domingo, junio 27, 2010

¡Qué valor!




Foto de Eber García


Un hombre en calzoncillos anaranjados atravesaba el Eje Central a la altura de Bellas Artes. Su atuendo dejaba poco a la imaginación y le ceñía sus órganos reproductivos. “¡Qué valor!”, exclamó una mujer en tono irónico, señalando al transeúnte naranja.

Ayer, 26 de junio, fue la marcha por el orgullo gay y las calles del centro del Distrito Federal fueron escenario de frenesí que contagió no solamente a la comunidad LGTB (Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales) sino a centenares de heterosexuales que se sumaron en una manifestación por los derechos de dicha comunidad, enarbolando en conjunto el valor de la tolerancia.

El recién fallecido escritor Carlos Monsiváis fue homenajeado con un minuto de silencio en la 32 edición de la ahora denominada marcha del Orgullo Lésbico, Gay, Bisexual, Transgénero, Transexual e Intersexual.

La fiesta terminó hasta la madrugada del domingo. La calle República de Cuba, donde están situados los bares gays más famosos de la ciudad (El Marrakech, La Purísima y el Viena) rebalsaba en muchedumbre. Hombres vestidos de vaqueros se besaban apasionadamente, mientras más allá dos chicas se apretaban en un abrazo de banqueta.

Marconi vendía cervezas de litro a manos llenas, y en su mostrador, la publicidad en rosa de la Fonda el Generalito mostraba el dibujo de dos revolucionarios de bigote dándose un beso en la boca.

Un hombre vestido de “La Calaca” (La Muerte), de sombrero y velo negro, era manoseado por sus acompañantes a la entrada de un bar.

En la calle Francisco Madero, una adolescente aprovechaba el entusiasmo para vender llaveros y peluches alusivos.

Más al sur, en la calle Londres de Coyoacán, donde está situada la casa de la fallecida pintora mexicana Frida Kahlo (quien fue abiertamente bisexual), tres hombres desplegaban listones gigantes con los colores de la bandera gay desde una azotea.

No solo una fiesta, más bien una protesta, gritaron los participantes de la marcha. Extender el matrimonio homosexual a todos los estados del país, la consigna.

“¡Qué valor!” sería una expresión para reconocer lo que se necesita para ser homosexual en México, país donde según organismos humanitarios hay un asesinato en contra de esta tendencia sexual cada dos días. El machismo mexicano, pues, no es un mito. Y hay que combatirlo.

2 comentarios:

Aura dijo...

Como decimos en mi tierra; linda Lauri:
-¡Estás sembrá!

(Me emocioné imaginando La Casa Azul con un arcoiris por sombrero)

ABRAZO.

La DÏéresis dijo...

QUÉ BUENA ENTRADA AMORCITA.
BESOS.