jueves, junio 11, 2009

Autorretrato

Desde niña sueño con salamandras
con luciérnagas que se encienden en abril y nunca se apagan
me gusta la parte minúscula de las cosas
el viento golpeando mi cara, aún en ocasiones tristes
el té verde, las hojas secas
el mar y el inmenso ovillo de hilos que contiene
tu cuerpo acostado junto al mío
.
La vida cotidiana se me vuelve un monstruo poco gentil
los oficios domésticos me pesan
mi colchón es un traste a tirar
prefiero el sublime descanso de las constelaciones
.
Guardo entre los ojos la fácil condena
en mi boca, la agresiva mueca
tenso demasiado los nervios de mis vértebras
brinco frente a la injusticia, a veces siendo más injusta
cedo, constantemente, a la melancolía
.
Tengo miedo
sobre todo al paso de la edad
y a que el tiempo cave un pozo en mis entrañas
.
Quisiera no tener miedo
.
Escribo,
últimamente es lo único que hago,
además de amarte con una vehemencia atontada y cavilosa
.
Durante mucho tiempo hice de mi cuerpo un nudo de estambres
agua que se urgía de sí misma en otros cuerpos
mi piel tiende a hervir en insectos
mi sexo es un gato pequeño que quiere quedarse a dormir para siempre contigo
.
No tengo una idea clara de lo que me ocasionará el futuro
pretendo muchas cosas
pero sobre todo, ser un alma buena
a pesar del desgaste de los días
y los alambres rotos
.
Hace tiempo que dejé de gritar
la máscara de mi rabia se fue borrando de mi cara
me descubro silenciosa, parca, contenida
quiero huir de la abulia y la desidia
volver a estallar en carcajadas dulces
recuperar la original indignación
seguir quebrando paisajes de otras tierras
descansar al filo de la roca
cuando un día
por fin
vuelva a ser
arena de mar.

No hay comentarios: