron a despedirse el presidente del partido comunista Guillermo Tellier y la presidenta Michell Bachelet.

Desde que a fines de octubre el ministro Juan Fuentes Belmar reconoció que el cantautor había muerto de un shock traumático, producto de los más de treinta impactos de bala de su agresor, los restos fueron devueltos a su familia. Desde entonces, su velorio y su funeral póstumo eran uno de los eventos más esperados por los seguidores de su música.

Víctor Jara fue acribillado el 16 de Septiembre de 1973 en el Estadio Chile y arrojado a unos matorrales cerca de la Carretera Sur de Santiago. Luego llevado a la morgue, donde más tarde fue identificado por su esposa. Para sus más cercanos, su asesino no logró su objetivo: hoy Víctor es inmortal

En el velorio, de vuelta estaban los buenos y los malos recuerdos: el golpe, los ejecutados, pero también los ojos de Víctoren una gigantografía a un costado del féretro. Estaba rodeado de coronas de flores del Comité Central del Partido Comunista y de los estudiantes ex UTE( Universidad Técnica del Estado) de 1973 que estuvieron junto a él durante su detención.

Ese 11 de septiembre, hace más de tres décadas, después del bombardeo del palacio chileno y de la muerte del presidente chileno Salvador Allende, 600 estudiantes y profesores se pronunciaron en la UTE. Al día siguiente, entre gritos, empujones y culatazos que jamás olvidarán, los académicos fueron llevados al estadio Chile. Entre ese grupo se encontraba Víctor Jara, en ese entonces, maestro de la escuela de Artes y Oficios de esa casa de estudios.

En medio de la melancolía, sus compañeros entrañables recuerdan aquel día. Emilio Daroch, se acuerda de aquellos momentos de dramatismo. Él en ese tiempo era estudiante de Economía y quien estuvo junto al cantautor en el momento de su detención. La última vez que los vio fue cuando los militares ordenaron que se apartara “al prisionero Jara”. “Recuerdo que escuchamos una especie de cañonazos cuando ya estábamos en el suelo siendo pisoteados por lo militares. Nos llevaron al estadio Chile donde estuvimos cinco días siendo maltratados física y sicológicamente. Víctor fue separado de nosotros y siempre supo lo que iba a sucederle...”, comenta. Pero a modo de consuelo señala que en esa muerte injusta hay una especie de justicia, aún sin encontrar al verdadero culpable de su muerte. “!Es difícil enfrentar estos sentimientos, sobretodo después de haber visto vivo a Víctor, es fuerte, pero fue en vano. Víctor vive en el corazón de todos y nunca dejaremos de buscar la verdad”, sentencia.

Víctor inmortal

La canción “Abre la ventana” de Víctor Jara fue acuñada para el mural que quedará en el galpón que lleva su nombre y donde fue velado. Lo pintó colectivo Brigada Ramona Parra (BRP). Brigada Muralista del Partido Comunista de Chile que nació al pintar publicidad para la candidatura presidencial de Pablo Neruda y se amplió con la campaña de Salvador Allende en 1970.

En la celebración se dispuso un escenario montado enfrente del galpón por donde pasaran artistas e intelectuales para recordar a Jara. Cuelgan pendones que perpetúan sus frases. “Al pueblo hay que ascender no descender”, palabras como balas devueltas a las posturas mesiánicas de los intelectuales o los poderosos de esa época hacia los más pobres. Víctor, fue el representante de un nuevo movimiento musical que identificó la Unidad Popular y el gobierno de Salvador Allende.

Sin duda una de las imágenes más emotivas fue el rostro pensativo de Joan Turner y el de sus hijas Manuela y Amanda. Aunque no hablarán sino hasta el funeral, se mostraron muy emocionadas en medio de los abrazos apretados de los integrantes de las juventudes comunistas. Joan Turner comentó a sus más cercanos que estaba impresionada con la masiva asistencia del público. Jamás esperó tanta gente.

Pero fueron cinco guardias el preludio para dar el paso al público de clavel rojo en mano que soportó el calor para dejar una flor o acariciar el féretro. Al lado de su ataúd pasaron el Comité Central del Partido Comunista y la Agrupación de Familiares de Ejecutados políticos, pero esta vez junto a una Joan incólume al frente, con la foto de Víctor colgando a la altura del pecho.

Para su más cercanos Víctor Jara a trascendido a la izquierda y al Partido Comunista. El autor de “Te recuerdo Amanda” y “Vientos de pueblo” al fin recibió su merecido homenaje. Así también lo reconoce Jaime Gajardo, presidente del Colegio de profesores de Chile quien también estuvo detenido junto a él. “Este homenaje nos llega en el alma, para mí es emotivo, como parte del grupo que fue detenido en la UTE junto a Víctor y que hablamos con él en esos momentos. La figura de Víctor es transversal y auque su muerte aún no se ha aclarado, este es un paso a la verdad y a la justicia de su asesinato”, confesó.

La emoción llegó en dos ocasiones más, cuando un grupo de niños, conducidos por el Sindicato de Cantores, interpretó frente al féretro el tema “Luchín” y cuando afuera del galpón donde fue velado, los presentes comenzaron a entonar sus canciones.

Por la calle Huérfanos hacia la Plaza Brasil de Santiago, se enfila el centenar de personas que quieren darle el último y anhelado adiós al cantautor chileno: jóvenes, ancianos y su compañeros de detención, los mismos que lo vieron sonreír hasta el último momento. Hacen más 35 grados de calor, pero al público que esperaba parecía no importarle, hoy es el día de Víctor...El sol brilla, brilla, brilla.

martes, noviembre 24, 2009

Tijuana Makes Me Happy

Todavía tengo en mi boca el sabor de la última michelada que me tomé en “La Sexta” el domingo en Tijuana, de madrugada, luego de que intenté cambiar el boleto para posponer mi regreso al D.F. en un afán desesperado por gozar un poco más de lo que sucedió durante los intensos cinco días que duró el Primer Festival de Literatura en las Artes, organizado por Nortestación, agencia de letras.

Ha pasado una jornada completa desde mi regreso al D.F., esta ciudad que amo pero a la que, reconozco, estoy empezando a serle infiel. No había pasado ni una semana cuando ya me preguntaba ¿Cuánto valdrá rentar una casa en Tijuana? Y es que no sé lo que me pasó, o lo sé muy bien.
.
Tijuana me recuerda a El Salvador por su gente, su violencia aceptada de la que se levanta una resistencia cotidiana. Es una ciudad que no tiene pretensiones, real y cruda. Terriblemente real.

Llegué a esta dama del norte, “señora ya vivida”, con Eva, poeta del megáfono, compañera de viaje y aventuras, a quien contactaron para el festival, cuyo país invitado para la primera edición fue España.

En el aeropuerto nos esperaba Alma Columba, Nancy Bonilla, y al volante una sonriente Karina, guía y anfitriona nata. Karla Martínez y Julio Álvarez fueron los artífices de uno de los mejores encuentros literarios a los que yo, o cualquiera, haya asistido.

