lunes, diciembre 28, 2015

Trece sueños para Agustín

Estos han sido los sueños que durante seis meses he tenido o nos han surgido, esperándote, Agustín:

  1. Un día antes de hacernos el examen de embarazo, soñé a Agustín envuelto en una manta blanca, bien apretado, como taquito, tenía los ojos cerrados, las pestañas largas y rectas, los cachetes frondosos, pelo negro y lacio, la expresión relajada, él estaba durmiendo la siesta entre su padre, Efraín, a su derecha, y su madre (yo), a su izquierda. Ambos padres estábamos en ropa interior por el calor del Puerto de Acapulco. La luz crepitaba, era amarilla y cálida.
  2. En el segundo sueño, mi hijo y yo estábamos solos en su habitación, yo le cambiaba el pañal de tela y le ponía talco, él tenía unos nueve meses y era muy cabezón, se parecía a mi hermano Edgardo a su edad, andaba descalzo y sin camisa, yo le enseñaba a jugar con unos legos grandes de color rojo y amarillo.
  3. En el tercer sueño, Agustín, de unos siete años, estaba de pie frente a nuestra casa, de espaldas al parque donde hay muchos árboles tropicales, llevaba bermudas cafés, como las de su padre, iba descalzo y sin camisa, aparecía al centro de la imagen, quemado por el sol, acanelado, su cara hermosa, ojos de almendra, entre negros y cafés, rasgos angulosos pero suaves, tenía la sensación de que él acababa de trepar y bajarse de un árbol o tirar piedras con una honda.
  4. Frente a mí, vi una entropía de cuerpos, un mar de gentes, pero, en medio de la multitud que fluía, yo podía reconocer a mi hijo.
  5. Robin y yo volábamos en un Tiranosaurio Rex, yo sé que esos dinosaurios no vuelan pero en mi sueño sí se podía, atravesábamos paisajes verdes y lagos largos, al aterrizar, le invitaba a Robin unos tacos de plátano maduro.
  6. Manu, Yaxkin, Emmanuel, Gerardo y yo estábamos leyendo poemas en voz alta alrededor de un tronco donde se enrollaban listones, estábamos conectados por hilos de tela. Vi a Gerardo, con su chamarra café de cuero y, a pesar de estar tan joven, tenía un largo mechón de canas blancas espejeantes que era lo que más sobresalía de la imagen.
  7. Ermis y Raúl, dos amigos salvadoreños, me daban consejos sobre intimidades del embarazo. Creo que estaban borrachos.
  8. Soñé que mi amigo Javier Espinoza venía desde Londres a Acapulco al saber que estaba embarazada, me abrazaba y, de pronto, el paisaje alrededor se convertía en Los Cóbanos, El Salvador.
  9. Me encontraba por casualidad a John Z. en la fila del OXXO, tienda mexicana de 24 horas, él llevaba su bolsa blanca con verde para el pan y su clásica chaqueta de mezclilla pero, dentro de su bolsa, cargaba dos baterías de auto con las que yo concluía que se iría a Caborca, Sonora, México.
  10. Ana Cristina soñó que yo estaba en el hospital con su abuelo, los dos compartíamos la misma habitación, pero nuestro estado no era grave, yo lucía plácida.
  11. Didine soñó que ella iba escalando un árbol inmenso, tenía miedo de seguir subiendo pero me veía a mí que iba de bajada, confiada, platicando con gente y riéndome, el verme bajar con soltura de primate la inspiró a seguir subiendo.
  12. Soñé que Mario Lungo, que en paz descanse, llevaba a su esposa América a las playas de Mexicali. Él, a mis quince años, me dijo que no me dedicara a otra cosa que no fuera escribir.
  13. Soñé con mi abuela Tita, en medio de una historia larga de argumento complejo que ya no recuerdo. Llevaba puesto su vestido negro de flores anaranjadas y fucsias con el que, de niña, la atisbaba llegar cuando, agarrándose de la pared, se deslizaba para sentarse con nosotros en la sala a ver la televisión.

No hay comentarios: