jueves, octubre 30, 2008

excusa primeriza para un cigarro



siempre hay una primera vez para las cosas

la primera vez que me quedé en tus brazos a pesar de las espinas

la primera vez que vi el color sobrehumano de las noches de insomnio

y tuve miedo por lo que vendría

el hombre y la mujer del génesis

una noche contigo

el primer cigarro detrás del árbol del colegio

el beso que mojó las bragas

sorpresivo y atroz

.

el deseo insondable levantó las velas

hace ya mucho tiempo

y nos hizo saber que estaríamos siempre

cubiertos de gotas la frente

.

el giro de la botella

la primera fiesta apretando a alguien

la primera vez que tomamos en taza

adiós, adiós, infancia

.

cualquier día en que me levantaron la falda

o se desabrocharon la camisa

aquel viaje al mar

aquella pelea en el portal

aquel no entender absolutamente nada de las cosas

.

la vida es un dominó jugado por personas ciegas

y hay alguien que arroja la ficha que desata las cáscaras

lo anterior lo anterior

es una puerta abierta a mi propia poesía

.

la noche que me regalaron mi primera bicicleta

y salí a pasear entre papeles explotados de navidad

.

el olvido me hace el favor de ir borrando la textura del dolor

y cuando la rabia hace mella en mí, Alejandro,

quisiera tener sables atravesados en la piel

para que la angustia no se quede adentro

.

todavía no entiendo la esencia de las cosas

tal vez la molécula libre que inicia todo

.

el domingo ominoso me aniquila de nuevo

me quedo impertérrita como un adjetivo

que se puede vestir todos los días

.

la primera vez

me senté en tus piernas

aparté la cortina incómoda de lo posible

y luego hubo hasta sextas veces

.

a veces digo ‘no ha sido suficiente’

.

pero otras noches como hoy

con el rostro cansado por los escalones

digo que sí,

porque seguirá valiendo la pena

el entramado ritual de todos los inicios

aunque duelan.

domingo, octubre 26, 2008

Pieza ontológica para azucarar el café


No hay preguntas suficientes que me alcancen

en plena madrugada digo:‘no quiero estar aquí”

pero luego se teje el día y el ron se cuece sobre la mesa

como el olvido

y explota el polvo y la luz de nuevo

y uno se sube al camino

se lava el cuerpo con cariño

se cubre la vergüenza de la piel desnuda

y sale a la calle

enfrenta las trampas del pensamiento libre

las dolencias que quedaron en la frente

por tantas pesadillas

se sumerge en el mar de hombres y mujeres apretados en un vagón

y dice sí, por fin, ‘soy yo de nuevo’

no ese monstruo amoral que navega telarañas oníricas ó

esa niña sintiendo la estocada final por la diferente orfebrería

el hombre y la mujer entonces

son el génesis

fuera del colchón y las sábanas cuando rozan a los otros

cada vez más diferentes

y se ven a sí mismos rodeados de árboles avenidas

gris concreto enunciaciones tiquetes de metro

cicatrices mendigos y plazas

igual llorarán las pesadillas

o por no encontrar la página del libro

.

yo no me encuentro. no sé lo que sigue

.

no todo será tan fácil

.

habrá fantasmas nihilistas que entre los arbustos les griten:

‘¡nada es suficiente, nada!’

‘¡no vale la pena, nada!’

pero el hombre y la mujer primeros

harán juntos la resistencia

el beso de la mariposa blanca

el amor fraterno entre hermanos

.

optimistas

.

llenarán un bote de pleonasmos

espantarán lo que queda de la noche desesperada

se tomarán un café en el mismo lugar de siempre

y dirán

‘la vida es una lenteja, vos y yo valemos la pena’.

jueves, octubre 16, 2008

dúo de espantos

espanto I

yo

he visto lo sórdido de la vida

he visto languidecer mi espacio como un mal chiste contado fuera de lugar

.

me asusta la realidad que teje sus mañas para atraparme

el techo de mi cuarto ahora tiene un hueco por donde se cuela toda la herrumbre del exterior

.

no me gusta la textura del dolor

.

estoy nerviosa por todo lo que en mí pasa sin cerrar su ciclo

por la aparición repentina de la hiedra/mujer con agua que no me da de beber

que se jacta del crimen anterior a estas líneas

.

el rencor es un espacio en blanco en la conversación

su recuerdo es un látigo encerado sobre mi voluntad

.

el estado de perplejidad por el sueño interrumpido me persigue

soy veleidosa y poco concreta

te abrazo en una banca a la salida del metro

tengo lo que quiero pero ya no sé lo que vendrá

soy un nudo gordiano en la punta de la lengua

la esfera de mi garganta se convulsiona

soy amoral

no logro elaborar metáforas de tercer grado

y la narración verbal me aprisiona en su lenguaje

abro la ventana porque tengo calor

pero me molesta el frío que anochece en mí

descubro en la incoherencia

un discurso que intento descifrar sin éxito

.

y así anudada me iré a dormir sin sueño

pero antes diré corazón alma fragor

laberinto abeja campánula

.

veo el techo de mi cuarto derrumbarse sobre mi simple colchón

me lastima la exterior herrumbre

y el moho y la suciedad de la calle y las impenetrables lamelas

que llevan a cuestas todas esas gentes a las que atravesará la muerte

un día

y que no les permiten decir

corazón alma fragor

corazón alma fragor

.

quisiera haber sido un cuchillo para coserte mi boca a besos

una inspiración continúa de sintagmas que disparan

todo lo que no cabe ni se enseña en los libros

ni en las conversaciones cosmológicas o astronáuticas

.

yo

soy de esa raza de irracionales que te enerva

el lejano brío de un instrumento de viento

viento metafísico

ya me fui muy lejos

ya me conmoví más de la cuenta por esta pronta despedida

.

el hueco en mi techo

me espanta.


Premisa lunar


A Eva y María

.

premisa:

esperar que a la luna le salgan pájaros como lunares

.

anteayer descubrí una nueva mancha en la piel de mi montaña

(monstruo delirante)

esta noche luna llena

luna de espanto

sinuosas luminiscencias bordean dos nubes contiguas

y las mejillas del satélite más próximo a la Tierra

se vuelven las manchas rubicundas de una muchacha despeinada

como la poesía

.

mirar las ventanas en domingo

remite a la imperfección

mezclar los cariños

un coro tarareable

tener la entraña partida

y la mente dispersa,

una condición natural

.

la luna dejará de abrirse paso

solamente cuando el rencor del corazón

se haya disipado

.

existen miedos que nos perseguirán toda la vida

como pesadillas rotas al clarear la aurora

cada día

cada paso

somos solos como la luna

y hay que aprender a soportar las manchas

.

clamo por mi férrea voluntad

que no me dejará desfallecer sobre el mármol

.

Plutón desapareció del sistema solar

planeta fácil

estelar cobardía

caprichoso

.

pero esta noche nadie olvidará

el miedo

el desasosiego existencial

le contaré los huesos y los lagos a la luna

me dolerá el llanto lejano de un niño

la suciedad del hombre

los faroles retorcerán sus brazos de herrumbre

y todas las palabras repetidas recogerán ramas secas para hacer su nido en el lóbulo de mi oreja

(rumor)

somos solos como la luna y hay que aprender a soportar las manchas

los perros saltan locos sobre el césped mojado

y las encías rojas de sus bocas son como nuestra desolación

(vacío, condena)

el espanto es todo lo que llevamos dentro

.

premisa: esperar que a la luna le salgan pájaros como lunares.

miércoles, octubre 08, 2008

dos asuntos bovaristas sobre La Maga

Una marca en el camino de La Maga

.

