jueves, diciembre 04, 2008

diez pequeñas historias pop acerca de la alquimia y la ciencia y un poema ontológico sobre la complejidad del ser

A mi padre y mi hermana, científicos

A Carlos, David y Leopoldo por enseñarme una forma diferente de ver la ciencia

I

ahora tengo dos cuerpos hechos en un diodo

la multiplicidad de mi piel es una herida abierta

II

en el estudio desordenado de mi padre descubrí que la alquimia es un proceso que duraría toda la vida

yo

apenas alcanzaba con mis manos la mesa llena de libros

y aprendía de las letras lo necesario

cuando en el colegio alguien preguntaba a qué se dedicaba mi padre

yo sonreía complacida:

“él es un científico”, respondía

III

durante años contemplé el reptil disecado que habitaba en la repisa de la sala

cuando sus entrañas de aserrín empezaron a desplomarse entendí que la vida nunca podría detenerse en la infancia

IV

a los nueve conocí a Melquíades y yo también quise hacer pescaditos de oro

V

a mis catorce años mi proyecto científico de encender una batería con dos alambres pelados sufrió la censura absoluta del escuálido y cruel profesor de laboratorio

ante mi precoz fracaso con la ciencia pura me dediqué a coleccionar imágenes oníricas para crear maravillosos inventos rellenos de palabras

VI

mi padre guardó durante años botes herrumbrosos llenos de crustáceos, mi madre combatía sus reminiscencias científicas en el traspatio

por él

aprendí a querer a esos insectos humanos de río

en su hinchada deformidad de cloroformo

VII

Elisa lloró el día en que el esqueleto armado de su marsupial fue mellado por un escobazo no intencionado de mi madre

Elisa libera tortugas

sabe mucho de los astros

estudia al coatí que duerme el sueño de su piel en el bosque

le gusta el punk

y cree –fervientemente- que otro mundo es posible

VIII

David y Leopoldo me enseñaron que la poesía está muy cerca de las esporas y los organismos unicelulares pero también, imbricada en los grandes fenómenos de la bóveda celeste

IX

en ese entonces, Carlos me convenció de arrojar baterías a los mingitorios masculinos de la secundaria

al contacto con sus aguas internas, nuestras víctimas sufrían sorpresivos choques eléctricos

a pequeña escala, me di cuenta de que la ciencia también está hecha de malas intenciones

X

dije que soy dos cuerpos

separados en un laboratorio

por eso ruego, alquimista de mis órganos,

regrésale a mi alma escindida la paz de los microbios.

XI

la complejidad

suenan las campanas del domingo

hace horas

soy varios volúmenes de una enciclopedia indescifrable que me dejó la humanidad

tengo un golpe de calor repentino

mas no quiero morir de combustión espontánea

.

dije que la alquimia sería algo que durará toda la vida y lo repito

la ciencia, afirmo, se diluye también en la pasión empírica

.

aquí estamos

en medio de esta nube de urbes y glorias

de estos edificios, cactáceas dulces que albergan cientos de existencias

acostumbrados a ponernos las máscaras, como maquinarias sutiles de un genio anónimo

seguimos

.

por mi parte y cómoda

me trago tantas veces las frases hechas para salirme al paso

mis maniqueísmos de celofán que se rompen al día siguiente

mis complejos discursos que me empujan a una supuesta claridad de espécimen superior

.

pero me equivoco

.

nada es simple como los microbios

ni ellos mismos

ni siquiera las esporas y los tubos de ensayo que parecen sintetizar el alma humana son garantía alguna de que las sustancias puedan separarse entre las piernas

sí, dije alma, y dije piernas

.

hay tantas cosas que quiero decirte de mí

pero no puedo

y digo:

.

la gente que argumenta sabiduría popular es la más engañosa e incierta

da consejos que se vuelven inútiles por el solo hecho de ser impropios

y es que nadie tiene la certeza de lo que pasa en la otra casa con la puerta cerrada

en el íntimo desarrollo de un par de pies rozándose de noche

.

la mano que mueve el mundo no siempre es tan diáfana

los hombres que babean suelen ser cada vez más absurdos

y más sórdidos

y más espeluznantes

.

pareciera que un pesimismo se encierra en estas escamas que se pegan al esqueleto del pez, incólumes y redondas en su naturaleza de certidumbres

tal vez por eso sufro de calores repentinos

y escribo versos largos de pura rabia

porque mi piel también se hunde al calor de los hornos

se confunde y pide más agua

cada vez más agua

temo convertirme en una hierática y ardiente hierofántida y que no te apetezca abrir los pliegues de mi falda

porque tanta agua admitida siempre arde y es peligrosa

.

nada está claro todavía

afuera arrecia la complejidad del ser que parecía agotada, vilipendiada, estrujada

por una aparente imposibilidad

pero al final

y repentinamente

todo se nubló como un aliento en el espejo del baño

afuera

quedamos esos hombres y mujeres inciertos que caminamos en los pasillos para tomar el primer tren que nos lleve a cualquier parte donde nos sintamos seguros

pero ese lugar no existe

ni lo puede construir la ciencia del hombre soberbio

porque la alquimia y la pasión empírica durarán toda la vida

.

y eso es lo único que sabemos.

1 comentario:

Sor Juanais dijo...

AMOOOO ESTE POEMA. LO AMO AMO AMO.
Y A USTED LA ADORO.