Desde lejos imagino a Lauri caminando por las calles defeñas sin apenas rozar el suelo, con ese aire de ninfa y esos ojos de pacún que de pronto te miran desde el fondo de sus letras y te atrapan para que sientas en carne y hueso lo que ellos ya sintieron. Pienso en todos los animales que vienen a hablarme en sus poemas, derrapando en el deseo que tiene por comerse el mundo desfilan elefantes entre los renglones, damas lapislázulis a las que todos quisiéramos conocer, gatos que no sólo hablan el lenguaje de la noche, un desierto incrustado entre ceja y ceja, hormigas que son capaces de dar dentelladas minúsculas donde más duele y una muchacha llorosa que danza con la lluvia y no detiene su paso a pesar de la tormenta.
Lauri tiende puentes que esquivan la dureza de las piedras que nos asaltan en medio del camino, con sus dedos de duende no pierde el ritmo de la vida y nos enseña un mundo mágico en el que la poesía es un chamán para curarnos por dentro.
Hay un sinfín de lugares que habitan en nosotros a pesar de no haberlos visitado nunca. Hay un sinfín de personas que nos rozaron la piel y aunque no vuelvan a hacerlo nunca dejaron en nosotros la misma sensación que deja un cuerpo en la cama después de haberse esforzado en deshacerla, la misma sensación que hace que en la cama parezca que aún duerme alguien. Así es la escritura de Lauri.
Este libro es un reencuentro, un viaje desde Lauri y hacia Lauri, travesía que nos sumerge en versos que se seducen a sí mismos, que se buscan y encuentran buceando los entresijos del amor.Lauri García Dueñas traslada su universo poético a las calles de París y Londres, se junta con Cortázar para hacer si cabe más intenso su periplo y atraparnos entre esas imágenes sugerentes que esperaron el momento preciso para despertar y volverse "Sucias palabras de amor". EVA CABO
El itinerario del deseo
De Crónica de
Otoño/siempre soñé el otoño/lo olí de lejos/supe de sus miserias de hojas rotas/intuí el ruido de pasos secos/y me senté a la ventana para imaginar los árboles desvistiéndose…/
París sin ti es/ sobre todo/el deseo que ciega/que da sed/que me mata/cuando leo la historia de amor que me regalaste.
Son versos tomados de Sucias palabras de amor, segundo libro de Lauri y primero editado en México por Editorial Fridaura.
Eva Cabo, poeta del colectivo Poetas del megáfono, de las que Saúl Ibargoyen ha escrito un artículo en la revista Tinta Seca, de este mes y de la que Lauri forma parte, nos dice en la cuarta de forros del poemario que estos son “versos que se seducen a si mismos, que se buscan y encuentran buceando en los entresijos del amor”.
Así es, de pronto somos los amigos confidentes, los lectores posibles de un diario que ya no le pertenece a su dueña, por que nos lo comparte.
Y si las imágenes que nos presenta parecen repetirse, es sólo que todo viaje ya ha sido realizado alguna vez.
Por eso me detengo/ voy a hablarte en gíglico amor/ voy a decirte quédate, llévame al mar/dame de beber una cerveza oscura en el bar de la esquina/voy a decirte, amor, /arrójate al vértigo de tus ansiedades, de una vez y para siempre,/moríte,/de una vez/ y cuando despertés, voy a decirte que quiero:/
Todo final de viaje nos remite a la repetición de ese mismo viaje, al reencuentro que las palabras tienen para nosotros, ellas nos esperan en la sala de llegada de los aeropuertos y nos dicen en la cara que hay alguien que ha preguntado insistentemente por nosotros.
Y bueno, el final del libro de Lauri es para quienes consigan un ejemplar.Arturo Terán
LAURI GARCIA DUEÑAS Y SU LIMPIA PALABRA
Título engañoso el de este breve e intenso poemario: "Sucias palabras de
amor", de Lauri García Dueñas. No porque la autora apele al engaño o al equívoco sino porque sus versos operan con base en una viva contradicción.