Llegó la hora de la comida, qué viva la carne del norte y sus vacas, y ahí conocimos a algunos de los que serían nuestros compañeros escritores y artistas en los próximos días: Uberto Stabile, Antonio Orihuela, de España, Carlos Adolfo Gutiérrez Vidal, Arturo Ramírez Lara y Jorge Palomares, de México. Los demás irían llegando más adelante, con su talento a cuestas. Como la irónica y única Gabriela Torres, capaz de escribir el mejor cuento para un cáncer que a todos nos consume. O los consagrados David Miklos, editor de Picnic, y Rafa Saavedra, cronista. Y el novelista Alejandro Espinoza, con su rica prosa sobre la ciudad de Angustia.
.
Arturo se convertiría en los siguientes días en una de las personas más entrañables del encuentro, no solo por su poesía diáfana y hermosa, sino porque fue recargando nuestro humor hasta llenarnos el estómago, por ejemplo, aprenderíamos la frase de: "Lo pondría en un barquillo y lo chuparía hasta acabármelo", en referencia a un chico guapo, pero muy guapo.

Esa noche escucharíamos a Almudena Grandes, autora de “Las edades de Lulú” hablar sobre el premio que le cambió la vida y la persistencia que se necesita en esto de la escritura. Del compromiso que significa escribir de madrugada o en una libreta en horas de trabajo. Una señora muy intensa y generosa que me invitó a una margarita en el “Dandys”, la cantina más tradicional del rumbo, y se tomó una foto conmigo cuando le conté de Roberto Góchez, su fan remoto de El Salvador.

Esa noche bailaríamos en “La Estrella”, antro kitsch y encantador por cutre. Recorreríamos en las siguientes jornadas, de día, los centros culturales para las respectivas lecturas en las que seríamos testigos del buen nivel de los participantes; al caer la tarde, comeríamos tacos de carne asada con guacamol; y, de noche, tomaríamos la vida tan en serio como solo puede hacerse con un vaso de michelada o una margarita en la garganta.

Tuve la sorpresa de encontrarme al Medel, cantautor Navachistero, en "El Lugar del Nopal" y ver su póster junto con otro del David Aguilar, al que siempre recuerdo con intenso cariño.
.
Al "Zacas", llegaríamos con el novel y comprometido poeta mexicano Jonathan Curiel. Ese sótano se erigiría en el recuerdo como la cantina donde mejor se alcanza el estado de fumación y gozo. Capaz de atravesar la vida y causar “Zacas Sensations”.

Trepadas en su carro antiguo nos sentiríamos como en La Habana, recorriendo las arterias de una ciudad decadente pero digna.

Más allá, atravesaríamos la roja Coahuila y la inquieta Revolución como si fueran las calles en las que crecimos. Jorge rayaría burros, niños y una muchacha, interpretación de su Tía Juana, posmoderna y con revólveres, con esténcil, a través de la ciudad oscura, con un séquito de encubridores, nosotros, detrás de él. Yo rayé mi primera pared.

Eva y yo daríamos un taller de creación que cuelga de la memoria con su foto de Pedro Infante. Sentiríamos frío y un calor inconmensurable en el pecho. Las horas se alargarían.

Veríamos el muro desolador e injusto, símbolo del fascismo y el genocidio a través de las fronteras y la exclusión. Y seríamos testigos de la prepotencia que cayó en el absurdo y el patetismo de Rubén Bonet, supuesto escritor anarquista.

Comeríamos tostadas con mariscos, los mejores tacos de camarón de la historia y un pescado cuyo nombre era lírico y su abundancia nos rebasó. La playa fría nos regalaría dos soles.

Recitaríamos en la calle con megáfono y regresaríamos a casa con el alma cambiada por un soplo que entró sin pedir permiso y amenaza con ser eterno. Tijuana Makes Me Happy. Me enamoré de (en) Tijuana y ahora conjuro el momento de llegar al valle del Silencio, siempre mirando al norte de este país inmenso, terrible y amoroso, esperando volver a bailar contigo como la primera noche en “La Estrella”, cuando todo lo que nos pasó, comenzó bajo la luz cómplice de unos focos de neón.

lunes, noviembre 23, 2009


19/09/09
Tijuana, México


Luego del bar “La estrella”


recupero la textura de la vida
la que se pierde en el camino
la frontera se cierne sobre los brazos oscuros de la ciudad
el salón fraguado para el baile
revivo del pozo adolorido de los callejones psíquicos
me queman mis yemas y mis labios
el alcohol hace cascabelear la risa
los oídos están sordos
la semioscuridad dice rata y yo me escalofrío
los focos neón
la música estruendosa
noche de la noche
pasillo de hotel
emboscada de carnes
botón
mezclilla
este cuerpo, mi cuerpo, no está vencido
no soy ceniza
mis poros se abren
entierro mi mueca absorta
sonrío descaradamente
fijo mis ojos sobre tus ojos
el cuerpo maquina la humedad de las membranas
zigzaguea la piel buscando el contacto
la desesperación es madrugada
la ebriedad: ideología
este instante se hizo refugio de luz blanca
la carne borra mi espíritu
el espíritu cede a la carne
se abre el desierto y escupe dos cuerpos insomnes
rielan las dunas
a lo lejos el mar golpea minúsculas plantas
el salón el baile
mis dedos abriendo las hebras de tu pelo
yo temblando tu cuello
el espíritu se mira y vuelve en sí
el rimel corrido el rostro abierto el cuerpo abierto
el aire de la noche
el tiempo no es un cadáver
la piel aprieta en la calle Coahuila
mis labios siguen siendo labios
la frontera, mar y muro
este cuerpo, cuerpo
tiemblo
la anestesia no fue capaz de asesinar el deseo

botón
mezclilla.



martes, noviembre 17, 2009

A los seguidores de este blog:
¡Gracias! porque aunque últimamente no he subido poemas, porque estoy escribiendo uno largo, privado y catártico que se llama La despedida, y que prometo subir cuando lo termine, les agradezco seguir por acá.
Ha sido difícil porque hace algunos meses gente sin escrúpulos estuvo bombardeando con insultos esta página y mi lista de contactos, pero el que existan ustedes, los que me escriben y apoyan, vale la pena para seguir manteniendo este espacio y la fe en la humanidad.
Para los que se preocupan, hoy terminé un pequeño taller de clown y mis energías están renovándose. También salgo de viaje a Tijuana para dar un taller de edición de textos y una serie de recitales como parte del dúo Tin Marín formado con mi hermosa amiga y poeta Eva Cabo, por lo que pronto tendrán en sus ojos las letras que resulten de este nuevo movimiento.
Mi tristeza es también un motor de creación que irá diluyéndose en metáforas.
Gracias en serio y que las luciérnagas visiten sus sueños.
Suya siempre, Lauri.
A Tato, el niño que se metió a dormir en la jaula del león:


el secreto de esta noche es el silencio que nos cobija
a pocos metros duermes
un búho le cruje las entrañas al bosque
duerme, Tato, niño pequeño
que si no abres los ojos
vendrá una ola de luciérnagas lechosas a cubrir tu sueño
yo también soy triste como tú
cuando me callo tengo miedo
cuando te digo que no, te estoy diciendo que sí
soy una casa en ruinas
llena del humo de los magos
y a ti, aventurero de los ojos llenos de heridas,
te regalaría un pez a sus anchas
el duende de los zapatos
un dulce de tamarindo con chile
y unos mini bigotes de chocolate
shhhh
duerme Tato, niño pequeño,
que si no abres los ojos
vendrá una ola de luciérnagas lechosas a cubrir tu sueño
y yo seré una de ellas.

lunes, octubre 26, 2009

telegrama

adentro de mí también
hay lava hervida
que se hace cal
y no puede salir

la reina y el rey son la sorpresa de la calle
Mata

el maíz es a la lluvia
el fogón
un niño preocupado
una lección de más

perdí mi historia paralela
no me he visto las manos en sueños nunca
un halo azul en la costura

adentro de mí
existe la caverna

hace días que no
abro la realidad
ni el periódico

en el salón un vidrio roto
el pasado pesa cada vez más
años

frente al escenario
la pareja más rara del mundo
no se ríe

no es necesario implorar piedad

tengo un conejo como corazón

sobreviví al domingo de metal.

domingo, octubre 25, 2009

Es absurdo

Es absurdo este momento
aunque siempre supe que llegaría
este tiempo de trigo blanco y lechosa letanía
cuando el límpido azul cielo
y el sol
que se abre paso entre gritos de manifestaciones
oliera a tristeza voraz de carne negra
y derrota.

