jueves, julio 03, 2008

Yo me enamoré de un mutante



Hace un tiempo conocí a un mutante de piel azul y costumbres de gato

un día me gustó tanto que me quedé sorda de tantos nervios

más tarde me enamoré de él perdidamente

pues me recordaba a mis remotos amigos imaginarios con los que jugaba de niña debajo del árbol de limón

esos cómplices aliados con los que aventábamos flechas de partículas invisibles a los enemigos de la infancia

que son más peligrosos de lo que uno imagina

.

el mutante era tierno y aparentemente inofensivo

tenía una timidez que invitaba a la confidencia

decía frases tan alentadoras como que nos conocíamos desde antes

o esa de “siempre quise una chica como tú para mí”

.

afilando sus ojos pequeños trepaba a la ventana de mi departamento a ver pasar por horas los autos recurrentes del Viaducto

no me culpen, un mutante así conmueve el corazón

él era tan sensible como yo

que muero en las ventanas al ver caer la lluvia y me entristecen demasiado los domingos

.

y yo que me las daba de precavida

que siempre temí a los mutantes

no descubrí sus propiedades químicas a tiempo

porque la pasión desbordada en la cama siempre obnubila

.

de repente, ya no hacía caso a eso que enseñan las mamás de que uno no debe hablar con los extraños y mucho menos irse con ellos

.

y es que yo le creía todo al mutante azul,

lo besaba mucho, me le sentaba en las piernas

a veces más de la cuenta

entusiasmada, le escribí todos los poemas que pude

porque pensaba inocente que la poesía conjura el amor de los que amamos

pero el poema es insuficiente casi siempre

.

tuvimos, el mutante y yo, nuestras escenas cinematográficas, nuestros momentos Kodak

besos en el césped de la universidad con ausencias a las clases de baile

veloces desapariciones del mundo para poder habitar nuestra burbuja

prolongadas charlas de café y sobremesa

domingos de Jim Jarmusch y Woody Allen

borracheras tambaleantes en las calles del centro histórico

cuando los extraños envidiaban los besos que nos dábamos

.

ay, esos días felices

.

aparentemente todo iba bien

.

hasta que un día mi mutante favorito me dijo que estaba confundido

que mis propiedades químicas y las suyas causaban cortocircuitos

que habría que afinar los electrodos

que él era un mutante tranquilo que dormía poco y necesitaba más comprensión y ternura

.

me acusó de ser enojada y multiplicar pucheros

de tener demasiadas revoluciones por segundo

lo que me pareció muy serio y protesté

porque a mí me apasionan mis ventiscas/soy terca/me defiendo

.

me puse triste

agarré mis cosas

regresé a mi casa

.

era primavera

habían demasiadas jacarandas

y demasiados pétalos en el piso aplastados en derrota

.

tomé de más

escribí de más

me dio alergia el contacto con el mundo

.

y yo que siempre fui trágica y dramática

exageraba

tenía nostalgia de flechas imaginarias

y confidencias

.

intenté seguir los sabios consejos de mis amigos

traté de olvidarlo y conocer nuevos mutantes que me asustaron cada vez más

bah, todos mis intentos fueron inútiles

.

en el fondo

el mutante y yo nunca rompimos los lazos que provoca la piel y la pasión que desbordada en la cama siempre obnubila

pero a veces

todavía me pongo triste

porque me siento más mutante que él

y eso hiere mi seguridad ontológica

.

ahora no sé

no sabría qué decirles del estado actual de mis asuntos fuera de la atmósfera

solo que tengo una profunda simpatía por las películas de seres extraños y marcianos azules y admiro cada vez más a Jim Jarmusch y Woody Allen que por lo menos son igual de raros que yo

.

confieso

sigo esperando que mi mutante de piel azul y costumbres de gato regrese para quedarse

porque en el fondo él y yo nos entendemos

los dos damos miedo, sacamos chispas y jugamos con flechas imaginarias

que nadie más ve

.

sigo

creyendo es sus frases halagadoras

él insiste en decir que nos conocíamos desde antes

tal vez en un planeta tan lejano como Plutón

aunque ya no exista por motivos científicos y geográficos

.

y en ese planeta feliz

donde el mutante y yo ya nos conocíamos

donde no terminan los besos y nunca llegan las despedidas

siempre pasan en la televisión del domingo

películas de Jim Jarmusch y Woody Allen.

6 comentarios:

Sor Juanais dijo...

te quiero lauri garcía...con todo mi corazón de ïsla mutante.

Anónimo dijo...

laurislázuli eres un gran personaje del m.m. (entiéndase por m.m. martes de megáfono o mundo mutante)

chivo!

Lorena Illoldi dijo...

qué radiactiva que sós...

María Tabares dijo...

Yo también te quiero y me gusta tu honestidad poetica. Es vital.

El mal ejemplo dijo...

ya no recuerdo como vine a dar con tu blog. por razones geográficas o por la cercanía que supone poner "sobre héroes y tumbas" en los favoritos...y que tu nombre se me hacía conocido!
y luego el click de la memoria: el libro -autografiado- "la primavera se amotina"!
(y, más recientemente, el artículo sobre mayo '68 en el faro).
y en realidad no sé si este comentario venga al caso pero me resultó curioso...
saludos!

sunbeam dijo...

tierra llamndo a pluton... conteste pluton... bueno cuando vuelvas tendre una rico elote o tal vez un chocoyote ambos calientitos solo para ti... recuerda el sabor del extasis terrestre, en pluton deja algo de ti, incluso el corazon.

bello bello tu poema!!