A Edith Aron, la muchacha que inspiró el personaje de La Maga en Rayuela

.

yo quisiera ser una marca en el camino de la Maga

una moneda tirada al río para la suerte

unos Gitanes en la boca ardorosa de la casualidad

reflejarme en el agua, bovarista

buscar en los peces

la metáfora exacta de dos mundos apenas separados

por una rayita rosada e inmóvil

.

pero terminó París

.

yo solo quiero ser quien peine tus ojos

quien regrese contigo a la ciudad

alborada de deseo en la incertidumbre

la habitación de un hotel oscuro

en una época hace ya varios años

donde los sonidos de un bastón

basten para sacarnos de quicio

y arrullen nuestra muerte

.

yo solo quiero ser un pensamiento literario

una cita anotada en la libreta

algo más permanente que una hoja amarilla de tanto tiempo

yo solo quiero ser lo que soy:

una muchacha despeinada

como fuiste vos


por no estar en un hotel de paso

esta noche no arderán los hoteles de paso

y la crepitación solitaria de mi garganta dormirá silenciosa su noche de cama flotante

se extiende triste la blandura de mi carne en tu espera

convulsiona la incertidumbre en la orilla

exégesis

.

escritura, soy tu dictado

me entrego absoluta a tus torturas

estoy aquí desnuda y frágil

como los barcos

como los peces

presa de tus labios cosidos

.

esta noche no arderán las mantas con las que me cobijo

hará frío en los minúsculos poros de la piel

seré atravesada por el vértigo que baila en las baldosas

anularé algunos adjetivos fáciles

y me miraré en la sorpresa de mis ojos

seré buena o no seré

porque no puedo

.

si esta noche los amantes se descascaran

en las sábanas de una barata tarifa

y las mujeres de la noche ondean los bolsos

en la avenida

.

yo que soy granito de arena que se desliza sobre la perversa edad

guardaré mis ganas en hojas de plátano

para cuando vuelvas

y reviva el fuego crepitante y angustioso

que me está quemando desde hace ya tanto tiempo

.

y me recostaré

sobre todo eso que dicen de las magas.

domingo, octubre 05, 2008

dos teorías sobre el haber de los calcetines

I

.

mi corazón se dio vuelta como un calcetín

y concuerdo que el amor no debería circunscribirse a la noche

porque la tarde es la ventana abierta de mi cuarto

y tu figura sorpresiva en la cornisa

antes de volcarte en mí como un montón de hilos

y reírte de pura hedónica convulsión

.

hay días como hoy que uno se da cuenta

que las horas son solo inventos convencionales

que las nubes y las plantas hacen formas desconocidas

que te secan los labios

.

ahora soy presa de tu forma de mirarme

de tu silencio camaleónico

.

me he dado cuenta que cualquier nueva ocupación sentimental

proviene de una ruina de dos

y que si intento aprehender la forma de la poesía no llegaré al fondo de nada

.

el verano fosfórico le sigue a la consternación

la fuerza arrasante del agua nos deja desnudos

.

soy un nudo insondable de preguntas

una alucinación matutina

un montón de escombros

.

llave de agua abierta a discreción

aclaración necesaria antes del pan de tu cuerpo

visita fortuita de líneas siempre iguales

¿será esta forma de tallar la mano lo que me tiene colgada de una breve esperanza?

¿será el desapego que antecede a la entrega la que me hace temblarte en el abrazo?

¿será la maravilla del encuentro fortuito la que apolilla el desequilibrio de verte?

.

yo solo sé que te conocía desde antes

que te tenía anotado en la servilleta de un bar y en la risa exógena de la confesión

que no importa que yo te dure a penas dos minutos y vos no llegués a tres

que la historia no necesita de años para quedarse tatuada en la mirada

que no miento si digo que no podré olvidarte

aunque seamos simplemente la vista doble de la vuelta de un calcetín

una breve anotación a pie de página.

II

Lunes 29 de septiembre de 2008

22.46 p.m.

Trasbordo

quiero para mí

un corazón innombrable

cerca de la estructura ósea

¿viste?

hay sonidos en el altavoz

y ronroneos deícticos que expresan

lo que de subterráneo tiene el aire

no soy evanescente

.

hay un hombre joven que retrocede

.

nada tengo que ver con el viento

ni con la noche

ni anhelo volver sobre mi propio tiempo

quiero guardar la blanca lujuria

los dedos que escudriñan para luego hacerse nariz

.

el tren se detiene

y yo sigo

.

asunto de la edad

preocupación de los nombres

.

hay gente cansada en el vagón

.

voracidad de palabras pequeñas

enumeración caótica

quiero la carne que nos hace omnívoros

la gruesa enunciación sin adjetivos

.