No es la primera vez.

Es fácil para ti decir que mi desolación ha sido una pose
que la vida es un pavo real de frescuras
que mi quemadura es un mapa de piel.

La exageración ha sido la coraza de mis insectos.

Pero quiero decirte que
el día le pesa a mis uñas
tu ausencia son mis uñas
pellizcando los pellejitos de mis cutículas
nimiedad sobrepuesta a este dolor de viento frío
fin del recuerdo
que está horadando el piso de mi habitación.

La cama
sola
se blande como el resquicio de tus memorias
lejanas.

La luz
irrumpe levantando el polvo de los retratos.


lo supe
desde la época de las paredes amarillas
cuando dijiste que nos conocíamos de antes
y cada vez que sumaste palabras que no entendí.

Lluvia de encerronas.

Una extraña justificación para un Sísifo de dos cabezas.

Nada hay que pueda cambiar
en la sucesión incomprensible de sucesos.

El extrañamiento es un derecho de los débiles
que miramos de frente la mañana
hecha mediodía
o nos arrepentimos de todo
viendo el atardecer en su pátina lechosa.

Mi desolación de carne no necesita lágrimas
ni sombras
basta este pálpito de viento frío entre las costillas
este decirte
sin que ya no me escuches.

yo quiero estar aquí

yo quiero estar aquí
me dije
encima de la colección sensible de mis días
con los ojos partidos por la sucesión incomprensible de sucesos
tibia en mí y sin nadie que pueda escuchar la debacle de mi pensamiento
oigo mi voz que me pronuncia al oído cosas que olvidé:
fuiste una niña
tuviste flechas
caminaste bajo la lluvia de regreso a casa
mentiste jugaste
te deslizaste
cargaste tu alma más de lo debido

sí lo sé
lo haré de nuevo
me gustan las fantasías
odio a los fantasmas

todo se vuelve confuso

en la catástrofe de días que se pierden como la línea del maquillaje
olas del alcohol
bruma de ruido
fiestas
escaleras
planes
quemaduras
política que se difumina en millares de personas gritando en la plaza mayor
la humanidad está sangrando
y todos
nada
ojeando periódicos papeles garabatos llamas
y yo sin poder llorar
viendo a los ojos de un desconocido que me da la espalda
atisbando tu fotografía que me mira a los ojos
el blanco y negro siempre fue mi favorito
y yo sin poder llorar
otros ruidos latiendo en el aguijón
el viento soplando sobre esta humanidad que está sangrando
mi humanidad está deshecha
soy de polvo
los polos un día van a derretirse
este silencio era necesario
tuve una vez un gato
se llamaba Félix

no encuentro mi lugar en el mundo
todavía
el viaje se me ofrece como un manuscrito

una vez me enamoré
permanezco en mi herida
me gustan las vocales
soy de polvo
agonizo

yo quería estar aquí
viéndome las vísceras
aterrizando en mí
viendo el rabo de las cosas
con los ojos partidos por la sucesión incomprensible de sucesos

sigo siendo esta masa
tuya
el viento está golpeando mis ventanas.

miércoles, octubre 21, 2009

Es para mí un honor participar en este homenaje

EL COLEGIO DE LETRAS HISPÁNICAS
DE LA FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS

Y

LA CASA DEL POETA RAMÓN LÓPEZ VELARDE


invitan al


HOMENAJE A DAVID HUERTA

SESENTA AÑOS AQUÍ


jueves 22 de octubre / Aula Magna de la Facultad de Filosofía y Letras




10:00 hs.: Inauguración


10:15 hs.: David Huerta en persona

Federico Campbell

Christopher Domínguez Michael

Ernesto Lumbreras

Francisco Martínez Negrete


Moderador: Josu Landa



12:00 hs.: La poética de David Huerta

Luis Cortés Bargalló

Miguel Manríquez

Carlos Ulises Mata

Sergio Ugalde


Moderadora: Blanca Estela Treviño



14:00 hs.: La palabra incurable I

María Rivera Lauri García Dueñas

César Arístides Víctor Cabrera

Luis Felipe Fabre Luis Flores

Leopoldo Laurido Eduardo Uribe


Moderador: Alfonso Vázquez Salazar



16:00 hs.: La palabra incurable II

Coral Bracho

Alicia García Bergua

Eduardo Hurtado

(Se leerán textos de Elsa Cross y Antonio Deltoro)


Moderador: Carlos Oliva



18:00 hs.: Sesenta años Aquí

David Huerta

Marcelo Uribe


Moderador: Salvador Gallardo Cabrera


20:00 hs.: Clausura

Josu Landa

jueves, octubre 15, 2009

El vértigo

Hoy, jueves 15 de octubre compartiré mi poesía en el encuentro iberoamericano de escritores "El vértigo de los aires", a las cuatro de la tarde en la Sociedad de Geografía y Estadística, Justo Sierra 19, atrás de Zócalo. Los esperamos.

miércoles, octubre 14, 2009

Patricio, la moto y el amor

Tengo una ampolla negra en la pantorrilla izquierda. Ayer sentí cómo mi carne se volvía oscura, descorriéndose. Como una cortina, la epidermis cedió. Me quemé con el escape caliente de una moto. Todo fue culpa de Patricio, mi amigo gringo, que de vez en vez visita la calle de Cuba y su segundo hogar "El Hotel Congreso", el cual ha escogido por carecer de cucarachas en sus habitaciones y costar solo doscientos pesos la noche.
Patricio está a punto de nacionalizarse mexicano, lo cual incita a pensar que algo debe tener México de singular para que toda esta maraña de vidas cruzadas estemos acá habitando su territorio.
A Patrick le encanta decirle a las mujeres "chaparritas", y ayer no sé por qué se le ocurrió escoltar a esta "chaparrita" del brazo por todo el barrio, para luego darme un paseo en moto a extrema velocidad por el centro histórico. Me sentí como en una película antigua. "Estás triste y ha venido Patricio", me dijo para darme ánimos. Me reí.
Su mensaje fue claro y conciso, me estaría esperando en la cantina El Río de la Plata. Así fue. Ahí estaba, vestido todo de negro, alto como los árboles, con una mirada inquieta, diciendo cosas totalmente profundas, tan hondas que parecen hasta cierto punto comunes o absurdas.
Llegué, me tomé una cerveza clara porque era muy temprano y hablamos de "amor". Le conté "lo que me pasó" y me dijo "Claro que te enamoraste más que la primera vez, uno cuando se enamora no lo hace por menos". Me quedé con la boca abierta. Luego, arremetió: "El amor es la verdad, es lo que te mantiene vivo". Parecería una frase trillada pero para mí cobró un sentido importante. Un velo se descorrió frente a mis ojos.
"Las personas son las puertas que te permiten ver esa verdad, pero no puedes quedarte aferrada a la puerta, a ese muchacho, eso es dependencia", me dijo.
Me sentí avergonzada.
También me explicó que hay varios tipos de amor, entre ellos el amor bomba (que entra con fuego y arrasando todo) y el amor agua caliente (en el cual uno mete el dedito y sin saberlo luego ya está con el agua hasta el cuello). Su amor es la revolución, confesó nuestro protagonista. Pero la revolución es otro tema.
Hoy en la mañana fui a ver a Saúl, mi maestro de poesía, y le conté la teoría de Patricio, se me quedó viendo y corrigió la metáfora: "No es que evites quedarte aferrada a la puerta, es que tienes que abrir la puerta", agregó. Abrir la puerta. Soltar, dice Marcela.
Coyoacán rielaba. Hacía un sol hermoso. Con el maestro, hablamos de política, de sonetos, de viajes. "Eres una muchacha especial y lo sabes", me dijo viéndome a los ojos. Yo sonreí.
Ya para despedirnos, me regañó cariñosamente: "Arriba ese corazón y no te vayás a echar a llorar".
Hace mucho tiempo que no lloro como se debe. A veces, cuando lo logro, se me salen unas lagrimitas mediocres.
Cuando aumenta el conocimiento sobre la vida, aumenta el dolor, dice Saúl. Yo no sé, pero lo que sí me duele es la pierna, y mi ampolla da miedo.

