sábado, diciembre 27, 2008

regreso

Tapachula 22 de diciembre
3.00 a.m.

cuánto dolor cabe en el regreso

cabe el punto y seguido

el punto final

tu boca

pequeños caracoles quebrados que llevo en el bolsillo de mis rotas rutas que regreso y retrocedo

.

rumbo, no te pierdas

en el llanto de un niño en la terminal

camino angosto, ábrete

cierra mis ciclos, no me ancles

que lo material se solucione

que a mi espíritu alfileteado le de por amasar lo indómito del círculo y del viaje

poesía, desátame

lucero del ocaso, mi único dios en ruinas, acógeme

quítale la espada a mi dos de bastos

recuérdame el rumor

bájale el volumen a mis súplicas

.

cuánto dolor cabe en el regreso

cabe el hambre, el desvelo, la angustia del transbordo, las piernas amoratadas, los encuentros repentinos

caben los caracoles amuletos

los peces rotos como la ruta

el rumor

el miedo

el vértigo de llegar a una casa que ya no es mi casa

y aunque siempre quiero volver

vos estás tan lejos

que me rompo.

1 comentario:

Ophir Alviárez dijo...

La estrofa final duele en carne propia y en aquélla que ahora se hace ajena y se desgaja.

Lauri Voz, sigue, sigue que a veces toca recomponerse y andar, no es cierto??

Un abrazo en el intento.

OA