A Isaac:
por la perdición
el mundo guarda su ruido para sí
su pregón metálico y de sirenas
aún así, el cielo de hoy es un pálpito
que mella las cavidades convulsionadas de una ausencia
.
afuera y muy lejos
cerca del mar
Martina ha colgado sus bragas chorreantes al sol y las gotas de agua fresca que caen
provocan el deseo de Ulises
como un gusto salado en la parte superior del paladar
.
el joven tiene empañadas las gafas
y un nudo de odas griegas en el sudor de las manos
.
el sol
hace crujir la arena y el pavimento
.
el sueño se convierte en dolor de párpados
.
de la otra noche, no recuerdo exactamente tus contornos
supe menos de tu silencio y un poco más del transcurrir circular de tus ojos
y así, en la lucha que hacen de noche los gigantes cuando saben que el tiempo es también el enemigo, volví a ver el hueco del túnel que conocimos juntos
.
empiezo a reconocer las manchas de tu cuerpo, el tono pálido de tu piel,
pero el olor irreconocible de tu aliento
hace colar las gotas
en el piso de madera
causando un profundo estupor
en la estructura ósea de la realidad
.
guardo varias preguntas como Ulises en el paladar
tengo ganas de ser ola golpeando el musgo cavernoso de tu cuello
de comerte a dentelladas galeonicas
y tener una soga prendida de mis velas
y volver a caer en el deseo agitado de los mares
.
de la perdición augurada, recobrar el brillo
clavarte estacas en los poros abiertos
agarrarme con mis rodillas de tu abdomen
como el amor se aferra a la vida
más allá de las tragedias cotidianas
.
y en el cielo enverdecido, entre el ruido de los coches y los barcos,
empezar a reconocer tus contornos
dejándote ir cada vez que sea necesario
destruir el apego, esclavitud tardía de los hombres
dibujar un eterno silencio
y apagar las luces que nos mezclan con los demás
.
Martina deja secar sus bragas en el patio
Ulises ve chorrear las gotas de los encajes como mira los erizos de mar y se los come
el viento hace grietas en las manos ásperas de los pescadores
.
él
todavía no volverá
.
Penélope
ya no espera en el puerto
.
ayer fue la ausencia
el adiós de las manos agitadas
la juventud que creímos detenida
.
hoy es el sol que se refleja en la arena, que abre y hace crujir el pavimento
mientras el mundo guarda el ruido para sí.
4 comentarios:
POETA!!!!!!!! GRAN POETA!!!!!!!!
Te quiero "mientras el mundo guarda el ruido para sí".
írala....
¡y es mi amiga, tú!!!
Hola Lauri, te escribe Luis Antonio Chávez, poeta y perdiodista, ex compañero tuyo en El Diario de Hoy, para felicitarte por el premio logrado en México y pedirte permiso para publicarte en mi blog en www.ipernity.com, saludos
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