se cierran las puertas

.

en aquellos años yo buscaba estar tranquila

mi vida de magazín

mis noches mecidas en el traspatio

.

me bajo en la siguiente estación

.

y si me trepo en algo que sea a tu cuerpo sin ropa

a la idea del alma

porque por oposición

diré corazón alma fragor

generación espontánea

.

primer trasbordo

.

leeré todas las páginas

las líneas de las manos

masticaré murciélagos rosas

en el café de mañana renaceré

soportaré el ruido incesante

.

puedo soportar, es mi verbo

generación espontánea

.

no falta mucho

.

quiero que mueras por mí

requisito

epíteto

epitafio epígrafe

.

hundiré todas mis naves

.

el vendedor remata los periódicos

y yo canto canciones infantiles

.

¿soy una esponja que recoge los ruidos del tránsito?

¿te has dado cuenta de este segundo que muere con la marcha?

.

segundo trasbordo

.

hay un hombre derruido cerca de las escaleras

y otro que me mira

.

parece más tarde

hay ruido de pasos

se acelera el transcurso

.

los tambores suenan y los rieles también

.

¿sabes?

.

quiero destruir toda la masa informe que hace que mi corazón esté tan lejos de mi estructura ósea

.

pero me voy a casa

tengo roto un calcetín


viernes, octubre 03, 2008

La canción que me regaló Ximena el día de la presentación


LUCIÉRNAGA POLAR (por Ximena de Tavira)

Luciérnaga de mar
que imitas a la cordillera
azul
del norte

con tu sonrisa más
liviana que la primavera
del monte
del monte

tus piernas son esta-
lactitas
que tejen madejas
de algodón
y lumbre
tu nombre es un botón
detonador del horizonte
tu novio es un bribón
bicho inconforme

*luminisencia pavorosa
coleóptero bandido radioactivo
lampyris nocturna
linterna libélula.

Luciérnaga estelar
mini cometa submarino
foquito volador satelital

pareces una flor
brillando en las manos
de un grillo
o el alma de un planeta demencial

*fosforesencia cautelosa
escarabajo lleno de arcoiris
relámpago ciego
con ojos para volar...

Luciérnaga Polar.

jueves, octubre 02, 2008

Comentarios a mi segundo libro

Esas imágenes sugerentes que esperaron el momento preciso para despertar y volverse "Sucias palabras de amor"
Desde lejos imagino a Lauri caminando por las calles defeñas sin apenas rozar el suelo, con ese aire de ninfa y esos ojos de pacún que de pronto te miran desde el fondo de sus letras y te atrapan para que sientas en carne y hueso lo que ellos ya sintieron. Pienso en todos los animales que vienen a hablarme en sus poemas, derrapando en el deseo que tiene por comerse el mundo desfilan elefantes entre los renglones, damas lapislázulis a las que todos quisiéramos conocer, gatos que no sólo hablan el lenguaje de la noche, un desierto incrustado entre ceja y ceja, hormigas que son capaces de dar dentelladas minúsculas donde más duele y una muchacha llorosa que danza con la lluvia y no detiene su paso a pesar de la tormenta.

Lauri tiende puentes que esquivan la dureza de las piedras que nos asaltan en medio del camino, con sus dedos de duende no pierde el ritmo de la vida y nos enseña un mundo mágico en el que la poesía es un chamán para curarnos por dentro.

Hay un sinfín de lugares que habitan en nosotros a pesar de no haberlos visitado nunca. Hay un sinfín de personas que nos rozaron la piel y aunque no vuelvan a hacerlo nunca dejaron en nosotros la misma sensación que deja un cuerpo en la cama después de haberse esforzado en deshacerla, la misma sensación que hace que en la cama parezca que aún duerme alguien. Así es la escritura de Lauri.

