jueves, enero 08, 2009

la memoria

“esperando hacer cualquier posible daño, apagándome el hervor de dentro”. O.G.

.

disoluta

.

aquella mañana en que desapareció la noche

la dama de dientes rechinantes tomaba el café en la terraza

liada por los huecos que dejaron todos los fantasmas que vinieron a cantarle la niebla

mientras la inquietaban los pájaros que hacían fiesta en el árbol contiguo

.

despertó masticando estertores

.

dudosa

.

con el silencio mezclado de pesadillas

se despereza deprimida por lo que a ella le falta/o cree que le falta

sigue joven a pesar de los surcos que describen todo el sobresalto que conlleva la sola presencia de los seres sobre el pequeño mundo

de una pequeña casa

.

sorda

a su voz que le preocupa

siente

el corazón ensombrecido

el rumbo macerado por la ventisca

.

tiene embrujo de lunas

bebió hasta el hastío el recuerdo de sus pies de niña

de su imagen colgada en el portal llorando hasta desangrarse

.

no tiene escapatoria

se detiene en el discurso que pensó prolongar hasta su muerte

y sus palabras breves la hacen creerse

anodina

.

y es que en la insignificancia de una abundante memoria

el dolor se vuelve

recurrente

.

duele el olvido cuando no llega

y se prolonga la vida en constantes cenizas.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué poemota!

Sor Juanais dijo...

PUF! ESTAN FULMINANTES Y HERMOSOS LOS DOS VERSOS DEL FINAL. TE EXTRAÑO LAURI!

eme dijo...

anodina y recurrente!

bueno el sitio, saluditos.

Acatlán saca la lengua dijo...

Conviertes lo cotidiano y lo-que-no-se-ve en algo entrañable. Lizbeth Zavala Mondragón.

unknown artist dijo...

La señorita de arriba me recomendó tu blog.

Me estoy volviendo fan de las bonitas que escriben chido. Fan en malísimo pedo. xD

Ophir Alviárez dijo...

Esos versos finales me desvisten...

Uffa!

OA