lunes, junio 01, 2009

De la musika



Los últimos días han sido musicales. El viernes de Ollin Khan, disfrutando de dos bandas -una de Senegal y otra de Austria-, en primera fila, con el gato azul antes de otro temblor vital. Vibrando por cuarto año consecutivo al son del mejor festival de música del d.f. Entrada gratuita, la mejor de las entradas.
El sábado con Chi Chan, escuchando sus creaciones (barras de colores, cruzadas por agujas en su compu) , aprendiendo un nuevo término: "el noise". Mi favorita: "Reguetón al dente". Recibiendo el amor que solo dan los amigos de verdad, cuando una más lo necesita.
Esa misma noche, en el Foro El Tejedor estuvimos aplaudiendo al David Aguilar, al Huezo y a Yahir Durán, grandes representantes de la escena cantautora de México, y para mí el David, poeta virtuoso, sigue siendo el favorito. Me siento privilegiada de poder tenerlo enfrente, de vez en vez, y de haberlo oído hasta desgañitarse en Navachiste. Chequen por favor su myspace, que está en mis Luces Vecinas.
¿Se han dado cuenta de que cuando van en la calle, las canciones que suenan van acordes a su estado de ánimo? Descubrimiento que compartimos con Leire, aquella vez que en los taxis la perseguía la música de la despedida. Para muestra, hoy resonaba estruendosamente en Hidalgo: "tus amores perros me van a matar... sin haberme dado siquiera un poco de felicidad".
La música continuó. Mientras tatuaban a Anaïs, Lalas al frente de la consola, alternando entre la Mala Rodríguez (a la que amo tanto) y una musiquita francesa de esa viejita que rasga el corazón. La luz surreal del atardecer colándonos el entusiasmo.
Hoy en la ciclopista que me llevó hasta Mixcoac, me eché 13 kilómetros y ya me empieza a doler toda la estructura ósea, pensé, al pasar pedaleando debajo de un árbol frondoso, si los seres humanos somos capaces del olvido. O si olvidar ciertas cosas, personas o momentos es tan imposible como olvidar a los árboles y a las canciones que relacionamos con nuestra historia.
El viernes le preguntaba al gato azul ¿Cuánta alegría cabe en una música?
Son preguntas que por ahora no tienen respuesta.
Mientras, el domingo se despide, y en la grabadora canta la Lety Servín.
Si la vida es una canción, yo quiero tener el disco.

1 comentario:

María Tabares dijo...

Te adoro Lauri.