Este libro es un reencuentro, un viaje desde Lauri y hacia Lauri, travesía que nos sumerge en versos que se seducen a sí mismos, que se buscan y encuentran buceando los entresijos del amor.Lauri García Dueñas traslada su universo poético a las calles de París y Londres, se junta con Cortázar para hacer si cabe más intenso su periplo y atraparnos entre esas imágenes sugerentes que esperaron el momento preciso para despertar y volverse "Sucias palabras de amor". EVA CABO

El itinerario del deseo
Todo viaje es una categoría de la nostalgia, donde las palabras pierden concientemente los pasaportes, el único regreso posible es, entonces, a través de la memoria. La memoria es un polizonte, viaja con postales sepias llenas de descripciones sobre ciudades extrañas en su trazo, con parques que nos recuerda un paso cierto por la infancia, con esquinas que desaparecen al conjuro de un poema, con garabatos en el cuaderno de notas que se animan a sugerir un cuerpo que se desvanece casi de la misma manera que esas postales. Lauri García Dueñas (San Salvador, 1980), poeta y periodista, nos comparte su bitácora de viaje, el itinerario que tejen las cenizas sobre el fuego y no lo ahogan.

De Crónica de la Intervención, novela intensa de Juan García Ponce extraigo una cita: “Pero nada es posible si uno no se pierde antes en el deseo”. Lauri me recuerda esta máxima en su poemario, nos dice “no entres sin deseo, no sigas”. El deseo es como la sombra que nos sigue a todas partes, a veces no nos percatamos de su presencia, pero siempre nos acompaña en las palabras y en la humedad que transita los crepúsculos. Cito: y los amantes/los amantes que se besan frente a mi envidia hecha cintura que un extraño toca/ todo se convierte a la orilla del río. Si, ese río puede ser el Sena o el Támesis, y esos amantes bien podrían ser los inmortalizados en una fotografía para turistas, como en la clásica toma de Robert Doisneau, frente al Hotel de Ville en París, 1950. Esos que viajan con el material de los sueños, con ausencias como equipaje. “El cuerpo tiene memoria y esa es la razón de que los incendios no se extingan”. Sí, las sombras son el ave fénix de los cuerpos que se encuentran en otro tiempo y bajo las mismas circunstancias, por el fuego se reconocen, la nostalgia es su contraseña, el deseo la puerta que franquean. Los amantes marcan el itinerario sobre los mapas de ciertas ciudades que se consumen en sus calles y sus puentes no son suficientes para salvarlos de las “hondas quemaduras” que la soledad le infiere.

Otoño/siempre soñé el otoño/lo olí de lejos/supe de sus miserias de hojas rotas/intuí el ruido de pasos secos/y me senté a la ventana para imaginar los árboles desvistiéndose…/

Todo viaje es ya una ausencia, se parte con la certidumbre de caminar por plazas con la esperanza de reconocer antiguos sitios, ciertas señales dejadas para encontrar el camino, no importa que las personas evadan la sonrisa del extranjero, no tienen por que saber que se busca una puerta que sólo a los amantes será abierta.

París sin ti es/ sobre todo/el deseo que ciega/que da sed/que me mata/cuando leo la historia de amor que me regalaste.

Son versos tomados de Sucias palabras de amor, segundo libro de Lauri y primero editado en México por Editorial Fridaura.

Eva Cabo, poeta del colectivo Poetas del megáfono, de las que Saúl Ibargoyen ha escrito un artículo en la revista Tinta Seca, de este mes y de la que Lauri forma parte, nos dice en la cuarta de forros del poemario que estos son “versos que se seducen a si mismos, que se buscan y encuentran buceando en los entresijos del amor”.

Así es, de pronto somos los amigos confidentes, los lectores posibles de un diario que ya no le pertenece a su dueña, por que nos lo comparte.

Y si las imágenes que nos presenta parecen repetirse, es sólo que todo viaje ya ha sido realizado alguna vez.

Por eso me detengo/ voy a hablarte en gíglico amor/ voy a decirte quédate, llévame al mar/dame de beber una cerveza oscura en el bar de la esquina/voy a decirte, amor, /arrójate al vértigo de tus ansiedades, de una vez y para siempre,/moríte,/de una vez/ y cuando despertés, voy a decirte que quiero:/

Todo final de viaje nos remite a la repetición de ese mismo viaje, al reencuentro que las palabras tienen para nosotros, ellas nos esperan en la sala de llegada de los aeropuertos y nos dicen en la cara que hay alguien que ha preguntado insistentemente por nosotros.