lunes, octubre 12, 2009

nada

una cortina corrediza
un enfermo cansancio por llegar
al piso número tres
la cruz roja detrás de los candados
un pez que come poco
la avenida dormida el polvo
tu fetichismo por la piernas
con medias
la puerta corrediza
los papeles asimétricos
especias en frascos como trofeos verdes de nostalgia
tus camisas
mis zapatos en el salón
las horas consumiendo la presión de mis sienes
tus agujeros llenos de pelo
roto el piso
yo
subiendo bajando pariéndome borrándome rescatando lo que queda de mí
entre la avenida y el polvo
mis zapatos en el salón
el jugo de las piernas
el olor reciclando el aire
octubre
2009
un año sordo
roto como tus agujeros
un pez un año una boca
personas pulverizándose en la mesa de manteles rojos
cenizas
tu pelo y el humo
las cebollas las cucarachas
la noche la nada el alcohol
Georges Bataille Alejandra Pizarnik
dos guantes de box
las avenidas
el taxi la oscuridad de los callejones
los intestinos de los animales
los escalones
las servilletas
mis zapatos en el salón
las horas
los neumáticos
el hollín
los días multiplicándose en el alcohol
el pez tu pelo el alba
escondiéndose
la luna llena
los rostros
el fantasma tuyo reproduciéndose
en olas de minutos
la mediocridad
el cisne
mis zapatos en el salón
la huida de horas y minutos
los ojos de los animales
la mandarina yace sola sobre la mesa de la ceniza
los poros
el pez que come solo
tu cuerpo
huella inmaculada del insomnio
ingrata edad
octubre 2009
espasmos
horas y minutos
nada
vórtice voraz
venganza
la orilla ilustre de todas las palabras
voz verano venganza
gonzo
Nada
la noche de ayer en que no estabas.

lunes, octubre 05, 2009

soy feliz en este nuestro pequeño territorio
aunque tenga una caja atorada en el pecho
el olvido llegará algún día.

jueves, octubre 01, 2009

el fantasma

volteo a mirar y ya estás
de nuevo
en la oscura sombra de mis cosas
en el gesto de alguna otra persona
que no sos vos
y empiezo a mirar el mundo con gesto de abandono
a sacar cuentas de meses, horas y minutos
a darme cuenta que
me cansan los comentarios literarios
las largas horas que no llevan a ninguna parte
los bordes del tiempo
las estacas en el pecho
la incertidumbre
lloro
ya sin palabras
esta realidad me parece conocida
persisto
voy a buscar para mis pies un camino
que no se convierta en rictus de amargura
cenital
sobre los días todos de talle gris
estoy pálida
dicen
mis jornadas no se parecen a las rutinas
de nadie
me busco entre mis cosas
entre los abrigos
tengo algo que decirte
pero es inútil
tan solo pretendo conjurar
tu partida al mundo de los muertos

por favor
vete

devuélveme lentamente
mi soledad

porque nunca supe habitar el mismo cuarto
con los fantasmas.

martes, septiembre 29, 2009

claro
vete
dando cuenta de todo
apriétame
la garganta
desáseme
que yo seguiré tranquila
esperando que todo este dolor
por fin
ya no sea parte de mí.
como una página en blanco
borrada de la cintura
absorta
en la decadencia de todas mis naves
tachada
imbuida por tu voz blanda y oscura
recordando cada pliegue que guardaste en mi olor
de tus labios
desdoblada
con la vagina henchida
adolorida
inmóvil
mojada
todavía
rajada como las cúpulas grises
temblando de pájaros

suplicante de ti.

martes, septiembre 22, 2009

el circo

Afuera, pequeños pájaros pían. El sol lucha por calentar las baldosas. La vida es un circo escrito en un libreto a mi lado izquierdo. Intento poner orden a los muchos pendientes. Pero se reproducen. El cuerpo ha descansado y es un privilegio estar acá, frente de mi computadora escribiendo. Acabo de mandar, por fin, la última versión de mi tercer libro, "Del mar es el ahogo", para su publicación. Tengo que preparar mi número circense metafísico para el 7 de noviembre que estaremos en Poesía en Voz Alta. El circo seguro tuvo una época mejor, los artistas van y vienen. La otra noche soñé con un carromato.
Creo que podemos conocer a una persona por lo que escribe. Descubro en tu escritura la poesía, me encantó la escena del ángel y la del león.

Una vez, en plena guerra civil, mi padre nos llevó a ver "El Circo de Moscú", nos dijo que aunque era una época de crisis económica no podíamos perdernos un espectáculo tan importante. Recuerdo poco, era en el Teatro Presidente, los acróbatas vestían de colores oscuros. Zim zum zam, volaban. Voy a tomar un rato el sol.

Como Tato, creo que, del circo, la jaula del león es el lugar más seguro. Yo también soy una niña.

miércoles, septiembre 16, 2009

persisto

suena el timbre de la escuela, pero hoy es día feriado. Una de las cosas por las que no me cambié de departamento fue porque desde mi ventana puedo ver la cúpula de una iglesia y el patio de una escuela. Me gusta cuando veo gente caminar sobre el techo.
Es simple y hermoso el paisaje desde acá, siempre puedo contemplar mientras escribo el estado de ánimo del cielo y la ciudad. Decía Edu Soteras que no le gusta que los edificios estén inclinados, a mí sí. La bóveda del cielo hoy es gris, le digo a mi hermano: este día tiende a la melancolía. Demasiado. Últimamente he sentido dentro de mi pecho un témpano de hielo, un dolor entre costilla y costilla que se corrige con café, y un profundo estado de estupefacción que me persigue desde el inicio del año solar. Ya nada me sorprende. Empiezo a perder de nuevo la fe en la humanidad. Pero parte de mi esencia es volver a creer en ella con todas mis fuerzas. No me gusta pensar en el pozo oscuro que existe dentro de cada uno de nosotros. Hoy no.
Lamento que lo grupal se vuelva individual. Corrijo mi poemario "Del mar es el ahogo", trabajo en mis crónicas y leo a Marie Agustine. Amo su blog "Meriéndate mis ganas de morir". Pienso en un tapanco, o en un tabanco. En el olor que provocan los cuerpos desnudos. Creo que en esta ciudad hay lugares donde ni tu misma tristeza podría encontrarte. La vida tiene una forma ininteligible de cuidarnos de la soledad existencial. Sueño con el mar. Persisto.

sábado, septiembre 12, 2009

canción para mi muerte

"Hubo un tiempo que fue hermoso y fui libre de verdad, guardaba todos mis sueños en castillos de cristal. Poco a poco fui creciendo, y mis fábulas de amor se fueron desvaneciendo como pompas de jabón", Sui Generis.

