miércoles, abril 29, 2009


derruir los cuernos de los elefantes

contar cuentos de hadas a la almohada de lavanda

decir esqueleto de ballena soy

discurrir sobre los términos sonoros y los adjetivos que no soportan la goma blanca

(la mía)

.

al otro lado de las ventanas y la noche

crecen las sombras en silencio

los patios vacíos

los colegios

las canciones y eructos de los borrachos

(nosotros)

.

las letras solo se dejarán interrumpir por las críticas que siembren en el estómago

la duda

.

hoy caminé con el aire de mi misma ahogando mis entrañas

sigo la línea que me dicta esta voz que no perdura

que atormentada busca resquicios explicaciones banderas consignas alas de libélulas

.

paciencia

.

es la enseñanza que nos dejó el jícuri y haydee haciendo un camino lo suficientemente amplio para no saltar las bardas de sí misma

.

paseo vacío

estupefacción diaria

unir dos puntos

cocinar ombligos

jugar a la irrupción de madrugada

.

darme cuenta

cansada

que mis verbos no se hilan

que aquellas enormes postales de parís murieron de largo aliento

(¿dónde quedaron mis sucias palabras de amor?)

ahora solo tengo poemas pequeños

.

habrá que derruir los cuernos de tus elefantes

y quemarnos vivos.

en estos días

en estos días la luz de las lámparas ordena nuestras noches de vasos

tengo necesidad del silencio para escuchar mi voz

por favor no me interrumpan con timbres ni preocupaciones

escojo a las personas que necesito

.

en estos días la gente circula con una máscara sobre la boca

la boca es la parte tuya que más me hace falta

el aire, patrimonio de los Hombres

ha sucumbido bajo quirúrgicas de tela

.

el violinista de Gante

la ciega sin órbitas

el ‘viene viene’

siguen habitando el Primer Cuadro

.

pero las estatuas han desaparecido

.

quiero llenar de andamios mis hojas

regresar al ruido de todos los días

de pronto

congelarme en una gruta

lejos

donde el mar me murmure al oído kilómetros de sal

llave, estrella, ornitorrinco, pluma

en estos días decenas de arañas dañaron mi cuerpo

gruesas pláticas

aburrimiento

.

exorcicemos la plaga

y el miedo

.

no lluevas, peste

sobre nosotros.

lunes, abril 27, 2009

ante la necesidad...



la gente se rebusca. Debido a la proliferación de la influenza en México D.F. la gente que aún transita por las calles usa tapabocas, pero parece que no para todos alcanza. Si ven, abajo la niña del coche tuvo que ocupar su máscara de El Místico, un clásico de la lucha libre. Esta GRAN foto fue tomada por mi rumi, y gran amigo, Orus Villacorta Aguilar.

En el jardín

Toluca, México, 23 de abril de 2009. 2.30 p.m.

Posando para el taller de dibujo de Guillermo Gettino de la academia San Carlos


Órganos hinchados de luz

la casa fría en sus baldosas

hormigas queriendo cercenar

la raya del sexo.


Gatos con pecas rondan el cuadrado del piso.

 

Estamos desnudas en la fuente

el sol nos dibuja cáscaras

es el jardín al patio antiguo, mis pétalos a tus espinas

gargantas secas de un cuerpo temblando las manchas de estos gatos pequeños.

 

Macetas como sombras

ancianas meciendo su espera de la muerte

el moho marrón profana las cerdas de olvidados cepillos de dientes.

 

Succiona el colibrí troncos antiguos

pereza de ojos el pulso del lápiz

eterna mi piel diseccionada en pedazos

crepitan mis pies palpitación de mediodía

la tibieza es como unos zapatos lustrados

como un camino hundido de arenas.

 

La llama arde en la oscura ubicación de las imágenes

mi coño, superlativa humedad de tus espinas, mastica hormigas moscas arañas gatos pequeños

perforado por el frío, busca una mascada de cipreses

en el jardín del agua.

 

Mi alfombra de células quedó cuarteada por la isla

tu amor es el rumor de mis días

sexo asoleado de casas antiguas

jardín inhóspito y ladeado

cascarones de cigarras rumiando el anhelo de este corazón.

 

Quiero ser tu colección de plantas

habitar todas tus épocas

penetrar la inmortal espera

que nos derrumba.

lo primero que pensé hoy al levantarme:

si no te vuelvo a ver
me quedaré tranquila sobre mi cadáver de hojas.

