lunes, agosto 18, 2008

maldito domingo

y el mendigo de esmoquin me regaló una rosa roja

sus pétalos estaban negros

era domingo sí

el palacio botaba la luz por las ventanas

y habían tambaleantes como yo regados en las calles

.

me imaginé que al final de mis días estaría sola como hoy

como los pájaros y las terrazas de noche

.

me dolieron las piernas de caminar la oscuridad de mi ánimo

y la voz me persiguió más intensa e insoportable

.

arrastré la suciedad de los adoquines con los ruedos de mi pantalón

últimamente brotan mis más antiguos extremismos por el orden

pero a la ciudad le perdono el mal olor de las cloacas

los restos de cientos de pies en la calle Madero

su ruido que sube hasta mi azotea

ese murmullo de caos hermoso

su rimel corrido en mis días

.

yo soy de aquí

de este ruido y esta ciudad

pero no quiero ser de este maldito domingo la presa fácil

.

ya no quiero vivir en tu desesperación

tengo la mía propia

.

no soporto mi calidad de víctima silenciosa

que no se atreve a responder

.

quiero gritar

.

el rencor es la suciedad en mis pantalones

mis esperanzas son farol roto

.

marco el número de casa

mi madre me tranquiliza

todavía hay un lugar donde volver

pero estoy dispuesta a evitar la huida

.

voy a dormir con la noche

vos vas a dormir con cualquiera

con el miedo de tu afán por destruir lo que nos queda

.

tengo rencor

.

camino las calles de vuelta

hay alguien que vive entre bombillas rojas

pero no lo conozco

.

demasiados gendarmes en la calle de Cuba

demasiada la desesperación

estoy obnubilada

.

la rosa roja adorna la cocina

llueve

.

tengo odio.

1 comentario:

Ophir Alviárez dijo...

"voy a dormir con la noche

vos vas a dormir con cualquiera

con el miedo de tu afán por destruir lo que nos queda"

.

Esto dolió, todo duele...

OA