viernes, septiembre 30, 2011

Regresé al desierto porque me lo debía

Regresé al desierto
porque me lo debía
y vi las zarzas polvosas
y los pinos de sal.

La realidad era una suma de consecuencias inexplicables
todo lo que duele y este dolor arterial de tiempo
un año exactamente
este no encontrar el sentido ni en los movimientos de las extremidades
esta brutal extenuación física
esta muerte tan vital
estos riñones pegados a la espalda
los años excesivos
se supone
ya pasaron
calendáricos
pero la convalecencia es tan sequedad
tan falta de pulso
tan búsqueda meteórica
pesa tanto
en su frialdad de cubos
réplica del Abasolo
de insectos cráteres
de múltiples espaldas de cuchillos.

Nada de lo que el pensamiento explique
volverá aquel pasado
otras serán
las espinas picaduras
y los pinos de sal.

1 comentario:

Albert Estrella dijo...

el tiempo que sangra me hace pensar en cierto crepúsculo que se hunde en el mar mientras alguien ve el mundo desde lejos y lo mira al revés por lo tanto es elmar cayendo en el crepúsculo y somos nostros los que nos desangramos para dentro pero todos dicen que bombeamos sangre y que nuestro reloj en cierta forma es nuestro corazón sólo que en vez de tic tac dice lub dub pero hay un soplo cardiaco y ese es el de Dios of course, un saludo desde el Perú hermana latinoamericana...