domingo, abril 26, 2009

te recordé en una ciudad con puentes
puentes erguidos de barcas a cuatro pies
mientras te guardabas esquivo en tu lenguaje inmóvil de estructuras
.
si ahora te escribo, desvelada
hechos garfios los anhelos
intentado hacer del largo aliento una forma de comunicación
es porque no voy a rendirme ante las hojas del tiempo
inclemente e inmóvil como tus ojos atravesando la mesa que compartimos
en noches enervadas de alcohol
.
tu voz hace preguntas a deshoras
contradice al verbo en el segundo siguiente
ruega mis decires infieles para romperte al venir
en la incoherencia de cigotos que aún no llegan
.
yo
que soy un jarrón astillado por los inviernos polares
por el rugir de un trasatlántico
continúo devota a tu carne y a tu centro
.
he perdido las palabras desde antes que las simientes
he roto las promesas que me hice en oscuras madrugadas de silencio
para no seguir tu paso de huellas ignotas abandonando el lecho
.
esta vida es un sin fin de ventanas abiertas con todo y sus bordes
una colección de registros marítimos
resplandor suave deslizándose entre las manecillas del reloj
esperanza hecha pañuelo o globo de papel
.
a mis pies mojados hay un abismo esperando verme caer
filo hinchado de tanto contarme los días
dramatismo recurrente para inventarme una fuga
un cajón de crayones para pintar el paisaje de horas que lleno si no estás
inventándote fantasmas mediocres que no alcanzan
la profundidad de tus ojos cuando me miran ciclónicos
rabiosos de ternura
huidizos de los puentes que dibujo, para que mis recuerdos no sean huérfanos de tu memoria
.
la tragedia que llena el mundo
es suficiente
por eso
no te asignes la tarea de complicar los asuntos terrestres
cuela el agua de una playa entera y dámela a beber
recoge las conchas de una isla desierta y hazme un collar
para darle golpes a la luna borrosa que quedó sorda
desde que no duermes conmigo
.
la sangre se ha ido derramando
mientras tanto
.
invoquemos a la lluvia en papelitos de celofán
tengo ganas de escribir una historia que no termine en despedida
estoy cuestionando los husos horarios
el tejido de la rueca
el destino
las cartas están boca abajo porque creo firmemente en la voluntad de los hombres
sin géneros, o viajes de pronóstico y altavoz
.
consternación, escúchame
amado, mírame y guárdame:
la tristeza es el único asesino
.
te pido que no te vayas a hurtadillas
que un día de tantos cuelgues tu ropa en mi cuarto
que el sigilo sea nada más un nombre o el lenguaje utópico de las cigarras
que no te de por llenar de ruidos el motor de la partida
.
déjate en mí como siempre lo has hecho sin adjetivos ni adverbios
porque nuestra piel está imantada desde hace ya varias lunas de piñatas
coloréame los números
cuéntame las canicas
desentierra al mago que nos vio desnudos por primera vez
y dile al oído que por favor nos perdone
el abandono y el crimen
la resistencia y la terquedad
.
de mi halo pesimista, me aparto, para repetir que somos únicos en la comunión
a pesar de las hienas y los puentes rotos
caracol, cárgame
Poseidón, condéname los mares
que soy el ahogo invocado por mí desde dentro
.
Primer Motor Inmóvil:
si la muerte es el fin de la incertidumbre
mátanos de una vez
pero no nos rompas de nuevo este encanto de camellos y alfombras
.
voces susurrantes que destruyen la oscuridad y el vapor de risas
hagan eternos mis dedos metidos en su pelo
hasta secarme entera y quedarme moribunda sobre esqueletos de ballena
.
el agua que está humeando en la coladera
es el dolor negro de los perros
.
estos versos y estas sombras han terminado
por ahora
solo me resta del último aliento
el ruego grito clandestino
para que el fin del amor
nunca sea
la salida

(La tristeza es el único asesino)

jueves, abril 16, 2009

de la isla


bahía de navachiste, sinaloa, méxico

7 de abril de 2009 13.14 p.m.


I
absorta camino sobre heridas calcáreas
me abstengo de todo pensamiento fatalista de extinción
me muevo sobre aguas malas de siestas y tragaluces
el sonido del agua que se cuela hace ruidos de seudópodos y conchas
.
la luz del mediodía está en reverberación
las pangas compiten desde su breve motor
piedras redondas se hinchan posesivas como el cuello de un organismo vivo entre espumosas y salinas aguas apacibles
.
está isla está creciendo debajo de nosotros
desnuda y pornográfica
agónica y lujuriosa
en medio de sus sinuosas luces
puntiaguda o encorvada
con esqueleto de pez y limón
con sal en la boquilla
con ansias de gigante amamantado
picuda y redondita
húmeda de soledad
eterna
como una espora abierta de carne.