Y bueno, el final del libro de Lauri es para quienes consigan un ejemplar.Arturo Terán

LAURI GARCIA DUEÑAS Y SU LIMPIA PALABRA

Título engañoso el de este breve e intenso poemario: "Sucias palabras de
amor", de Lauri García Dueñas. No porque la autora apele al engaño o al equívoco sino porque sus versos operan con base en una viva contradicción.
O sea, parece importar más lo que se oculta o sugiere que lo que en verdad se escribe en un libro que surge en cuanto doblemente construido, en su materialidad y en su verbalización (I, p.9). Además, ¿dónde están las "sucias" palabras? Observemos que el adjetivo pretende actuar como epíteto, es decir, como calificativo permanente. El libro puede leerse como una especie de diario de viaje en veinte secciones a ciudades de prestigio, sobre todo París, que se apoya en el relato de un vínculo amoroso; pero también puede leerse al revés.
A ojo de meros lectores, debemos anotar que es más relevante la experiencia del viaje interior, según señala Eva Gabo en la contraportada, que los sucesos eróticos que dan lugar a los textos más extensos. Los paisajes urbanos se describen casi cual meros accidentes en que lo humano general se expresa; las personas en sí son más relevantes que las manifestaciones del arte, la arquitectura, el ámbito social marcado por el desarrollo.
Por supuesto, que un viaje hacia adentro -como tantas veces se ha producido en al devenir de la literatura, la historia y las tradiciones culturales e históricas: Gilgamesh, don Quijote, Simbad el marino, Odiseo, Martín Fierro, Alejandro Magno, Viriato, Cid Campeador, Mahoma, etcétera- conlleva una épica espiritual mas profunda y riesgosa que una expansión física de conquista, de afirmación del poder temporal. En el caso de Lauri García Dueñas, el viaje es también un entretejido de desplazamientos físicos y espaciales con un descenso al inframundo personal, simbolizado en el pasaje por el túnel que une el continente con Gran Bretaña. Un psicoanalista a ultranza podría hasta sugerir un recorrido por el propio y ya desaparecido cordón umbilical...
La división en veinte secciones muestra un propósito de organizar contenidos que, quizás, se insinuaban hacia la entropía. Por tal causa, se ha logrado una suerte de equilibrio pautado por las secciones más breves, aquellas de un solo verso (¿una línea aislada es un verso?) que sirven como nexo o enganche, por un lado, y por otro, aseguran una modalidad de estructura que apunta a resolver el tema del vínculo erótico como una historia enraizada en la Historia. Por lo tanto, bajo amenaza de declive, de empobrecimiento, de extinción. Y el verbo poético se alza aquí y otra vez "contra la muerte", la vieja divisa surrealista
El verso es libre en el buen sentido, contrariando la añeja definición de Nebrija; o sea, pese a su tendencia expansiva y discursiva -que se observa, por ej., en Centroamérica-, sostiene la suficiente intensidad tanto para comunicar inquietantes oscuridades, como para inscribirse en un claro ritmo cuasi narrativo que funciona con base en pulsiones biológicas y afectivas.
Debe observarse además la presencia de voces que se mezclan sin anularse, en un entretejido rítmico que conlleva las respiraciones prosódicas de la lengua y, más que nada, los ires y venires corporales del autor real. Esas voces se distinguen como mensajeras temáticas o tendenciales; o sea, trasladan las dimensiones espirituales y/o existenciales que dan sustento al libro. Pueden ser escuchadas la voz erótica o amorosa, la reflexiva, la contempladora, la testimonial, la abarcadora, la desgarrada: ardua complementación, sin duda, que responde al intento de ubicar un esplendor energético y estético que pensamos excesivo con relación a las instancias vividas que estimularon su aparición.
Para dar término a estos comentarios, diremos que las fotografías que acompañan la edición -tal vez con la intención de complementar el contenido verbal- en verdad impresionan, por su nítida representación de la hermosura femenina, como factores o sustancias de un ámbito autónomo, que respira por sí mismo.
SAUL IBARGOYEN