Tu maleficio

vuelvo a ti como vuelvo a la cicuta
vertida en la garganta con desesperación de presidiario
deseo acabar con todo
echar por tierra lo que queda de mi alma

me entrego así a la destrucción que dejas a tu paso
siempre
o casi siempre que regresas sin razones convencidas
listo para convertir en aullidos la noche

ya me cansé de esperar de ti el amanecido abrazo
si solo vamos a ser el hoyo profundo del vacío
estoy lista
huyamos
usemos nuestras máscaras y digamos en voz alta
aquí nada ha ocurrido
juguemos a la cama
a los versos sostenidos del lado derecho de las sábanas

rigurosa, me vestiré de mortajas
cantaré desde ya mi versión fúnebre
quizás el sepulturero tenga a la mano una barca
que me lleve junto al perro de encendidas pupilas
donde habita la derrota inmortal de los infames

muchos dijeron que el amor era esa llama conocida
que iluminaba el abismo y lo dejaba todo claro
pero es mentira
ya lo hemos comprobado
estamos malditos
somos la constante
los guantes extendidos
el puñal desenvainado

entonces
sin más remedio que el haberte conocido
que me lleve al infierno la perversa ocasión de tu nombre
que me atraviese el costado este dolor engendrado por tu causa

ya no voy a resistirme
he perdido demasiado tiempo en excusarte
soy tu cómplice
el arma suicida
el cuerpo desnudo
tu maleficio.

Azar




Al otro lado de la Tierra creces tú como la hierba santa
(las latitudes planetarias son caprichosas)

Hubiera sido lógico que cruzaras antes:
la línea del anónimo
‘no era el momento’, dijiste, sabio

En este instante la energía solar que hace crecer las plantas está razonando sobre lo que
ocasiona en la atmósfera
provocando el crimen
la interrupción de los flujos aéreos
y que la gente tenga calor

(todo al mismo tiempo)

está comprobado científicamente que las altas temperaturas provocan pasiones riesgosas

la forma en que vemos las cosas nos es provista casi siempre por la masa conmovida de
nuestras ideas
y no necesariamente por el músculo cardíaco al que se le atribuye la palabra corazón.

He aprendido mucho
pero no sé nada con certeza
el futuro se me extiende como una urdimbre desordenada de pomelos
como una diáspora de abejas africanas que hace tiempo no visitan la región
como un desorden pluvial de esquinas
con calles de nombres simples.

Crecer es una plaga
una corona de espinas
lo peor que me ha pasado hasta ahora.

Las vías del tren son las rúbricas de cartas de auxilio que nadie leyó
hay una mujer que llora al otro lado del mostrador
una niña remota que vocifera insultos aparentemente sin sentido
un grupo que dirige el mundo con encono
altas dosis de injusticia social llena de cómplices
perversos que encuentran a sus víctimas
armas de fuego
parques públicos con cercas
calentamiento global
manipulación psíquica

Todas estas manifestaciones carnívoras del espíritu
son la prueba de que la vida está impulsada por la legión del azar
por eso
vos y yo crecimos en la misma calle
sin nunca dirigirnos la palabra
hasta ahora.

lunes, septiembre 07, 2009

remoto

hay algo en este paisaje remoto que se atreve a preguntar por el escalofrío del silencio
o el acomodamiento de los hechos en una alfombra suave de pájaros

existen teorías sobre la evolución de los hombres
pocas certezas sobre los simios y los helicópteros
decadencia
la remordida memoria preguntándose por quién sabe cuáles razones para vivir
vos
rompiendo los augurios
y las máscaras que se ríen de mí en una pieza teatral de 1966
vos
orgulloso
de tu capacidad verbal de blandir teorías descabelladas sobre un círculo de almas que se van repitiendo sempiternamente en la historia hasta que una
logra aprehender de la vida lo necesario para
desaparecer de la cárcel de los demás

al final
estamos solos
y es trillado
escribir una frase de Sartre en la pared

la adolescencia es ya una lápida

lo único que nos queda es suspirar resignados ante la contemplación de los años que hace mucho tiempo rompieron cualquier molde
posar los ojos sobre el remoto paisaje natural
y abrazar la terquedad
de los que, vencidos,
empezamos de nuevo
cada día.

jueves, septiembre 03, 2009

No podemos seguir así

Mi tesis de maestría, que seguro actualmente está acumulando polvo en los anaqueles de las bibliotecas, tiene un nombre rimbombante: “La percepción social de la violencia y la elaboración de la nota roja en la prensa escrita salvadoreña”. Dicha investigación de casi tres años nació de una preocupación personal por la vorágine de violencia que tiene secuestrado a El Salvador. Hoy, la consternación volvió a mí.
Toda la mañana he tenido ganas de llorar. Al desayuno, mi padre me preguntó ¿Ya sabés? Y yo dije no. Preferiría no saber. Ayer asesinaron al cineasta francés Christian Poveda, quien durante años se dedicó a documentar el fenómeno de las pandillas y quién recientemente estrenó el documental sobre la mara 18: “La vida loca”.
Christian es uno más, pero al mismo tiempo no. No lo es, porque hoy ha empezado una nueva era en el país. Anteayer no mataban cineastas ni periodistas, ahora sí.
Han muerto miles de personas por esta violencia de posguerra, se cuentan por lo menos diez diarios, y aparentemente nadie hace mucho.
Hace poco leí una entrevista de Roberto Valencia al padre Pepe quien desde el Polígono Industrial Don Bosco ponía el dedo en la llaga. Ni siquiera sabemos qué son las maras, decía. Entonces, cómo combatir un problema social que no tiene rostro, que no se comprende, que no ha sido investigado lo suficiente.
Y la violencia, seamos claros, no es culpa solo de las maras, sino de un país carcomido por la falta de institucionalidad, por una fiscalía que resolvía solo el cuatro por ciento de sus casos. Vaya estado de derecho.
Mientras escribo estas líneas, suena mi celular. Es un amigo, abogado. “No estés triste, aquí así es”. Aquí. Así es. Discuto.
Ya me cansé de atreverme a decir la frase cabizbaja de “este país no sirve”, de seguir la broma “apaguemos la luz y vayámonos todos”.
Yo me fui. Me fui por muchas razones y en los próximos días me vuelvo a ir. No vivo en la ciudad perfecta. Pero en el Distrito Federal puedo caminar de noche, llegar a mi casa a las doce de la noche, en la madrugada, caminar por el centro histórico, no estar volteando a ver para corroborar si alguien me sigue o asustarme cada vez que veo un carro polarizado. Continuar rumiando mis sueños de autora. Al norte y al sur de ese país la realidad es otra, vivo en mi burbuja.
¿Soy cobarde? ¿Qué hago? ¿Me pongo a llorar frente a esta computadora vieja? ¿No me voy? ¿Hago una huelga de hambre? ¿Consigo el número del presidente? ¿Del ministro de Seguridad? ¿Qué les digo?
Llega el mediodía y otro colega me dice “sería tan fácil como prohibir las armas de fuego”, claro ¡Hay al menos medio millón de ellas en manos de civiles! Eso solo si contamos las que están registradas. Y somos 5,7 millones de habitantes, veamos, ¿Es decir que de cada diez habitantes uno tiene un arma? No es lógico.
Esto es lo que nos está pasando desde hace años. Nos están matando.
Nuestras autoridades actuales, que recibieron un país en ruinas de manos de aquellos que nos gobernaron durante veinte años, la sociedad civil, la empresa privada y los ciudadanos de a pie tenemos que hacer algo. Me encanta la idea de otra huelga de brazos caídos, pero eso es porque soy muy utópica. En segunda instancia, creo que nadie debería incidir sobre este territorio, nadie debería mover ni el dedo meñique, hasta que prohíban las armas de fuego en manos de personas que no son Estado ni autoridad.
Leí la columna de Edu Ponces quién hoy salió a tomar fotografías, pero antes expresó su rabia, su asco, su condena por el asesinato de un colega. Yo también lo hago. Tenía que ponerme a escribir sobre las teclas de esta máquina vieja, gritar de alguna forma: N-O-P-O-D-E-M-O-S- S-E-G-U-I-R -A-S-I. Y es que no podemos.