O sea, parece importar más lo que se oculta o sugiere que lo que en verdad se escribe en un libro que surge en cuanto doblemente construido, en su materialidad y en su verbalización (I, p.9). Además, ¿dónde están las "sucias" palabras? Observemos que el adjetivo pretende actuar como epíteto, es decir, como calificativo permanente. El libro puede leerse como una especie de diario de viaje en veinte secciones a ciudades de prestigio, sobre todo París, que se apoya en el relato de un vínculo amoroso; pero también puede leerse al revés.
A ojo de meros lectores, debemos anotar que es más relevante la experiencia del viaje interior, según señala Eva Gabo en la contraportada, que los sucesos eróticos que dan lugar a los textos más extensos. Los paisajes urbanos se describen casi cual meros accidentes en que lo humano general se expresa; las personas en sí son más relevantes que las manifestaciones del arte, la arquitectura, el ámbito social marcado por el desarrollo.
Por supuesto, que un viaje hacia adentro -como tantas veces se ha producido en al devenir de la literatura, la historia y las tradiciones culturales e históricas: Gilgamesh, don Quijote, Simbad el marino, Odiseo, Martín Fierro, Alejandro Magno, Viriato, Cid Campeador, Mahoma, etcétera- conlleva una épica espiritual mas profunda y riesgosa que una expansión física de conquista, de afirmación del poder temporal. En el caso de Lauri García Dueñas, el viaje es también un entretejido de desplazamientos físicos y espaciales con un descenso al inframundo personal, simbolizado en el pasaje por el túnel que une el continente con Gran Bretaña. Un psicoanalista a ultranza podría hasta sugerir un recorrido por el propio y ya desaparecido cordón umbilical...
La división en veinte secciones muestra un propósito de organizar contenidos que, quizás, se insinuaban hacia la entropía. Por tal causa, se ha logrado una suerte de equilibrio pautado por las secciones más breves, aquellas de un solo verso (¿una línea aislada es un verso?) que sirven como nexo o enganche, por un lado, y por otro, aseguran una modalidad de estructura que apunta a resolver el tema del vínculo erótico como una historia enraizada en
El verso es libre en el buen sentido, contrariando la añeja definición de Nebrija; o sea, pese a su tendencia expansiva y discursiva -que se observa, por ej., en Centroamérica-, sostiene la suficiente intensidad tanto para comunicar inquietantes oscuridades, como para inscribirse en un claro ritmo cuasi narrativo que funciona con base en pulsiones biológicas y afectivas.
Debe observarse además la presencia de voces que se mezclan sin anularse, en un entretejido rítmico que conlleva las respiraciones prosódicas de la lengua y, más que nada, los ires y venires corporales del autor real. Esas voces se distinguen como mensajeras temáticas o tendenciales; o sea, trasladan las dimensiones espirituales y/o existenciales que dan sustento al libro. Pueden ser escuchadas la voz erótica o amorosa, la reflexiva, la contempladora, la testimonial, la abarcadora, la desgarrada: ardua complementación, sin duda, que responde al intento de ubicar un esplendor energético y estético que pensamos excesivo con relación a las instancias vividas que estimularon su aparición.
Para dar término a estos comentarios, diremos que las fotografías que acompañan la edición -tal vez con la intención de complementar el contenido verbal- en verdad impresionan, por su nítida representación de la hermosura femenina, como factores o sustancias de un ámbito autónomo, que respira por sí mismo. SAUL IBARGOYEN
4 comentarios:
yo quería estar ahí!
...pues yo también quería estar allí!!! felicidades por tu libro.
Me alegro tanto!, y cómo deseo leerlo!!!!
precioso texto de presentación Eva.
...pues yo también quería estar allí!!! felicidades por tu libro.
Me alegro tanto!, y cómo deseo leerlo!!!!
precioso texto de presentación Eva.
Muy buenoooo!!!!!!
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