martes, septiembre 11, 2007

Muslos de sangre



Muslos de sangre
gotas hacia abajo
desde la cerradura
la llave negra de mi vagina abierta
planta amarrada a una estaca
la tuya que dice “mía”
tu mirada que me rapta y me toca
me suelto y salgo
muslos de sangre
este es mi cuerpo
“mío”
es mi camino abollado, mi templo violáceo, mis recovecos,
con las manos escribo y con las yemas me toco cuando sola me hago sublime y grito

no soy esperma de nadie

tal vez a veces más veleta oscura o un poco la ninfa caótica
demandante maravilla del desnudo, timón desbocado en la sal de la caverna
creo, crezco, croo, mastico y mascullo
creo en lo que soy:
voluptuosidad impune
en la calle
y con vestido
casi siempre digo lo que pienso
y si no lo logro
me arrepiento
me doy vuelta todos los días
como calcetín sucio y al revés
me río con mis encías rojas
y mis muslos de sangre
mis puentes de espinas
mis agónicos veleros
mis versos insomnes
(absurdos entre lo absurdo)
vine al mundo desnuda
y desnudo a todos ustedes con la mirada y las palabras exactas
sí, soy el demonio en la edad perdida
que los demás sepan que no voy a detenerme
firmo el acta de compromiso
soy la misma atroz comensal de instantes agotados
desesperación en estado puro, sin mezclas, pura piel hirviente, pluma temblorosa, pesadilla
vine para matarme en cada letra
muslos de sangre
espera.

3 comentarios:

Ophir Alviárez dijo...

Indudablemente de la catarsis se sale con la piel rasgada pero el pecho fime y la letra anuncia que el desahogo se hace manifiesto, decreto de vida y hasta de muerte y mejor aún, poesía.

Imágenes que duelen y que no por dolorosas, no encantan.

Uffa, niña.

Cariños desde el oriente de mi país.

OA

el árbol rojo dijo...

vaya,

órale güey, güeya,

beso

BA dijo...

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