sábado, agosto 29, 2009

citadina


más allá de la complexión externa de las cosas
las páginas amarillentas contienen las ataduras infames a libros sin título
la noche es un mural de diálogos no escritos
la música es la única rutina capaz de evitar que la soledad se nos acumule en las costillas
alguien envió una postal de Ámsterdam
mi cuerpo es una hoguera encendida
padecemos la vida
he encontrado una frase en la página doscientos cuarenta y cuatro
pero falta el fragmento que explique con exactitud la desesperación de esta ciudad ceniza

hay dos colonias Roma, al menos
y una distancia tirante entre dos desconocidos que aterrizaron en la misma época para ver llegar la madrugada en vasos vacíos

un colchón nuevo
los aguarda

el quinto piso de la colonia centro
te espera
ayer será esa noche

el aire está tibio
el sol de este hemisferio me mantiene
pensando en los domingos
en las terrazas
en el pan
y tus abismos

el vértigo es el lugar común de los vencidos

parimos el mundo con dificultad
estoy cansada de enumerar el pasado que me indigna, toda la serie de sucesos que ha hecho de esta relación algo marchito
no pienso que las cartas tengan algo que decirme
estoy buscando del futuro
el camino
atributos son
los de los niños
esto tal vez
no tenga sentido
quise decir que somos incapaces de ver lo que sigue
entender la frase que salta a la vista en la página doscientos cuarenta y cuatro del libro
saber algo más que las noticias
meter el dedo en el orificio más hondo del pensamiento y sus espinas
sentir el bulto del alma
en medio de la caja del tórax

el transporte público
las venas de las calles
la mendiga sin ojo
las bicicletas que atraviesan la avenida
el caos y el polvo
nos están gritando
que hay un hilo invisible que nos une
inclusive, en la complexión externa de las cosas
por eso esta pasión no puede ser extinta.

Yo nací en otra ciudad
Yo nací en otra ciudad
lluviosa y cálida
sola, como un volcán
pérfida de ternuras
ociosa, en la justa mitad del mediodía

sucia de nostalgia
descascarada
lúgubre devota
aburrida y plácida
llena de gritos de carretón
y truenos de escapes humeantes

comí pan
casi todas las mañanas madrugadas que despertamos al caos que me destripó
y siempre supe que
tendría que irme
adolorida
para respirar el gas de otra ciudad más ancha

y si de mi
la primera
obtuvo la traición
el castigo que hizo ella fue dotarme de su profusa melancolía
al volver a recorrer sus sinuosas empinadas de asfalto
su sol lleno de pericos que están muertos

ya no son sus cinco de la tarde
poco puedo hacer que me haga olvidarla
o conseguirle el odio por sus flores marchitas donde abundó el colibrí
que se paró frente a mí la tarde de hoy
solo el tiempo suficiente para atravesar
el recuerdo de aquel día en que yo
sin saberlo subí a casa rumiando sus bordes
su lluvia me empapó cada parte de
este organismo que ahora
con sus ojos bien abiertos
vuelve a verla.

Tus ciudades son trampasTus ciudades son trampas
espejos desvistiéndose sin futuro
excesivo oropel
máquinas maquillándose distintas
en días negros
coronas de espinas sobre las ubres de los borregos
sables mezquinos
hombres de escombros
civilización imprecisa
fracaso común

todo eso somos
habrá que decirlo
pero también la capacidad que persiste en la razón construida
a pesar del ilógico fluir de las cosas.

jueves, agosto 20, 2009

La Estrella del Tarot

Después de tanto tiempo de haber buscado la esperada consecución de los sucesos, la vida vuelve a poner frente a mí una nueva encrucijada. Ha pasado mucho tiempo desde que empecé a adolescer de hondas dudas, pero soy la misma niña de siempre. Tal vez solo estoy buscando alguien que me ame, que no MIENTA y me cuide del afilado cuchillo que blande la vida. Que me acepte como soy, aunque la primavera se amotine.

martes, agosto 11, 2009

consternación íntima

quizás sí
todo terminó así
y el cinismo se convirtió en parte del rictus común de mi expresión
y existirá algo de hostilidad velada en mí

no escucho las voces que me incitan a creer en un camino diferente que conjugue
la pizca exacta de lujuria
y aquel concepto disfrazado de virtud que no me atrevo a repetir
presa de una enorme consternación
íntima e
incómoda

al nacer no poseíamos esta serie de conceptos
y al crecer nos enseñaron ciertas líneas de lo que más tarde llamaríamos amor
o vejamen
piezas de un atardecer de partes fantásticas
¡inolvidables!

afuera
habita la lluvia con su vestido de enjambres y grillos
gotas coaguladas
un terremoto voraz disimulado en temblores
un calor que serpentea en marasmos
huesos de un corazón disecado
dormido en el codicioso rumor de mis entrañas
chorreando aserrín como un lagarto
olvidado en la librera junto al polvo

son así:viejas, las pérdidas
tensos, los cables de este cuerpo
confuso, todo

quizás tengás razón y no tengo suficiente luz para alumbrar tu vida y las telarañas silentes que oscurecen tu casa
o tal vez sí

he aprendido mucho de la crueldad viendo a las personas descargando sus látigos sobre los demás
utilizando la mentira para disimular su vacío cargado de rocas
y quizás sí
el cinismo hizo mella en mí
pero quiero recoger mis pies
mis gritos acallados de angustia
encontrar de nuevo mi propio camino
hablar de océanos y animales extraños
reír de mi burla a todo
de mi capacidad de desmembrar los símbolos sobre la mesa de un restaurante de comida rápida
y abrazar mi argucia de desentrañar la política en pequeños gestos

la humildad no me alcanza

mírame, escúchame, háblame, adúlame de vez en cuando, acaricia mi pelo, acuérdate de algo que nos pasó un domingo, de cómo bailamos paso doble o del color de la carne cuando la parte un cuchillo, algo así

en el fondo
sabes que todas mis palabras son para ti
mírame antes de que me vaya

mírame
no dejes que persista el verbo partir

acá hace calor y zumban los insectos a las frutas
aúllan los perros de tanta luna llena que insiste en acuartelarse en nubes que transcurren en tropel

mírame

mi espíritu también se desmorona
si no se afinca en el optimismo de la humanidad.

