según la caja de fósforos yo pude ser una aviadora como Saint-Exupéry
pero no lo soy
soy una poeta que intenta evitar todas las trampas de su propio lenguaje
.
tomo cerveza
en una casa cuyas paredes te oscurecen
hablo a solas porque la ciudad me enseñó que en medio del barullo no hay nadie quien te escuche
camino las calles mojadas del dolor
de hombres que agitan un palo en los huesos de su miseria
me vuelvo la muchacha con mapas en el rostro que hace silencio y pequeños papeles para aderezar un futuro que no conoce
no lloro, estás lejos
tan lejos estás que te sobrevivo, amor infame de juventud
página roja deshecha de pétalos
aprendí a cuidar pequeñas cactáceas y pequeños adminículos de amor
pero tengo vértigo de la soledad que me persigue guardada en estos muros
hoy empieza el domingo aquel que me radiografía las pestañas y enmudece cualquier ímpetu de superación
no quiero depender de tus manos
ni de la delgada línea que nos separa
soy Romeo en la ventana
pero vos no agitás el pañuelo en el balcón
no quiero ser pop
quiero decirle al foraminífero foráneo que no me suelte de sus microscópicos tentáculos
que me de más café
pero me hace daño
mi cama espera, revuelta como mis ojos
anclada y oscura como la parte derecha de mi abdomen
no sé qué pasa en mi interior
me convulsiono
todos hablarán de la esquina rota del llanto
cuando huir se vuelva necesario
yo no salgo, me gusta estar aquí
tejer las ruedas de mi carromato mágico
ser Alicia que come mermelada cuando cae por un túnel
escuchar mi voz mortífera de insomnios
porque solo aquí yo puedo ser
algo más fuerte de lo que crees que existe
en la calle cuba número doce
no siempre estaré a la espera de tu imagen volteando la esquina
tengo ganas de irme
a la arena azul del desenfado
a la perversa lejanía del olvido
estos huesos encerrados son lo que soy
no voy a intentar escapar
.
*Foto: Charleen Arian por LGD.
1 comentario:
No por casualidades de la vida llego hasta aquí. Me he encontrado con nun bello espacio, sin duda. Este poema. He estado leyendo primero uno donde la madre, el papá, la mamá, sobresalían como espadas. Este me resulta más notable. No soy crítico. Solo un lector que también escribe y ha dejado todo por la poesía, incluso la trayectoria profesional de donde venía. Me une la sana admiración a quienes como vos, practican y viven lo que escriben, guardando una íntima relación. También vi la imagen de la presentación de tu libro -atrevida y directa, así como artística-.
Amo el perfil de personas, de mujer, que como en éste caso, os acusáis de una sensibilidad tan bella y caos interior tan motivador. Pizarnik, Gioconda Belli, Oliver Labra, Bergasi, o sin ir más lejor, Roque Dalton, son unos cuantos referentes que pasean por mi cabeza, todos los días.
Felicidades.
Voy a dejar este comentario tanto en la entrada del poema "claustrofobia número dos" como en la entrada mas reciente que tienes
Atte.
Aitor
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