II

de la isla nos quedó el tremor en la piel
picaduras
el recuerdo de mesas untadas de cerveza pegajosa
.
no me hables así
no me digas de la parte oscura del amor porque sino voy a terminar embarrada en tus pantaloncitos a cuadros, en tu pelo hirsuto de días charranganeando esa guitarra
no me digas en público que quisieras tenerme de concubina porque entonces sí voy a atacarte
.
de noche, morderé tu nariz aguileña
me revolcaré en el piso de tu carpa y no precisamente para hacerte un circo
te lameré el alcohol que nos salpica los pómulos
me arremangaré el vestido hasta culminar en tu rumor y temblor de sexo, de cuevas, de islas y rolas y meridianos dislocados, sobre un montón de páginas hurtadas por un ladrón –maldito houdini maligno-
se llevaron toda esa calentura que te derramé en tinta azul mientras te estaba devorando las cuencas, los ojos, los párpados, los bemoles y la arena invasiva de tu pelo
.
no juegues con mi vocación de poligamias
.
porque luego del ahogo estaremos rumoreando besos frente a todos y es que por fin ocurrió lo ineludible y en breves minutos mientras alguien casi moría, y ese alguien también era mío, yo me embarré en la sal de tu rostro –residencia de tu torpe ego manía-
.
papito:
muérdeme las uñas, el vientre, como si estuviéramos en la isla de Pascua, que esta también es una isla y está creciendo debajo de nosotros –redondita-
apretá mis pezones como redes de brumosas lunas llenas
arráncame los pedacitos de orillas de conchas molidas
métete en mi sangre hasta envenenarme los infortunios, hasta envejecerme y dejarme exigua, temblorosa
métete, métemelo, metámonos, mezámonos, merezcamos la muerte de los amantes negros, de las estalactitas y las irrupciones de luz
quítame la ropa o aquí va a suceder una tragedia
.
tragaluz:
trunquémonos
entiérrame debajo de todos estos kilómetros de sal y cógeme.

miércoles, abril 15, 2009

de Navachiste

regresé dorada al sol, con el premio a cuestas (el Interamericano de Poesía Navachiste 2009: Jóvenes Creadores) por el poemario "Del mar es el ahogo" que verá la luz en un año cuando Ediciones Navachiste lo publique para el festival 2010.
con más amigos, recuerdos y canciones subsumidas en la conciencia, sin bolso (me lo hurtaron en Mazatlán), con mi pierna izquierda con un raspón tamaño bistec (los bemoles de la celebración al empanizarme en la arena), el recuerdo de nadar con cientos de pelícanos. Las pupilas y el corazón conmovidos.

algo sucedió en mí, algo que todavía está creciendo mientras reconstruyo mis apuntes, mientras extraño un litro frío de cerveza Pacífico.

agradecida, con Ana y con Juan del campamento Manfred que me ayudaron a volver a la ciudad que amo igual con los ojos y el cuerpo conmovidos.

amorosa y rumorosa.

esperando que todo tome el rumbo del curso habitual, pero con el espíritu más lleno.

de sombreros y zapatos

hervor

.

el calor aniquila la sangre que llevamos dentro

.

el tiempo comienza a convertir los hechos en otros y así va sucediéndose la calamidad íntima de las personas

.

y uno piensa que debe de mantener las certezas a pesar de que los dedos suden

y solo queda aferrarse a la fuerza centrífuga de la propia voz

y uno inventa nuevas explicaciones para estar a salvo cuando se rompen las tazas una tras otra

.

y uno sobrevive

.

voy a mandar a poner un montón de cables de luz sobre tu corazón para que nunca te llegue la noche oscura/porque del daño que te hice solo me queda el desapego/la responsabilidad de verte caminar erguido sobre mejores épocas/

volvería a parir nuestros veinte años/ pero no puedo

.

por eso

llenaré de pájaros las antenas del quinto piso

de esta ciudad que por coincidencia absurda compartimos

dejaré de combatir el sol que inunda el propio espacio

inventaré mi fortaleza de una vez por todas porque es la única salida

masticaré la frase redundante de regresos que tienes colgada en la pared

y la escupiré

.

no me pediré disculpas

mis odios rencorosos se los daré de comer al duende que esconde las cosas en casa

.

voy a aceptar el color amarillento de los años

y los surcos

.

a la gente que me traicionó le regalaré vainas de frutos secos

para que caigan en el inútil pozo de sus mezquindades

.

total

somos la piel de un camino lleno de historias

sopla el viento y nos deja atónitos

no es necesario asesinar aves en este poema

ni defenderme

ni hacerme la víctima

.

afuera hay un montón de huellas que llenan los hombres

que se agachan para amarrarse las cintas de los zapatos y seguir el paso

.

y yo

que amo los sombreros

los crustáceos

las bombillas

los atardeceres violáceos

los besos

y la paz que el tiempo transcurrido otorga a los viejos abrazos

ando buscando mi energía arquetípica y la realidad de mi ser actual

.

estoy tratando de evitar la combustión espontánea

la falta de palabras/el ahogo en suspiros/las pesadillas

pero sobre todo estoy combatiendo la desolación

porque todavía estamos atravesados por la primavera

y nos crece la esperanza en surcos rojos de buganvillas.

viernes, abril 03, 2009

de las Islas y los Sueños

Tengo muchas ganas. Me voy a la Bahía de Navachiste, Sinaloa, al XVII Festival Internacional de las Artes. Dicen que es la Isla de los Poetas. He soñado con la línea de pelícanos, siento ya la sal en mis pestañas. Vuelvo el 13 de abril. Estaré fuera de toda comunicación digital o telefónica. Pero los pienso.