lunes, agosto 03, 2009

Hay historias y personas

Hay historias y personas
Gritos de huracán confundidos con la montaña rusa que se logra divisar a lo lejos
Hay luna llena y nubes que surcan el cielo con la velocidad de la Tierra
Hay dolor, en Guinea Ecuatorial, donde medio millón de personas viven bajo el régimen de la mentira
Y hay recuerdos, de personas que no conocimos, pero que duermen debajo de la mesita de noche haciéndonos creer que hasta la muerte más amarga tuvo algún día sentido
Y hay melancolía en forma de estertor
Y pájaros
Y demencia
Y rabia
Y otredad de vos
Y sentimiento de que la vida es a veces injusta.

jueves, julio 30, 2009

estoy pensando en tu piel de origami

estoy pensando en tu piel de origami
en las arrugas repetidas de tu luz
(juguete de papel)
dobladas,
como la sangre extinta de todas las artificiales formas

estoy pensando en tu océano atlántico
también en el índico y en tu mediterráneo
en los escupitajos del mar
en la brisa que combate el sopor de la siesta atravesada por el recuerdo de nubes y canciones donde te reconozco por la capacidad de la lluvia de hacerme recordar todas tus orillas, el color de tus pestañas inferiores, tus ojos contenidos en el resplandor de la poliedrosa arena y tus manos de dedos infinitos que construyen el volumen de mis días

no quiero llegar tarde a la posesión de la escritura, ni a la cocina de tierra de mi casa que no existe

siempre llego tarde o me voy antes de tiempo
lo cual es para el registro igualmente inútil
como las enumeraciones mentales:
carpas lejanas de un atardecer de colores
rocas marchitas para unos pies anhelantes
muñecos tallados en madera
calor
móviles de caracoles muertos recogidos

oscuro es el mar cuando no moja este cuerpo trémulo de ti y de tu boca

que sepas que soy la esclava de este amor roto que quiere volver a ser página
de todas las veces que no diste el paso necesario para aniquilar la distancia
que se nos hizo planetaria, farol japonés flotando en una laguna de liquen

la vida es un tiempo extendido
varios episodios sobrepuestos con el afán de encontrar la dicha
nadie tiene la llave
de ninguna de estas puertas

pero yo

no preguntaré nada al oráculo
cuna de todas las tragedias
griegas
no penetraré el azar,
inabarcable monumento a las imágenes,
porque creo fervientemente en la próxima oportunidad de los mortales
en los filibusteros y en el llanto
en las cárceles vueltas escuelas para niños que estudiarán papiroflexia
en el comunismo libertario y en que tú
en una ciudad con canales
piensas en mí
cuando ves pasar una muchacha en bicicleta
sosteniendo un paraguas

martes, julio 28, 2009

Tres de corazones


Ayer, saliendo de mis clases de manejo, me encontré una carta en la parada de autobuses de la 30b, estaba boca abajo, polvosa y desteñida. La recogí, ante la mirada asombrada de los transeúntes y al darle vuelta me di cuenta que era el tres de corazones. Baraja inglesa. Como soy bastante inconforme me dije: yo quiero un as de corazones. No quiero tres corazones. Porque me sonaba a triángulos amorosos siniestros. A estas alturas, quiero un amor puro y transparente.

Dice un amigo que estudió letras clásicas que todas las tragedias empiezan cuando se le pregunta algo al oráculo, es decir, que uno no debe andarse leyendo las cartas del tarot, ni esas cosas, porque se predispone. En cambio, Miriam cree que las cartas son solo un espejo de lo que uno trae adentro, y que sirven para "mirarte la espalda de las emociones" cuando normalmente no se puede.
De más estaría contar acá la historia de Karla, la maga con olor a mezcal barato, que en dos ocasiones ca(u)suales me leyó las cartas en Coyoacán. La segunda falló, la primera no.

Anoche, al llegar a mi casa corté con unas tijeras la carta e hice de mis tres corazones uno solo.

Espero no haber alterado mucho mi destino, o más bien reafirmar que aunque creo en el azar también confío en el libre albedrío de las personas. Y que el futuro, se construye a fuerza de voluntad.

Hoy, consulté al hijo de una maga, que crió a sus hijos con el dinero que ganaba leyendo el tarot. Por cierto, ¿se acuerdan que fui un arlequin de carnaval y que regalé cartas en nuestro evento megafónico? Bueno, solo era para recordarles lo mucho que me inquieta la fortuna. Punto y aparte, el hijo de la maga me dijo lo siguiente:

Tres de corazones: "Los naipes de corazones, se refieren a los aspectos afectivos, amorosos y pasionales, y a los distintos estados emocionales presentes y futuros. Tres: El símbolo de este naipe es positivo a nivel personal, puesto que anuncia progresos en un asunto o proyecto que se preveía difícil, así como la llegada de una etapa de gran creatividad, que podría compartirse con una persona estimada. Si el tres de corazones aparece al revés augura la finalización de un período difícil".

¿Capichi?

Y mi as de corazones, el que hice a tijerazos por inconforme, significa que llegan noticias esperadas (llegaron) y que tengo que hacer un mayor esfuerzo por lograr mi estabilidad financiera (obvio). En eso andamos.

¿Ustedes, qué piensan? ¿Existe la fortuna?
Por mi parte, no sé, pero me gustó encontrarme esa carta.

martes, julio 21, 2009

una masa de carne y brío

me gusta la línea verde de los cerros

el agua que huye de permanecer tranquila

las vacas y sus manchas recurrentes

la historia de los almendros

el viejo que contempla el campanario

esta tarde embalsamada de sopor

los niños

la lejanía del dolor

aquella noche debajo del amate y sus esferas

el recuerdo reiterado del desierto verde

el goteo nocturno de las paredes y los rostros

el anhelo repetido de abarcar la totalidad expectante de la vida sin pasar por la caverna platónica del miedo y los escombros de aquella primavera en que casi morí partida por la niebla de mi corazón

por suerte, me digo, eso ya pasó

me gusta que sea Kafka el último que quedó vivo

los poemas largos que hablan del 68

los poetas que escriben detalles como si la historia fuera una masa de carne y brío y yo me pudiera asomar a esas naves, memoriosos velocípedos, y contemplar animales que solo se encuentran vivos si uno visita Oceanía

la palabra cocodrilo

el tiempo cuando es contenido en una abertura en el mar

las luces encendidas a la medianoche, cuando piso esta ciudad de párpados y persianas cerradas y una luz roja se asoma en el recuerdo de mi quinto piso

me gusta

masticar el polvo y hacerlo una luz que me rescate de la edad, acumulación de preguntas irresueltas

esta lluvia que azota relámpagos y truenos, que vuelve la bóveda celeste una colección de ases luminosos abriendo las heridas del terror

el viento que estrangula lentamente las cortinas sobre un montón de flores amarillas y terrestres, tierra verde, como los recuerdos de la infancia hechos cartografía de mapas inútiles para encontrar el tesoro dentro de una lectura obligatoria

la palabra

que es un dictado

y no hay intermediarios que sean capaces de escapar del rumor rumor rumor de máquinas desatornillando estas hojas

hojas perversas llenas de tormenta

todo sería inútil si de pronto la cabeza no dejara de doler

y la ansiedad no fuese un punto, posible de destruir, en el centro de la mano

y yo, que siempre me deseo salvar a toda costa, no me encontrara con la silueta de un amate que llueve esferas de colores

y se cansa como yo de andar así, siendo una masa fácil de empujar

resistiendo el que la violencia haga un tatuaje en mí

encontrándome sin querer con tu figura llena de azoteas

cuando la vida fue un pilar que se derrumbó

y aún así el aliento largo de la existencia es capaz

de refrescar la noche

y

persistir

en la risa compartida que explotó bajo el amate.

martes, julio 14, 2009

dos sudores


llueve el cielo las entrañas de su organismo


llueven virotas de humo
la verdad es que el cielo está lloviendo su organismo en cataratas de gotas salvajes
sobre el advenedizo escurrir del pensamiento

las camas están vacías
y las gotas de sudor que nuestros cuerpos dejaron en tus sábanas rojas
son un fetiche visual para esta composición húmeda y agnóstica

no creo en nada
más bien
creo en muchas cosas imprecisas
difíciles de explicar
como en esta repentina alusión a tu carne y a tus formas
como en tus brazos que aún no reconozco pero he mordido con frenesí
morenas masas circulares, permanecerán en la historia de las extremidades lúbricas

no soy una sola
lo notas
soy un paralelepípedo de voces y añoranzas
que se deshace en posición horizontal para encontrar un sentido que de orden a las cosas

el orden del mundo no existe

y tú
enciendes las velas y empiezas a chorrearme,
como la lluvia tropical a la que hago alusión,
dices muchas cosas que me molestan,
la mayoría,
pero sé que la casualidad no se teje gratuita
y debo aprender de tu porte de animal feroz

maratónico colchón de luces encendidas,
el tuyo
cotidiana ensoñación, la mía
al escucharte haciéndome el desayuno
como si lo mereciese
como si no fuera una hiena que durmió contigo

no soy una sola
lo notas
y en ese meridiano, yo ya no puedo sudar
tengo que volver a la lluvia y a la casa
para recuperar la capacidad de deshacerme en gotas
y reconstruir contigo la desesperación inicial

sin embargo, de mí
te persistirán mis gemidos dulces al oído
porque yo también soy una niña, como tú
porque yo también tengo miedo a veces y no soy una hiena sino un dragón de cortas alas que murmulla plegarias para que toda esta maraña desordenada de sucesos encuentre por fin su camino natural

porque ha sido demasiado el tiempo transcurrido
los rayos quebrando el asfalto
el desorden existencial

los truenos son el temor del universo

mas tú no temas
aquí, se te recuerda
se te añora
en la masa informe del pensamiento

y llueve el cielo, atormentado,
las entrañas de su organismo.

la lluvia, los buitres, la gente y la selva verde

la selva frondosa cubre el camino serpenteante
todo texto es una enumeración
un agujero descriptivo
no obstante, no se pueden romper los abismos con solo destruir sus vocales
el color verde de la selva sureña marca el retorno repetido
aunque no necesariamente anhelado

nadie sabe cuál es su lugar en el mundo

mucho menos yo

los buitres se asoman al filo de los barrancos verdes y empinados

la lluvia es la luz curvilínea de una larga espera

el peso del tiempo es angustiante

las palabras se multiplican frondosas queriendo construir una urdimbre suficiente veloz para abrazarte en clave
(y sudar)

antes de venir revisé mis cajones
¿cuánto espacio es necesario para contener el pasado?
al regresar a casa me topé con todos los resquicios del polvo
me desnudé de la idea que debía tener a estas alturas de mí

necesito que el volumen de los graznidos de los pájaros sea mayor para así sentir que soy adulta, que no todo fue inútil

la gente me parece cada vez más extraña
me cuesta comprender el mecanismo que opera su sentido y sus conexiones vitales
pero de pronto sonrío porque una mujer desconocida me dice
‘qué le vaya bien’
la luz de la tarde desparrama celajes
llueve
a lo lejos
se enciende la selva que se hizo norte

no todo puede estar tan mal

los buitres surcan los barrancos empinados
cumplen su función multiplicadora de vida
a partir de lo que otros consideraron carroña

no todo está perdido

por su parte, la gente anhela cosas inalcanzables que son escritas con letras grandes
por algún genio hostil que intenta alejarnos de la esencia libre de las cosas

la materia multiplica sus demandas

mientras
el espíritu se convulsiona como bacterias rociadas por ácido

mi maestro japonés me explicó que teníamos una suerte limitada por nuestra impronta en el mundo

sé generosa, sugirió

entonces
yo
trataré de salir del agujero nihilista de esta tarde llorosa
subiré el volumen al graznido de mis pájaros
soñaré despierta con los tuyos
tomaré agua como el líquido vital que organiza el mundo
saldré a la calle en cabalgata de valentía
y seguro

más tarde lloverá.

domingo, julio 12, 2009

Poemas de Amada Libertad

A 18 años de su muerte en combate en el volcán de San Salvador, un día de eclipse solar:


Hasta entonces

Me perfumo con tu recuerdo

para refrescarme la soledad.

.

Anestesio el silencio y estallo en un tic-tac

Las calles, los mercados, las ventas

me hacen un tutti frutti de vos

y saboreo la distancia que nos engendra.

.

Sí. Volveré a abrazarte sin tapujones

ni uniformes verdes

libres de toda plaga que opaquen tus entrañas.

.

Entonces pueblo mío, volveré.

.

Esperanza

Abro paciencia de la tierra,

busco en ella un mar

donde desembocar mi aliento

porque desde que la sangre

corre por las calles

he perdido el mío.

.

Nace un huracán

de mirada fría

padezco de pueblo

y aún así, vuelo a cafetales

para construirte desde el silencio

una Biblia Pueblo.

.

Destino

.

Sigo con el deseo de amarte

de tenerte entre mis páginas

de arrullarme entre tus calles.

.

Me siento sobre las hojas

y taciturna murmuro al viento.

.

No sé cuándo sonreirás

ni cuando lloverá de nuevo…

pero de algo sí estoy segura

que aún sin dientes ni cronólogos

vos reirás a plenitud

y lloverá en tu tierra

toda la felicidad

que hoy nos niegan.

.

Derrota

“Cómo puede alguien tan especial, cambiar de la noche a la mañana””. Alux Nahual.

Recientemente he conocido tus arbustos

llenos de otoño en el valor

y de arrugas en la soledad de la victoria.

.

He saboreado tu invierno de miedo

y tu verano de ausencia

que es ya un venado

hacia el oriente de mi norte

hacia lo oscuro de mi luz

hacia tu hija de mi Pueblo.

6:00 p.m. 07/01/90

.

Fuera de serie

.

A Mae:

.

Sabe…

Arrímese al radio y oiga las noticias,

salga a la puerta y vea la calle

ahí donde sufre más mi pueblo.

.

Vaya al “Centro” y mutile las ventas callejeras,

salpique la ventana del maniquí

y vea el sufrimiento, el sacrificio,

el desgarro de la humanidad.

.

Hoy sí, puede llorar

sin pena, pues no es por mí.

Es por la indignación que late dentro de su conciencia.

.

Ahora sí.

Soy su hija, su prima, su hermana,

su amiga y compañera.